6/06/2015, 13:12
(Última modificación: 6/06/2015, 13:13 por Aotsuki Ayame.)
Sin embargo, el plan no salió tan y como lo había pensado.
Daruu arrojó dos shuriken para contrarrestar los suyos, y Ayame chasqueó la lengua, visiblemente molesta. Las armas se repelieron mutuamente en mitad del aire con un característico tintineo metálico, y las estrellas de Ayame terminaron por caer al suelo enredadas en aquel hilo que había estado conectando sus núcleos para tratar de abrazar a su oponente si intentaba esquivarlas de alguna manera.
«Ha sido una jugada arriesgada» Se dijo, y detuvo su avance en seco con las manos aún próximas entre sí.
Las llamas volvieron a danzar en la pierna de Daruu y con una súbita patada, una línea de fuego comenzó a avanzar hacia ella a toda velocidad por la húmeda hierba.
«¡Esto no es bueno!»
Ayame se echó hacia un lado con un salto. Pero, cuando las llamas alcanzaron su posición, un géiser se fuego rompió la tierra con un escalofriante crujido y se alzó ante sus estupefactos ojos en un mortífero remolino de fuego.
—Qu... ¿¡Qué es eso!? ¡Casi me evaporas! —exclamó, alarmada. Una gota de sudor frío resbaló por su sien cuando volvió su atención a Daruu. Ya había descubierto que el muchacho era puro fuego, pero de verdad no esperaba que poseyera unas técnicas tan terroríficas. En un gesto inconsciente, se llevó la mano a la mejilla herida, pero se sorprendió al ver que ya no había herida que palpar.
Frunció el ceño, ligeramente extrañada y al mismo tiempo preocupada. Ya había mostrado todas sus cartas, ¿con qué podría sorprender a alguien tan hábil como era Daruu? Si se acercaba cuerpo a cuerpo recibiría una nueva quemadura por su extraña habilidad, y él ya conocía la suya propia; tampoco se fiaría de las armas que le arrojara, y ya le había mostrado la única técnica acuática que conocía. Volvió a chasquear la lengua, con un ligero quemazón en la garganta, y entonces volvió a unir las manos.
Dragón. Tigre. Liebre.
—¡Suiton: Mizurappa!
El chorro de agua a presión volvió a surgir de los labios de la kunoichi, buscando el torso de su oponente. Un ataque muy básico directo que escondía una pequeña sorpresa, pues Ayame había sacado dos senbon de su portaobjetos para arrojarlos hacia donde quiera que se moviera Daruu para evitar el ataque...
• PV: 33
• CK: 61 (-12CK) (+100 CK del Gobi)
• Inventario: Hilo shinobi, Kunai, Senbon x5
• Daños recibidos
-
• Daños ocasionados
Mizurappa: 12 PV
Senbon: 4 PV/impacto
Suika no Jutsu activado
1 AO revelada: Hilo ninja atando los dos shuriken lanzados.
1 AO
Daruu arrojó dos shuriken para contrarrestar los suyos, y Ayame chasqueó la lengua, visiblemente molesta. Las armas se repelieron mutuamente en mitad del aire con un característico tintineo metálico, y las estrellas de Ayame terminaron por caer al suelo enredadas en aquel hilo que había estado conectando sus núcleos para tratar de abrazar a su oponente si intentaba esquivarlas de alguna manera.
«Ha sido una jugada arriesgada» Se dijo, y detuvo su avance en seco con las manos aún próximas entre sí.
Las llamas volvieron a danzar en la pierna de Daruu y con una súbita patada, una línea de fuego comenzó a avanzar hacia ella a toda velocidad por la húmeda hierba.
«¡Esto no es bueno!»
Ayame se echó hacia un lado con un salto. Pero, cuando las llamas alcanzaron su posición, un géiser se fuego rompió la tierra con un escalofriante crujido y se alzó ante sus estupefactos ojos en un mortífero remolino de fuego.
—Qu... ¿¡Qué es eso!? ¡Casi me evaporas! —exclamó, alarmada. Una gota de sudor frío resbaló por su sien cuando volvió su atención a Daruu. Ya había descubierto que el muchacho era puro fuego, pero de verdad no esperaba que poseyera unas técnicas tan terroríficas. En un gesto inconsciente, se llevó la mano a la mejilla herida, pero se sorprendió al ver que ya no había herida que palpar.
Frunció el ceño, ligeramente extrañada y al mismo tiempo preocupada. Ya había mostrado todas sus cartas, ¿con qué podría sorprender a alguien tan hábil como era Daruu? Si se acercaba cuerpo a cuerpo recibiría una nueva quemadura por su extraña habilidad, y él ya conocía la suya propia; tampoco se fiaría de las armas que le arrojara, y ya le había mostrado la única técnica acuática que conocía. Volvió a chasquear la lengua, con un ligero quemazón en la garganta, y entonces volvió a unir las manos.
Dragón. Tigre. Liebre.
—¡Suiton: Mizurappa!
El chorro de agua a presión volvió a surgir de los labios de la kunoichi, buscando el torso de su oponente. Un ataque muy básico directo que escondía una pequeña sorpresa, pues Ayame había sacado dos senbon de su portaobjetos para arrojarlos hacia donde quiera que se moviera Daruu para evitar el ataque...
• PV: 33
• CK: 61 (-12CK) (+100 CK del Gobi)
• Inventario: Hilo shinobi, Kunai, Senbon x5
• Daños recibidos
-
• Daños ocasionados
Mizurappa: 12 PV
Senbon: 4 PV/impacto
1 AO revelada: Hilo ninja atando los dos shuriken lanzados.
1 AO