3/06/2015, 16:28
El paso del tiempo fue inmisericorde, pues apenas quedaba nada de aquella época olvidada, apenas sobrevivió el hueso y el polvo. Lo único que se había conservado con rigor, era la roca de aquel sótano que como bien acababa de decir Masa, antaño sería una especie de refugio para resistir verdaderas catástrofes.
-Es muy probable de que se tratara de eso, sin duda. Luego me llamó la atención cuando comentó lo de los cadáveres, muy improbable sería encontrar algo descomponiéndose de aquella época. -Dudo que encontremos nada descompuesto, un cadáver adulto tarda unos veinticinco años en descomponerse como máximo, y si estos cadáveres son de la guerra de Konoha, han pasado casi ocho veces más tiempo.
Y remató la frase preocupándose por mi "¿Demasiado para mí? Por favor, no me hagas reír" Mientras seguía buscando aquella cosa que me hizo encontrar este lugar, removí un poco el suelo que quedó un poco turbio tras la explosión. -No te preocupes por mi, tengo bastante sangre fría. Casi tanto como una serpiente, pero procuraba aparentar que era más humano que un reptil.
Finalmente apareció -Aja! Exclamé. -Creo que aquí está lo que me llamó la atención. Me agaché y llevé mis manos al suelo, las introduje entre los escombros y el polvo para agarrar aquello, parecía metálico. -Te tengo!.
Me incorporé y examiné lo que acababa de adquirir, estaba recubierto de polvo. Soplé y lo sacudí un poco para poder ver entre la porquería. -Oh! sin duda es una reliquia. Volví a exclamar.
Todo era muy emocionante en aquel lugar, pues estábamos descubriendo un poco de historia. El hallazgo era lo que en su día fue la placa metálica de un hitai-ate de Konoha, estaba bastanate oxidado pero se podía apreciar con claridad el símbolo de Konoha sin lugar a dudas. Me acerqué a Masa, extendí mi brazo hacía él y le ofrecí aquella placa. -Toma, supongo que te pertenece. Probablemente esto sea lo más cerca que habrá estado de tus antepasados. Debe haber muy pocas, por lo que supongo que tendrá muchísimo valor.
De mientras, Masa había descubierto lo que antaño fue una puerta muy difícil de traspasar sin la debida llave, sin embargo, ahora solo era una sombra de lo que fue. La carcoma y el paso de los años apenas habían dejado el cuerpo, pero sin duda dentro de esa madera, solo había aire y nada más. Un leve empujón y la puerta cedería y muy seguramente se desharía en nuestras manos. -Pufff, esa puerta de un empujón se desintegra. Podrías ir a abrirla ya que has sido su descubridor.
No tenía muchas ganas de mancharme, además Masa también tenía que ser protagonista del hallazgo. Si había una puerta quizás podríamos encontrar más, y eso me hizo pensar que nuestro pequeño descubrimiento sería más majestuoso que lo que había imaginado en un primer momento.
-Vamos hombre no seas tímido. Insití
-Es muy probable de que se tratara de eso, sin duda. Luego me llamó la atención cuando comentó lo de los cadáveres, muy improbable sería encontrar algo descomponiéndose de aquella época. -Dudo que encontremos nada descompuesto, un cadáver adulto tarda unos veinticinco años en descomponerse como máximo, y si estos cadáveres son de la guerra de Konoha, han pasado casi ocho veces más tiempo.
Y remató la frase preocupándose por mi "¿Demasiado para mí? Por favor, no me hagas reír" Mientras seguía buscando aquella cosa que me hizo encontrar este lugar, removí un poco el suelo que quedó un poco turbio tras la explosión. -No te preocupes por mi, tengo bastante sangre fría. Casi tanto como una serpiente, pero procuraba aparentar que era más humano que un reptil.
Finalmente apareció -Aja! Exclamé. -Creo que aquí está lo que me llamó la atención. Me agaché y llevé mis manos al suelo, las introduje entre los escombros y el polvo para agarrar aquello, parecía metálico. -Te tengo!.
Me incorporé y examiné lo que acababa de adquirir, estaba recubierto de polvo. Soplé y lo sacudí un poco para poder ver entre la porquería. -Oh! sin duda es una reliquia. Volví a exclamar.
Todo era muy emocionante en aquel lugar, pues estábamos descubriendo un poco de historia. El hallazgo era lo que en su día fue la placa metálica de un hitai-ate de Konoha, estaba bastanate oxidado pero se podía apreciar con claridad el símbolo de Konoha sin lugar a dudas. Me acerqué a Masa, extendí mi brazo hacía él y le ofrecí aquella placa. -Toma, supongo que te pertenece. Probablemente esto sea lo más cerca que habrá estado de tus antepasados. Debe haber muy pocas, por lo que supongo que tendrá muchísimo valor.
De mientras, Masa había descubierto lo que antaño fue una puerta muy difícil de traspasar sin la debida llave, sin embargo, ahora solo era una sombra de lo que fue. La carcoma y el paso de los años apenas habían dejado el cuerpo, pero sin duda dentro de esa madera, solo había aire y nada más. Un leve empujón y la puerta cedería y muy seguramente se desharía en nuestras manos. -Pufff, esa puerta de un empujón se desintegra. Podrías ir a abrirla ya que has sido su descubridor.
No tenía muchas ganas de mancharme, además Masa también tenía que ser protagonista del hallazgo. Si había una puerta quizás podríamos encontrar más, y eso me hizo pensar que nuestro pequeño descubrimiento sería más majestuoso que lo que había imaginado en un primer momento.
-Vamos hombre no seas tímido. Insití