5/12/2016, 00:34
La treta de la kunoichi de Amegakure estalló en una salva de agua que le empapó. Giró el rostro a tiempo para ver a la auténtica, que había salido al pasillo formulando un sello.
—¡MMMMAAALDITAAA...! —casi vociferó.
—¡Suiton: Suigadan!
El resto del agua se retorció y giró a toda velocidad, atravesándole el vientre de parte a parte. Kabocha gimió un aullido gutural y escupió una masa de sangre que se esparció por la pared formando una palabra. Ayame no pudo prestarle atención en ese momento.
—Hija... de...
Kabocha sonrió. Se arrastró hacia ella lentamente, sangrante, con un boquete de muy mal aspecto en el estómago...
...Eri corrió todo lo que pudo, y salió al pasillo justo cuando el de pelo de color de paja se derrumbaba en el suelo del hotel.
Ahora estaban solas. Y las letras de la pared rezaban:
VOLVERÉ
—¡MMMMAAALDITAAA...! —casi vociferó.
—¡Suiton: Suigadan!
El resto del agua se retorció y giró a toda velocidad, atravesándole el vientre de parte a parte. Kabocha gimió un aullido gutural y escupió una masa de sangre que se esparció por la pared formando una palabra. Ayame no pudo prestarle atención en ese momento.
—Hija... de...
Kabocha sonrió. Se arrastró hacia ella lentamente, sangrante, con un boquete de muy mal aspecto en el estómago...
...Eri corrió todo lo que pudo, y salió al pasillo justo cuando el de pelo de color de paja se derrumbaba en el suelo del hotel.
Ahora estaban solas. Y las letras de la pared rezaban:
VOLVERÉ