7/12/2016, 16:17
Con un gesto de su cabeza, la kunoichi dio el visto bueno a lo dicho por el joven médico pero también sugirió que fuese después de finalizar la entrega del resto de los encargos, razón no le faltaba, pues estarían hasta el día siguiente con el carro si no se manejaban de forma eficiente. Su comentario final le hizo levantar la frente y mirarla a los ojos, tenía razón en que aún eran jóvenes y que probablemente no sería mas que una broma mala lo que había hecho pero que ante todo no debía martirizarse por lo ocurrido.
Te lo agradezco, Kato-chan. Cuando terminemos la misión voy a pasar por ese lugar de nuevo.
En el rostro del muchacho se podía vislumbrar una ligera sonrisa, apreciaba el ánimo que le había dado la peliblanca con aquellas palabras fuese o no esa la intención.
La Sarutobi no demoraría mucho mas en señalar con su dedo la ubicación de su siguiente cliente, está vez no sería un departamento en un edificio anónimo de Amegakure sino que sería un local comercial con un nombre en un idioma que le sonaba de algún lado pero no lograba recordar exactamente de donde.
¡Seguro que si!
Contestó con una notable sonrisa en el rostro, como si lo dicho por la muchacha y su sonrisa misma le hubiesen terminado de animar. Ante todo parecía que podían apoyarse en momentos complicados, sumado a su capacidad de comunicación parecía dar como resultado una buena asociación entre los dos genin.
¿Qué pidió este cliente?
Consultó Mogura mientras colocaba una de sus palmas a la altura de su frente para cubrir su vista de la lluvia y tener una mejor vista del negocio. Al hacer eso pudo notar que había un par de macetas al otro lado de la vidriera, un arreglo floral con flores blancas y amarillas se encontraba en una de ellas pero la otra parecía estar vacía.
Mira, en la entrada, falta una planta. ¿Habrán pedido una nueva?
Dijo al cabo de unos segundos, suficientes como para haberle dado la oportunidad a su compañera de revisar el papel con los datos de los clientes.
Te lo agradezco, Kato-chan. Cuando terminemos la misión voy a pasar por ese lugar de nuevo.
En el rostro del muchacho se podía vislumbrar una ligera sonrisa, apreciaba el ánimo que le había dado la peliblanca con aquellas palabras fuese o no esa la intención.
La Sarutobi no demoraría mucho mas en señalar con su dedo la ubicación de su siguiente cliente, está vez no sería un departamento en un edificio anónimo de Amegakure sino que sería un local comercial con un nombre en un idioma que le sonaba de algún lado pero no lograba recordar exactamente de donde.
¡Seguro que si!
Contestó con una notable sonrisa en el rostro, como si lo dicho por la muchacha y su sonrisa misma le hubiesen terminado de animar. Ante todo parecía que podían apoyarse en momentos complicados, sumado a su capacidad de comunicación parecía dar como resultado una buena asociación entre los dos genin.
¿Qué pidió este cliente?
Consultó Mogura mientras colocaba una de sus palmas a la altura de su frente para cubrir su vista de la lluvia y tener una mejor vista del negocio. Al hacer eso pudo notar que había un par de macetas al otro lado de la vidriera, un arreglo floral con flores blancas y amarillas se encontraba en una de ellas pero la otra parecía estar vacía.
Mira, en la entrada, falta una planta. ¿Habrán pedido una nueva?
Dijo al cabo de unos segundos, suficientes como para haberle dado la oportunidad a su compañera de revisar el papel con los datos de los clientes.