25/10/2016, 16:50
—Un momento, un momento... tú y yo nos hemos visto en los Dojos del Combatiente —Datsue alzó una ceja, intrigado. Su cara no le sonaba de nada, y ni mucho menos su voz—. No me suelo quedar con todas las caras, pero por lo que me han comentado, intentaste amañar un combate, ¿no es así?
Oh, eso… Datsue compuso una cara de circunstancias y moduló su voz hasta alcanzar el tono del político más resabido:
—Lo cierto es que se ha exagerado mucho respecto al… —se quedó con la boca entreabierta en cuanto se dio cuenta que le estaba hablando al aire.
Pero, ¿qué narices…? La voz del joven volvió a sonar, esta vez a sus espaldas, y el Uchiha no pudo evitar dar un ligero respingo por la sorpresa:
—Y ahora quieres amañar tu billete —la mente del Uchiha ya estaba trabajando en alguna excusa convincente, pero su interlocutor siguió hablando:—. Tranquilo, tranquilo, no es mi problema. Pero desafortunadamente para los dos, me parece que esto va para rato. El revisor no ha pasado por aquí desde que salió el tren, y ahora tampoco creo que vaya a pasar pronto.
»Hanaiko Daruu. Mucho gusto.
¿Hanaiko… Daruu?
—Uchiha Datsue —se presentó, ofreciéndole la mano—. Infa… Digooo… Conocido shinobi de Takigakure debido a ese amaño que mencionabas, para mi desgracia. He intentado por todos los medios limpiar ese pequeño desliz que me persigue. He ido donado el cincuenta por ciento de mis ingresos a orfanatos y asociaciones de caridad. He luchado para que los shinobis retirados en mi Villa reciban una pensión digna, para que las madres kunoichis reciban una paga y un tiempo de baja más que prudencial al dar a luz —a medida que las mentiras que iba soltando por la boca eran cada vez más gordas, su voz se iba crispando más y más—, e, incluso, me uní a las protestas por las decenas de expropiaciones que se hicieron para poder construir todas las vías del tren. ¡Por eso quería colarme sin pagar! —exclamó, enrabietado. Sin haberlo pretendido, Datsue se había encontrado casi sin querer con la excusa perfecta para no querer pagar el ticket. Entonces, como desesperanzado, bajó la mirada y su voz se convirtió en un suave murmullo abatido:—. Pero por lo que veo la gente sigue recordándome por ese lamentable… error.
Volvió a clavar sus ojos en los suyos, de suerte que alcanzó a ver su bandana. Era increíble que, estando a plena vista, no la hubiese visto hasta entonces. Entonces su mente hizo clic.
—Oye, ¡ahora te recuerdo! —exclamó, sonriente—. Eres el que empató con ese Uchiha de Uzu en el Torneo, ¿no? —pese a que no había podido ver su combate, si recordaba oír sus nombres por megafonía—. Que sepas que me fastidiaste la frase —añadió entre risas.
Oh, eso… Datsue compuso una cara de circunstancias y moduló su voz hasta alcanzar el tono del político más resabido:
—Lo cierto es que se ha exagerado mucho respecto al… —se quedó con la boca entreabierta en cuanto se dio cuenta que le estaba hablando al aire.
Pero, ¿qué narices…? La voz del joven volvió a sonar, esta vez a sus espaldas, y el Uchiha no pudo evitar dar un ligero respingo por la sorpresa:
—Y ahora quieres amañar tu billete —la mente del Uchiha ya estaba trabajando en alguna excusa convincente, pero su interlocutor siguió hablando:—. Tranquilo, tranquilo, no es mi problema. Pero desafortunadamente para los dos, me parece que esto va para rato. El revisor no ha pasado por aquí desde que salió el tren, y ahora tampoco creo que vaya a pasar pronto.
»Hanaiko Daruu. Mucho gusto.
¿Hanaiko… Daruu?
—Uchiha Datsue —se presentó, ofreciéndole la mano—. Infa… Digooo… Conocido shinobi de Takigakure debido a ese amaño que mencionabas, para mi desgracia. He intentado por todos los medios limpiar ese pequeño desliz que me persigue. He ido donado el cincuenta por ciento de mis ingresos a orfanatos y asociaciones de caridad. He luchado para que los shinobis retirados en mi Villa reciban una pensión digna, para que las madres kunoichis reciban una paga y un tiempo de baja más que prudencial al dar a luz —a medida que las mentiras que iba soltando por la boca eran cada vez más gordas, su voz se iba crispando más y más—, e, incluso, me uní a las protestas por las decenas de expropiaciones que se hicieron para poder construir todas las vías del tren. ¡Por eso quería colarme sin pagar! —exclamó, enrabietado. Sin haberlo pretendido, Datsue se había encontrado casi sin querer con la excusa perfecta para no querer pagar el ticket. Entonces, como desesperanzado, bajó la mirada y su voz se convirtió en un suave murmullo abatido:—. Pero por lo que veo la gente sigue recordándome por ese lamentable… error.
Volvió a clavar sus ojos en los suyos, de suerte que alcanzó a ver su bandana. Era increíble que, estando a plena vista, no la hubiese visto hasta entonces. Entonces su mente hizo clic.
—Oye, ¡ahora te recuerdo! —exclamó, sonriente—. Eres el que empató con ese Uchiha de Uzu en el Torneo, ¿no? —pese a que no había podido ver su combate, si recordaba oír sus nombres por megafonía—. Que sepas que me fastidiaste la frase —añadió entre risas.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado