26/10/2016, 20:36
La paciencia de Noemi ya estaba por las últimas, probablemente por haber sido testigo de cómo seducían a un hombre al que le había echado ojo la noche anterior. Es decir, ¿qué tenía Emiko que no tuviese ella? Incluso a simple vista se sentía superior a ella pero Datsue terminó por llevarle la contra de esa manera, dejándose llevar, seducir y caer en su trampa, una bastante obvia de no ser porque hablamos de una mujer que en realidad tenían en lista de sospechosos sin ninguna prueba concreta.
—Bien… —Fue lo único que soltó ignorando totalmente la sonrisa del calvo y tras lo cual suspiró pesadamente. —Yo tengo que ir en dirección contraria así que me iré ya. Nos vemos. —Agregó algo seca sin molestarse demasiado en las impresiones que pudiera llegar a dejarles a ellos con esa actitud.
Sin más que agregar, la rubia comenzó su marcha en, como bien había dicho, la dirección contraria a Shinogi-to, lo curioso era lo que dijo el calvo. ~Así que, desde este pueblo hacia Sinogi-to… ¿Quedará de paso en serio o sería solo una parada improvisada? ~Se planteó la kunoichi ya separada de aquel dúo y recordando por qué quería regresarse a la aldea.
—¿¡Tanto frío va a hacer!? —Bramó en lo que intentaba contener los temblores de su cuerpo abrazándose a si misma. Lo peor era la nieve que se metía entre los dedos, una espantosa sensación…
—Bien… —Fue lo único que soltó ignorando totalmente la sonrisa del calvo y tras lo cual suspiró pesadamente. —Yo tengo que ir en dirección contraria así que me iré ya. Nos vemos. —Agregó algo seca sin molestarse demasiado en las impresiones que pudiera llegar a dejarles a ellos con esa actitud.
Sin más que agregar, la rubia comenzó su marcha en, como bien había dicho, la dirección contraria a Shinogi-to, lo curioso era lo que dijo el calvo. ~Así que, desde este pueblo hacia Sinogi-to… ¿Quedará de paso en serio o sería solo una parada improvisada? ~Se planteó la kunoichi ya separada de aquel dúo y recordando por qué quería regresarse a la aldea.
—¿¡Tanto frío va a hacer!? —Bramó en lo que intentaba contener los temblores de su cuerpo abrazándose a si misma. Lo peor era la nieve que se metía entre los dedos, una espantosa sensación…