10/12/2016, 13:22
Cuando logró escapar al pasillo fue capaz de ver cómo Ayame acababa con aquella criatura que amenazaba con acabar su corta vida, haciendo que éste cayese al suelo de lo que podía ser su habitación. El corazón acelerado hacía que la joven no dejase de jadear por el momento vivido, y aún sin saber si aquel ser solo fingía o de verdad había caído redondo, se acercó lentamente a Ayame.
—Eri... —Susurró la kunoichi de Ame, haciendo que la pequeña sonriese un poco, la voz de la joven era la misma... —. Menos mal que estás bi...
Pero el amago de sonrisa se borró inmediatamente de los labios de la huérfana, pues en la pared, escrito con sangre, se leía:
—Oh, no... Tenemos que irnos de aquí, ¡ya mismo! ¡Kōri!
— ¡Sí! — Exclamó con voz ronca mientras se apresuraba a meterse de nuevo en la habitación y sacar al otro bulto que reposaba sobre la otra cama, intentando que el tiempo fuese lo más reducido posible.
Lo único que quería era salir de allí, no le importaba dormir en aquellos instantes, ni si quiera descansar o pensar en cerrar los ojos por unos momentos; no, ella necesitaba salir corriendo de aquel lugar y no regresar jamás, al menos no a aquella posada.
—Eri... —Susurró la kunoichi de Ame, haciendo que la pequeña sonriese un poco, la voz de la joven era la misma... —. Menos mal que estás bi...
Pero el amago de sonrisa se borró inmediatamente de los labios de la huérfana, pues en la pared, escrito con sangre, se leía:
VOLVERÉ
—Oh, no... Tenemos que irnos de aquí, ¡ya mismo! ¡Kōri!
— ¡Sí! — Exclamó con voz ronca mientras se apresuraba a meterse de nuevo en la habitación y sacar al otro bulto que reposaba sobre la otra cama, intentando que el tiempo fuese lo más reducido posible.
Lo único que quería era salir de allí, no le importaba dormir en aquellos instantes, ni si quiera descansar o pensar en cerrar los ojos por unos momentos; no, ella necesitaba salir corriendo de aquel lugar y no regresar jamás, al menos no a aquella posada.