25/10/2016, 16:58
— Te entiendo perfectamente...son la leche ¡he he!
Eri sonrió, al final Yoshimitsu sí que había entendido lo que había querido decir, y es que los kages... Eran unas personas extraordinarias en todos los aspectos, y esperaba con determinación que ella pudiese convertirse en alguien como ellos, vivir por y para su gente; ¡quería protegerlos con su vida!
No por nada era médica.
Una vez reincorporada y sin quitar vista de la bestia de tinta y chakra, después de su arranque de alegría y emoción, y más tarde, su disculpa; Yoshimitsu entendió los caprichos de la joven de cabellos azulados en un instante, sin dudar en complacerla. ¡Parecía una niña pequeña y caprichosa!
Aunque a veces... No estaba mal volver a ser infantil de nuevo. Incluso lo echaba de menos.
A veces.
''¡Va a decir algo! ¡Va a decir algo! ¿Será...?''
— No, no, no, mujer...¡Claro que puedes subir! Te daré un paseo en él, verás que cómodo es. — Los ojos de Eri volvieron a lanzar chispas de emoción al escuchar al chico de Taki hablar con alegría en su tono, luego miró al león que se inclinaba para acabar sobre el suelo. — Te haré una pequeña demostración. — Alegó Yoshi.
Eri movió sus manos con nerviosismo, acercándose a la bestia cautelosa, y con miedo, acercó la mano a su capa de tinta y chakra por si le molestaba al animal el contacto de una desconocida. Era extraño, pero no sabía qué hacer en esa situación.
— ¿Puedo...? ¿No se enfadará? — Preguntó con un tono lleno de inocencia e impaciencia.
Eri sonrió, al final Yoshimitsu sí que había entendido lo que había querido decir, y es que los kages... Eran unas personas extraordinarias en todos los aspectos, y esperaba con determinación que ella pudiese convertirse en alguien como ellos, vivir por y para su gente; ¡quería protegerlos con su vida!
No por nada era médica.
Una vez reincorporada y sin quitar vista de la bestia de tinta y chakra, después de su arranque de alegría y emoción, y más tarde, su disculpa; Yoshimitsu entendió los caprichos de la joven de cabellos azulados en un instante, sin dudar en complacerla. ¡Parecía una niña pequeña y caprichosa!
Aunque a veces... No estaba mal volver a ser infantil de nuevo. Incluso lo echaba de menos.
A veces.
''¡Va a decir algo! ¡Va a decir algo! ¿Será...?''
— No, no, no, mujer...¡Claro que puedes subir! Te daré un paseo en él, verás que cómodo es. — Los ojos de Eri volvieron a lanzar chispas de emoción al escuchar al chico de Taki hablar con alegría en su tono, luego miró al león que se inclinaba para acabar sobre el suelo. — Te haré una pequeña demostración. — Alegó Yoshi.
Eri movió sus manos con nerviosismo, acercándose a la bestia cautelosa, y con miedo, acercó la mano a su capa de tinta y chakra por si le molestaba al animal el contacto de una desconocida. Era extraño, pero no sabía qué hacer en esa situación.
— ¿Puedo...? ¿No se enfadará? — Preguntó con un tono lleno de inocencia e impaciencia.