28/11/2016, 17:00
—Una semana, vaya. Que puedas mantener una técnica durante tanto tiempo es bastante notable, seguro eres un shinobi muy fuerte. Que suerte que no estamos en guerra: ¿verdad? —bromeó entre risas—.
Gracias, gracias. Agradecí el cumplido de mi interlocutor con una gentil reverencia. -Y que lo digas...las considero un verdadero despropósito...una fracaso diplomático que siempre pagan los mismos, los que menos culpa tienen vaya. Y le dí toda la razón a su segundo comentario. Si había algo que despreciara Yoshimitsu, eran las guerras, y hablar de ellas era la forma más fácil de sacarlo de sus casillas.
no me sería sencillo tener que pelear con dos adversarios al mismo tiempo.
-Hombre pues... Alguien interrumpió la respuesta que quería darle a Jin cuando me dijo aquello. Algo que también me molestaba bastante. Pero al tratarse en cierto modo de la autoridad del lugar, además de ser una persona más adulta que nosotros, para hacer presente la educación que presumía tener. No tuve más remedio que escuchar a aquel señor con sosiego.
—Tú, niño. ¿Qué no has leído las normas para los visitantes? —le advirtió con tono severo—. está terminantemente prohibido el uso del chakra dentro de las instalaciones del museo. ¡Deshaz tu técnica o tendré que llamar a los guardias!
Obviamente no leí nada de normas Pensé hacía mis adentros molesto, claro síntoma fue que se me arrugó el ceño, al tener que aguantar el mal humor de aquel hombre.
Me giré hacía aquel señor, que dejando a un lado que fuera ciertamente la autoridad del lugar, si algo sabía era que no quería problemas de ningún tipo.
Hice una reverencia de disculpa y dije intentando emular cierta sensación de culpa. -Sinceramente no leí nada sobre normas, ruego me disculpe por mi desconocimiento. Pero si me permite, optaré por la tercera opción, me marcharé de inmediato, pues no pienso arruinar mi entrenamiento bajo ningún concepto buen señor.
Me giré nuevamente hacía Jin con cierto semblante de decepción. -Bueno Jin, ha sido un placer conocerte. Pero bueno, debo marcharme por causas de fuerza mayor.
Viejo amargado...
-De todos modos, estaré en la taberna que hay a la entrada de la ciudad, por si cuando acabes de visitar el museo te apetece tomar algo en compañía... Dejé aquello en el aire.
Gracias, gracias. Agradecí el cumplido de mi interlocutor con una gentil reverencia. -Y que lo digas...las considero un verdadero despropósito...una fracaso diplomático que siempre pagan los mismos, los que menos culpa tienen vaya. Y le dí toda la razón a su segundo comentario. Si había algo que despreciara Yoshimitsu, eran las guerras, y hablar de ellas era la forma más fácil de sacarlo de sus casillas.
no me sería sencillo tener que pelear con dos adversarios al mismo tiempo.
-Hombre pues... Alguien interrumpió la respuesta que quería darle a Jin cuando me dijo aquello. Algo que también me molestaba bastante. Pero al tratarse en cierto modo de la autoridad del lugar, además de ser una persona más adulta que nosotros, para hacer presente la educación que presumía tener. No tuve más remedio que escuchar a aquel señor con sosiego.
—Tú, niño. ¿Qué no has leído las normas para los visitantes? —le advirtió con tono severo—. está terminantemente prohibido el uso del chakra dentro de las instalaciones del museo. ¡Deshaz tu técnica o tendré que llamar a los guardias!
Obviamente no leí nada de normas Pensé hacía mis adentros molesto, claro síntoma fue que se me arrugó el ceño, al tener que aguantar el mal humor de aquel hombre.
Me giré hacía aquel señor, que dejando a un lado que fuera ciertamente la autoridad del lugar, si algo sabía era que no quería problemas de ningún tipo.
Hice una reverencia de disculpa y dije intentando emular cierta sensación de culpa. -Sinceramente no leí nada sobre normas, ruego me disculpe por mi desconocimiento. Pero si me permite, optaré por la tercera opción, me marcharé de inmediato, pues no pienso arruinar mi entrenamiento bajo ningún concepto buen señor.
Me giré nuevamente hacía Jin con cierto semblante de decepción. -Bueno Jin, ha sido un placer conocerte. Pero bueno, debo marcharme por causas de fuerza mayor.
Viejo amargado...
-De todos modos, estaré en la taberna que hay a la entrada de la ciudad, por si cuando acabes de visitar el museo te apetece tomar algo en compañía... Dejé aquello en el aire.