Karamaru tomó asiento tras la partida, como si estuviese cansado del trabajo que tuvo que hacer. En realidad, solo esperaba pacientemente el retorno del morocho para definir que hacer con la mujer que yacía en el piso. Hecho un par de miradas a la rubia, que al igual que él tomó asiento, y algunas a Emiko. El ambiente estaba pesado pero por lo menos se respiraba tranquilidad, lo común al terminar un trabajo bien hecho.
Karamaru pensó en hablarle a la kunoichi pero en algún lugar de su cabeza se asomaba la razón y a gritos pedía que no lo hiciera. El calvo era propenso a hacerla enfadar y era lo último que quería en una situación así. Por suerte para él, llegó el Uchiha a romper el silencio.
Llevar a Emiko a su casa y dejar la llave escondida bajo la alfombra.
Supongo que tú eres el más adecuado para esa tarea. Al fin y al cabo, pareces el más fuerte de los tres.
Sin ningún problema.
Karamaru tomó las llaves y con una sonrisa miró a Noemi, como si con esa mirada aclarase que estaba haciendo algo por la misión y que no hacía todo ella sola. La miró pero prefirió no pronunciar palabra alguna.
Lo que sí, viendo que el crimen está resuelto, voy a ir partiendo ya. Todavía me queda un largo camino a Shinogi-to, y a este paso no voy a llegar nunca.
Yo tengo que volver a Ame, supongo que podríamos tomar el mismo camino ¿No?
No te procupes, esto lo hago en segundos.
El monje tomó el cuerpo y se lo colgó en hombro y comenzó a correr. Pasó del suelo de madera a la nieve y enterrando un poco sus pies iba lo más rápido posible a casa del viejo para después volver a buscar a los de Taki. En el camino pasó a toda velocidad cerca del viejo que venía a paso lento.
Hasta luego Hiromi.
Karamaru pensó en hablarle a la kunoichi pero en algún lugar de su cabeza se asomaba la razón y a gritos pedía que no lo hiciera. El calvo era propenso a hacerla enfadar y era lo último que quería en una situación así. Por suerte para él, llegó el Uchiha a romper el silencio.
Llevar a Emiko a su casa y dejar la llave escondida bajo la alfombra.
Supongo que tú eres el más adecuado para esa tarea. Al fin y al cabo, pareces el más fuerte de los tres.
Sin ningún problema.
Karamaru tomó las llaves y con una sonrisa miró a Noemi, como si con esa mirada aclarase que estaba haciendo algo por la misión y que no hacía todo ella sola. La miró pero prefirió no pronunciar palabra alguna.
Lo que sí, viendo que el crimen está resuelto, voy a ir partiendo ya. Todavía me queda un largo camino a Shinogi-to, y a este paso no voy a llegar nunca.
Yo tengo que volver a Ame, supongo que podríamos tomar el mismo camino ¿No?
No te procupes, esto lo hago en segundos.
El monje tomó el cuerpo y se lo colgó en hombro y comenzó a correr. Pasó del suelo de madera a la nieve y enterrando un poco sus pies iba lo más rápido posible a casa del viejo para después volver a buscar a los de Taki. En el camino pasó a toda velocidad cerca del viejo que venía a paso lento.
Hasta luego Hiromi.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘