20/12/2016, 00:09
(Última modificación: 20/12/2016, 00:22 por Uchiha Datsue.)
—Cuantas... ¿aspas? ¿Y eso a qué... viene?
Porque pienso robárselas. Por suerte, esta vez evitó que su lengua le diese voz a sus pensamientos. Eso y porque…
—Cinco. Tenía cinco.
Las palabras de Daruu le sentaron como una bofetada. Cuando consiguió asimilarlas, abrió tanto la boca que casi se le desencaja.
—¿Eeeeehhh? ¿Cinco? ¡¿Cinco JODIDAS aspas?! —Haber crecido con unos padres adoptivos no le había, desde luego, ayudado a poseer grandes conocimientos sobre su clan. No obstante, Datsue siempre había creído que el límite estaba en tres, y que muchos ni siquiera pasaban de dos—. Yo tengo tres… ¡y me costó la vida conseguirlo! —protestó, y como para probar sus palabras, se señaló los ojos, donde el sharingan de tres aspas surgió por unos instantes, iluminando su mirada—. Y ese… rubio egocéntrico, ¡Uzureño para más inri!, ¿tiene cinco?
Se miró las palmas de las manos, todavía sin poder creérselo. Sin querer creérselo. ¿Cómo era posible que un Uzureño le hubiese ganado la partida de tal manera, y de forma tan contundente?
B-bueno. Quizá los Uzureños no sean tan malos después de todo, ¿no? Me he acostumbrado a hacer tantas bromas sobre ellos que al final he acabado interiorizando que son un desastre como ninjas, pero… Joder, cinco aspas. ¿Cómo es posible? En el mercado negro deben pagar una fortuna por esos ojos…
Sí... Una verdadera fortuna...
Porque pienso robárselas. Por suerte, esta vez evitó que su lengua le diese voz a sus pensamientos. Eso y porque…
—Cinco. Tenía cinco.
Las palabras de Daruu le sentaron como una bofetada. Cuando consiguió asimilarlas, abrió tanto la boca que casi se le desencaja.
—¿Eeeeehhh? ¿Cinco? ¡¿Cinco JODIDAS aspas?! —Haber crecido con unos padres adoptivos no le había, desde luego, ayudado a poseer grandes conocimientos sobre su clan. No obstante, Datsue siempre había creído que el límite estaba en tres, y que muchos ni siquiera pasaban de dos—. Yo tengo tres… ¡y me costó la vida conseguirlo! —protestó, y como para probar sus palabras, se señaló los ojos, donde el sharingan de tres aspas surgió por unos instantes, iluminando su mirada—. Y ese… rubio egocéntrico, ¡Uzureño para más inri!, ¿tiene cinco?
Se miró las palmas de las manos, todavía sin poder creérselo. Sin querer creérselo. ¿Cómo era posible que un Uzureño le hubiese ganado la partida de tal manera, y de forma tan contundente?
B-bueno. Quizá los Uzureños no sean tan malos después de todo, ¿no? Me he acostumbrado a hacer tantas bromas sobre ellos que al final he acabado interiorizando que son un desastre como ninjas, pero… Joder, cinco aspas. ¿Cómo es posible? En el mercado negro deben pagar una fortuna por esos ojos…
Sí... Una verdadera fortuna...
1 AO
–¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado