15/11/2016, 18:45
El objeto metálico que se encontraba enterrado en la kunoichi de pronto la abandonó, y su agresor pareció distanciarse un poco de la tortura que la estaba dando. Eri quiso pegar un chillido de sorpresa, pero su voz no estaba preparada para acudir tan pronto a su garganta.
''¿Por qué...?''
Entonces sintió como la herida se cerraba, y la sangre que intentaba reprimir era totalmente limpiada por algo invisible que hizo un gran trabajo, pues ya ni había rastro del líquido carmesí. La chica se sintió eufórica, incluso dispuesta a luchar y... Entonces volvió a sentirse pequeña de nuevo. Porque, ¿no había logrado clavarla un cuchillo antes? ¿Que le impedía hacerlo ahora de nuevo?
Mejor aprovechar los segundos que podían salvarle la vida.
Con suavidad fue apoyando su espalda a la pared, levantándose lentamente; intentando que su agresor no se diera la vuelta y la descubriese con las manos en la masa, luego, sin girar su vista; palpó con su mano izquierda la puerta que tenía detrás para dar con el pomo e intentar abrirla.
Esperando que fuese su billete de huida.
''¿Por qué...?''
Entonces sintió como la herida se cerraba, y la sangre que intentaba reprimir era totalmente limpiada por algo invisible que hizo un gran trabajo, pues ya ni había rastro del líquido carmesí. La chica se sintió eufórica, incluso dispuesta a luchar y... Entonces volvió a sentirse pequeña de nuevo. Porque, ¿no había logrado clavarla un cuchillo antes? ¿Que le impedía hacerlo ahora de nuevo?
Mejor aprovechar los segundos que podían salvarle la vida.
Con suavidad fue apoyando su espalda a la pared, levantándose lentamente; intentando que su agresor no se diera la vuelta y la descubriese con las manos en la masa, luego, sin girar su vista; palpó con su mano izquierda la puerta que tenía detrás para dar con el pomo e intentar abrirla.
Esperando que fuese su billete de huida.