18/12/2016, 18:21
Kazuma dormía plácidamente, demostrando que su calma habitual le acompañaba incluso en sueños. Habían pasado unas cuantas horas desde que había quedado inconsciente por el excesivo uso de chakra. Ahora, recién comenzaba a recuperar la conciencia, alentado por los cálidos rayos del sol que cubrían su maltrecho y agotado cuerpo.
«¿Qué era lo que estaba haciendo?» Se preguntó, confuso.
Desmayarse por haber utilizado un jutsu cuando las reservas de chakra son casi nulas le resultaba una sensación terrible y poco familiar: No era como dormir, pues se despertaba cansado, mareado y con la mente aturdida, similar a cuando las personas han bebido demasiado licor y a la mañana siguiente se encuentran con el embate de la resaca.
—Tatsuya… —articulo, a media voz, mientras sus sentidos recobraban su funcionamiento normal.
Aún aturdido y tembloroso, logró apoyarse en el suelo rocoso y reclinarse en una roca. Para cuando pudo abrir bien los ojos, el sol ya tenía un brillo impresionante. Se fijó en que no solo ya no estaban en la cueva, sino que también el astro rey aún se estaba levantando de entre las arenas…
—Cielos. Parece que hemos pasado parte de ayer y toda la noche en aquella grieta —dijo dejando caer la cabeza hacia atrás, pues aun estaba un poco mareado—. Dime, ¿Te encuentras mejor, Tatsuya? —preguntó, casualmente.
«¿Qué era lo que estaba haciendo?» Se preguntó, confuso.
Desmayarse por haber utilizado un jutsu cuando las reservas de chakra son casi nulas le resultaba una sensación terrible y poco familiar: No era como dormir, pues se despertaba cansado, mareado y con la mente aturdida, similar a cuando las personas han bebido demasiado licor y a la mañana siguiente se encuentran con el embate de la resaca.
—Tatsuya… —articulo, a media voz, mientras sus sentidos recobraban su funcionamiento normal.
Aún aturdido y tembloroso, logró apoyarse en el suelo rocoso y reclinarse en una roca. Para cuando pudo abrir bien los ojos, el sol ya tenía un brillo impresionante. Se fijó en que no solo ya no estaban en la cueva, sino que también el astro rey aún se estaba levantando de entre las arenas…
—Cielos. Parece que hemos pasado parte de ayer y toda la noche en aquella grieta —dijo dejando caer la cabeza hacia atrás, pues aun estaba un poco mareado—. Dime, ¿Te encuentras mejor, Tatsuya? —preguntó, casualmente.