29/10/2016, 12:50
— Pues no le guardaría rencor si lo hiciera, yo también huiría contigo.
Eri enrojeció, ocultando sus mejillas mientras miraba a otra parte utilizando su cabello como cortinas. No estaba acostumbrada a que la gente le dijese cosas así, y no supo si era para seguir su pequeña broma o totalmente en serio. ¡Qué difícil! ''Tranquila, seguro que era una pequeña broma...'' Se dijo a sí misma, suspirando para volver a conseguir que la sangre bajase de su cara.
Entonces Yoshi se subió al animal.
—¡Oh si! ¡Vamos allá!
Y sin decir nada más, la bestia se puso de nuevo de pie, sin ningún problema de peso entre las dos personas que lo montaban.
''¿Cómo lo controlará?'' Su mente se cuestionaba mientras comenzaba la carrera por entre los árboles del bosque, sorteando obstáculos y saltando cuando podían caerse. El corazón de Eri bombeaba a una velocidad increíble, sujetándose al león como si su vida fuese en ello para no caer y perderse la oportunidad de montar a aquel animal de tinta.
El viento hacía que cerrase la boca fuertemente y le costaba abrir los ojos, sin embargo los mantenía entrecerrados para no perderse el espectáculo que se cernía delante de ella, olvidándose de que el cabello podría estar golpeando al muchacho de Takigakure que se situaba detrás de él.
Y fue él quién la sacó del trance en el que se encontraba.
—Por cierto Eri-chan, ¿Quieres ir a un lugar en particular? — El artista preguntó y Eri frunció el ceño. ¿Quería ir a algún lugar? Pues ahora mismo no lo sabía, sinceramente. ¿A qué había venido? ¡Qué rabia! —Lo digo por si quieres que te acerque a algún sitio en particular.
— Ahora mismo ni me acuerdo a dónde me dirigía... — Admitió con un sentimiento de vergüenza en su interior. — Así que puedes llevarme donde quieras, ya que eres quien lleva las riendas. — Alegó, con una sonrisa.
Al menos iba a disfrutar del viaje.
Eri enrojeció, ocultando sus mejillas mientras miraba a otra parte utilizando su cabello como cortinas. No estaba acostumbrada a que la gente le dijese cosas así, y no supo si era para seguir su pequeña broma o totalmente en serio. ¡Qué difícil! ''Tranquila, seguro que era una pequeña broma...'' Se dijo a sí misma, suspirando para volver a conseguir que la sangre bajase de su cara.
Entonces Yoshi se subió al animal.
—¡Oh si! ¡Vamos allá!
Y sin decir nada más, la bestia se puso de nuevo de pie, sin ningún problema de peso entre las dos personas que lo montaban.
''¿Cómo lo controlará?'' Su mente se cuestionaba mientras comenzaba la carrera por entre los árboles del bosque, sorteando obstáculos y saltando cuando podían caerse. El corazón de Eri bombeaba a una velocidad increíble, sujetándose al león como si su vida fuese en ello para no caer y perderse la oportunidad de montar a aquel animal de tinta.
El viento hacía que cerrase la boca fuertemente y le costaba abrir los ojos, sin embargo los mantenía entrecerrados para no perderse el espectáculo que se cernía delante de ella, olvidándose de que el cabello podría estar golpeando al muchacho de Takigakure que se situaba detrás de él.
Y fue él quién la sacó del trance en el que se encontraba.
—Por cierto Eri-chan, ¿Quieres ir a un lugar en particular? — El artista preguntó y Eri frunció el ceño. ¿Quería ir a algún lugar? Pues ahora mismo no lo sabía, sinceramente. ¿A qué había venido? ¡Qué rabia! —Lo digo por si quieres que te acerque a algún sitio en particular.
— Ahora mismo ni me acuerdo a dónde me dirigía... — Admitió con un sentimiento de vergüenza en su interior. — Así que puedes llevarme donde quieras, ya que eres quien lleva las riendas. — Alegó, con una sonrisa.
Al menos iba a disfrutar del viaje.