28/10/2016, 00:20
A medida que iba hablando, Datsue se daba cuenta que sus mentiras no estaban, ni mucho menos, colando. No hacía falta tener el mejor Sharingan del mundo para darse cuenta de que su rostro, su lenguaje corporal e incluso sus breves incisiones indicaban que no se había creído ni una sola palabra.
Tampoco esperaba que lo hiciese. El Uchiha hacía tiempo que se había labrado su mala reputación entre los de Amegakure, y no había tardado demasiado en llegar a la conclusión de que tendría muy difícil, por no decir imposible, poder llegar a limpiarla algún día.
Había hecho demasiadas cosas. Demasiadas tonterías.
Por eso llegó a una segunda conclusión: si no podía eliminarla, ¿por qué no matizarla? Estaba convencido de que no había ni un solo shinobi en Amegakure que no supiese ya su particular gusto por el dinero, y, si Ayame le había dado a la lengua, también por mentir. Esa desconfianza jamás podría sacudírsela de encima, pero, ¿y si en vez de tener fama de mentiroso, la tenía de mal mentiroso? Era un detalle sutil, quizá insignificante, pero si la gente se esperaba una perorata exagerada y apasionada por cada vez que mentía, quizá pudiese colar entre los más incautos una mentira de verdad cuando hablase de forma sosegada y calmada.
Por otra parte, Daruu, ajeno a todo el rompecabezas que se tenía montado el Uchiha en la cabeza, realizó la pregunta inevitable:
—¿Qué frase?
Pese a que sabía que se lo iba a preguntar, Datsue arqueó una ceja, como sorprendido.
—¡Más perdido que un Uzureño en combate, por supuesto! ¿Qué otra cosa iba a ser sino? —rio—. Pero ahora, cuando lo diga delante de un Uzureño resabido, me recordará el día en que uno de los suyos no perdió contra un Amegakuriense —emitió un suspiro prolongado—. En fin, entre tú y yo, esa frase la empleaba con los de Kusa. Pero desde que nos hicisteis el favor de… ya sabes, reducirla a cenizas, me parecía de mal gusto seguir empleándola con ellos.
Tampoco esperaba que lo hiciese. El Uchiha hacía tiempo que se había labrado su mala reputación entre los de Amegakure, y no había tardado demasiado en llegar a la conclusión de que tendría muy difícil, por no decir imposible, poder llegar a limpiarla algún día.
Había hecho demasiadas cosas. Demasiadas tonterías.
Por eso llegó a una segunda conclusión: si no podía eliminarla, ¿por qué no matizarla? Estaba convencido de que no había ni un solo shinobi en Amegakure que no supiese ya su particular gusto por el dinero, y, si Ayame le había dado a la lengua, también por mentir. Esa desconfianza jamás podría sacudírsela de encima, pero, ¿y si en vez de tener fama de mentiroso, la tenía de mal mentiroso? Era un detalle sutil, quizá insignificante, pero si la gente se esperaba una perorata exagerada y apasionada por cada vez que mentía, quizá pudiese colar entre los más incautos una mentira de verdad cuando hablase de forma sosegada y calmada.
Por otra parte, Daruu, ajeno a todo el rompecabezas que se tenía montado el Uchiha en la cabeza, realizó la pregunta inevitable:
—¿Qué frase?
Pese a que sabía que se lo iba a preguntar, Datsue arqueó una ceja, como sorprendido.
—¡Más perdido que un Uzureño en combate, por supuesto! ¿Qué otra cosa iba a ser sino? —rio—. Pero ahora, cuando lo diga delante de un Uzureño resabido, me recordará el día en que uno de los suyos no perdió contra un Amegakuriense —emitió un suspiro prolongado—. En fin, entre tú y yo, esa frase la empleaba con los de Kusa. Pero desde que nos hicisteis el favor de… ya sabes, reducirla a cenizas, me parecía de mal gusto seguir empleándola con ellos.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado