1/06/2015, 15:56
Daruu estaba consiguiendo contagiarle aquel éxtasis. Con aquel desparpajo, aquellas carcajadas y aquellos comentarios taimados, los labios de Ayame se curvaron en una media sonrisa cuando un extraño cosquilleo comenzó a aletear en su pecho.
«¿Qué es esto? Nunca he sentido algo así en un combate...» Estaba ciertamente confundida, pero no podía dejarse distraer por algo tan nimio. Y tampoco estaba segura de que fuera buena idea dejarse llevar por aquel sentimiento; pero...
Daruu volvió a reírse, y cuando alegó que deberían descubrir sus secretos luchando, la sonrisa de Ayame no pudo sino ensancharse aún más.
—¡Muy bien entonces! ¡Averiguaré por las malas si es fuego o ceniza lo que corre por tus venas!
Su oponente se echó la mano hacia la espalda, y Ayame tensó todos los músculos del cuerpo al ver cómo extraía un peligroso bastón de madera con una notable longitud. La kunoichi frunció ligeramente el ceño, aquel arma, además de lo peligrosa que era de por sí, le otorgaba un alcance notoriamente mayor. Le venía bien no tener que acercarse a una distancia demasiado cercana al shinobi para que no volviera a usar sus llamas, pero ahora tenía algo más de lo que estar pendiente para no resultar malherida.
«Menos mal que soy una Hōzuki.» Un extraño cosquilleo hormigueaba en su mejilla. Ayame no era consciente de ello, pero la quemadura que le había infligido Daruu con su anterior bofetada ya había comenzado a curarse.
Daruu arremetió repentinamente contra ella, sujetando el arma con ambas manos desde su extremo. Saltaba a la vista que pensaba golpear con el otro, por lo que Ayame esperó pacientemente al momento adecuado con el corazón palpitándole con fuerza en el pecho y las manos muy próximas entre sí. En el momento en el que el shinobi movió el jō y lo dirigió hacia su rostro, la muchacha terminó de flexionar las rodillas y sus manos se entrelazaron en una rápida secuencia de gestos al tiempo que el bastón pasaba por encima de su cabeza.
Dragón. Tigre. Liebre.
—¡Suiton: Mizurappa! —un potente chorro de agua a presión surgió repentinamente de entre sus labios y buscó el torso de su oponente. A aquella escasa distancia, y con las dos manos ocupadas con el jō, Ayame esperaba que no tuviera demasiadas oportunidades para evitar el ataque y se viera empujado de nuevo hacia atrás.
• PV: 55
• CK: 73 (-12CK)(+100 CK del Gobi)
• Inventario: Hilo shinobi, Kunai, Senbon x5, Shuriken x2
• Daños recibidos
-
• Daños ocasionados
Suiton: Mizurappa: 20 PV
Suika no Jutsu activado
«¿Qué es esto? Nunca he sentido algo así en un combate...» Estaba ciertamente confundida, pero no podía dejarse distraer por algo tan nimio. Y tampoco estaba segura de que fuera buena idea dejarse llevar por aquel sentimiento; pero...
Daruu volvió a reírse, y cuando alegó que deberían descubrir sus secretos luchando, la sonrisa de Ayame no pudo sino ensancharse aún más.
—¡Muy bien entonces! ¡Averiguaré por las malas si es fuego o ceniza lo que corre por tus venas!
Su oponente se echó la mano hacia la espalda, y Ayame tensó todos los músculos del cuerpo al ver cómo extraía un peligroso bastón de madera con una notable longitud. La kunoichi frunció ligeramente el ceño, aquel arma, además de lo peligrosa que era de por sí, le otorgaba un alcance notoriamente mayor. Le venía bien no tener que acercarse a una distancia demasiado cercana al shinobi para que no volviera a usar sus llamas, pero ahora tenía algo más de lo que estar pendiente para no resultar malherida.
«Menos mal que soy una Hōzuki.» Un extraño cosquilleo hormigueaba en su mejilla. Ayame no era consciente de ello, pero la quemadura que le había infligido Daruu con su anterior bofetada ya había comenzado a curarse.
Daruu arremetió repentinamente contra ella, sujetando el arma con ambas manos desde su extremo. Saltaba a la vista que pensaba golpear con el otro, por lo que Ayame esperó pacientemente al momento adecuado con el corazón palpitándole con fuerza en el pecho y las manos muy próximas entre sí. En el momento en el que el shinobi movió el jō y lo dirigió hacia su rostro, la muchacha terminó de flexionar las rodillas y sus manos se entrelazaron en una rápida secuencia de gestos al tiempo que el bastón pasaba por encima de su cabeza.
Dragón. Tigre. Liebre.
—¡Suiton: Mizurappa! —un potente chorro de agua a presión surgió repentinamente de entre sus labios y buscó el torso de su oponente. A aquella escasa distancia, y con las dos manos ocupadas con el jō, Ayame esperaba que no tuviera demasiadas oportunidades para evitar el ataque y se viera empujado de nuevo hacia atrás.
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☾ ~Estado de Ayame~ ☽
☾ ~Estado de Ayame~ ☽
• PV: 55
• CK: 73 (-12CK)(+100 CK del Gobi)
• Inventario: Hilo shinobi, Kunai, Senbon x5, Shuriken x2
• Daños recibidos
-
• Daños ocasionados
Suiton: Mizurappa: 20 PV