5/11/2016, 17:49
El mudo parecía molesto y no era para menos, el propio Tatsuya también lo estaría de estar en su lugar, pero las circunstancias le habían obligado a recurrir a aquella marufia. Suspiró molesto, a él tampoco le agradaba la idea de compartir cuarto. Fue entonces que el mudo le entregó una nota escrita con palabras que al Takanashi le sonaron de lo más extrañas.
—No soy yo el que se debe preocupar. Mi consciencia esta tranquila. Solo sera una noche. Solo una.
"¿Nani? ¿Pero de que habla?... Y luego dicen que yo soy el melodramático."
El amegakuriense amargado subió a la habitación y el de ojos dispares no tenía más remedio que subir tras él. El cuarto era bastante pequeño, al punto que resultaba bastante caro para lo poco que ofrecían en aquel sitio. Si bien el había pagado de más aunque no lo hubiera hecho los precios en aquel lugar eran exorbitantes, probablemente ante la gran afluencia de gente los subieron para sacar algo más de ganancia.
"Como mínimo espero que la cena sea gratis. Ese especial de pescado con papas fritas de Coladragón no estaría mal, hace tiempo que estaba deseando probarlo"
El kenjutsero ignoró al chico que se había recostado, no tenía intención de hablarle, pues no quería empeorar más las cosas. Simplemente se limitó a sentarse en el borde, sacar el trapo que siempre lleva consigo y entonces desenvainar su ninjatō para cumplir con su ritualesca costumbre de darle mantenimiento al arma. Con cada pasada sentía como si poco a poco la necesidad y la frustración se iba. Aunque a la larga aquella maña no era distinta de una adicción a una droga, no le importaba lo que la gente pensara de eso.
"Luego iré a darme una ducha caliente, ya me hace falta"
—No soy yo el que se debe preocupar. Mi consciencia esta tranquila. Solo sera una noche. Solo una.
"¿Nani? ¿Pero de que habla?... Y luego dicen que yo soy el melodramático."
El amegakuriense amargado subió a la habitación y el de ojos dispares no tenía más remedio que subir tras él. El cuarto era bastante pequeño, al punto que resultaba bastante caro para lo poco que ofrecían en aquel sitio. Si bien el había pagado de más aunque no lo hubiera hecho los precios en aquel lugar eran exorbitantes, probablemente ante la gran afluencia de gente los subieron para sacar algo más de ganancia.
"Como mínimo espero que la cena sea gratis. Ese especial de pescado con papas fritas de Coladragón no estaría mal, hace tiempo que estaba deseando probarlo"
El kenjutsero ignoró al chico que se había recostado, no tenía intención de hablarle, pues no quería empeorar más las cosas. Simplemente se limitó a sentarse en el borde, sacar el trapo que siempre lleva consigo y entonces desenvainar su ninjatō para cumplir con su ritualesca costumbre de darle mantenimiento al arma. Con cada pasada sentía como si poco a poco la necesidad y la frustración se iba. Aunque a la larga aquella maña no era distinta de una adicción a una droga, no le importaba lo que la gente pensara de eso.
"Luego iré a darme una ducha caliente, ya me hace falta"