23/11/2016, 19:30
Mientras la kunoichi anunciaba el posible plan de acción a ejecutar, el shinobi se tomaba por momentos uno o dos segundos para ir comprobando con su vista que la cantidad de capsulas coincidiera con el enunciado. Ante todo evitaba perder el contacto visual con la chica para que no pensara que la estaba ignorando, para nada era la idea.
Una de las cosas que había llegado a aprender en aquel año fue justamente a moverse por la aldea sin perderse, ya no era un niño pequeño para estar dependiendo de un mayor para ubicarse en aquella urbe. Por esa razón fue capaz de interpretar al pie de la letra el recorrido que la chica estaba armando prácticamente en tiempo real.
Si, suena bastante bien.
Contestó acompañando sus palabras con un ligero movimiento de su cabeza. Seguidamente la kunoichi expresaría su voluntad de iniciar el reparto en caso de que todo estuviese en su lugar.
Todo parece en orden, tenemos la carga y el curso a seguir. Levantemos el ancla y zarpemos.
Ciertamente no existía ancla alguna que mantuviese en su lugar aquel carro pero la idea seguro se entendía. Mogura se colocaría de un lado de la barra, procurando dejarle un espacio a su compañera y amiga. Un detalle a notar era que el paraguas del muchacho estaba colgado en uno de los bordes del vehículo, cerrado.
Una de las cosas que había llegado a aprender en aquel año fue justamente a moverse por la aldea sin perderse, ya no era un niño pequeño para estar dependiendo de un mayor para ubicarse en aquella urbe. Por esa razón fue capaz de interpretar al pie de la letra el recorrido que la chica estaba armando prácticamente en tiempo real.
Si, suena bastante bien.
Contestó acompañando sus palabras con un ligero movimiento de su cabeza. Seguidamente la kunoichi expresaría su voluntad de iniciar el reparto en caso de que todo estuviese en su lugar.
Todo parece en orden, tenemos la carga y el curso a seguir. Levantemos el ancla y zarpemos.
Ciertamente no existía ancla alguna que mantuviese en su lugar aquel carro pero la idea seguro se entendía. Mogura se colocaría de un lado de la barra, procurando dejarle un espacio a su compañera y amiga. Un detalle a notar era que el paraguas del muchacho estaba colgado en uno de los bordes del vehículo, cerrado.