21/01/2017, 19:09
—Algo así —
Comencé a dar dentelladas a mi nueva pata de cordero. Pero cuando dijo eso, me invadió un semblante de decepción absoluta.
-¡Venga no me jodas! Me gustaba más tu faceta de busca peleas. Pero de mentiroso eres muy cutre ¿Lo sabías?
Algo así...¡Los cojones!
—. Gente más sabia que yo dice que es imposible ganar en una batalla uno contra uno a alguien poseedor de estos ojos… a no ser que también los poseas —No lo decía con orgullo, ni con prepotencia. Tan solo exponía un hecho.
Joder esa parte me gustó más, demasiado, era como jodida música para mis oídos. Si decía la verdad, estaba ante un posible y digno rival. Alguien a quien dar la brasa hasta el último de mis días, para medir mi fuerza con él. En ese punto, mis ojos se iluminaron de alegría y emoción a partes iguales.
-¡Hostias! Pues si esos sabios son tan sabios como dicen...¡Es que debe ser verdad! ¡Jooder que cabrón con suerte eres! Eso justifica tu físico de niña famélica. Si esos ojos hacen el trabajo sucio... Expresé a mi manera lo afortunado lo consideraba por tener ese don.
El shinobi de la Espiral acabó por presentarse, parecía que se acaba de encariñar conmigo.
—Por cierto, soy Haskoz —se presentó, pero sin perder la vista del combate—. Uchiha Haskoz.
Deje el hueso limpio, igual que hice con el primero. Lo dejé triste sobre aquella bandeja huérfana de alimentos. Para mi un plato vacío era una visión devastadora.
-Yo me llamo Yoshida Yoshimitsu. Le extendí el brazo con la intención de darle la mano de buen rollito. -Pues yo no tengo nada raro en los ojos ni en ningún sitio, pero me trabajo mucho mis entrenamientos para compensar a esa gente con suerte como tú. Comenté orgulloso tensando los músculos de mi brazo.
-Será un honor que me partas la cara entonces joder...quiero ver tu magia. Bueno magia no tenía, pero si una maldición. Cuando peleaba solía perder el control...bueno más bien lo perdía siempre...
-Solo te advierto que suelo emocionarme mucho en los combates...a veces se me va la olla y esas cosas sabes...lo malo de un pasado jodido...No lo puedo evitar...por el momento...Pero les diré a las damiselas que están aún en el tatami que nos echen un ojo por si la cosa se desmadra que nos separen ¿Ok? Que a lo mejor me partes la cara y aquí no pasa nada, pero por si las moscas... Me sinceré ante Haskoz para que estuviera prevenido.
Comencé a dar dentelladas a mi nueva pata de cordero. Pero cuando dijo eso, me invadió un semblante de decepción absoluta.
-¡Venga no me jodas! Me gustaba más tu faceta de busca peleas. Pero de mentiroso eres muy cutre ¿Lo sabías?
Algo así...¡Los cojones!
—. Gente más sabia que yo dice que es imposible ganar en una batalla uno contra uno a alguien poseedor de estos ojos… a no ser que también los poseas —No lo decía con orgullo, ni con prepotencia. Tan solo exponía un hecho.
Joder esa parte me gustó más, demasiado, era como jodida música para mis oídos. Si decía la verdad, estaba ante un posible y digno rival. Alguien a quien dar la brasa hasta el último de mis días, para medir mi fuerza con él. En ese punto, mis ojos se iluminaron de alegría y emoción a partes iguales.
-¡Hostias! Pues si esos sabios son tan sabios como dicen...¡Es que debe ser verdad! ¡Jooder que cabrón con suerte eres! Eso justifica tu físico de niña famélica. Si esos ojos hacen el trabajo sucio... Expresé a mi manera lo afortunado lo consideraba por tener ese don.
El shinobi de la Espiral acabó por presentarse, parecía que se acaba de encariñar conmigo.
—Por cierto, soy Haskoz —se presentó, pero sin perder la vista del combate—. Uchiha Haskoz.
Deje el hueso limpio, igual que hice con el primero. Lo dejé triste sobre aquella bandeja huérfana de alimentos. Para mi un plato vacío era una visión devastadora.
-Yo me llamo Yoshida Yoshimitsu. Le extendí el brazo con la intención de darle la mano de buen rollito. -Pues yo no tengo nada raro en los ojos ni en ningún sitio, pero me trabajo mucho mis entrenamientos para compensar a esa gente con suerte como tú. Comenté orgulloso tensando los músculos de mi brazo.
-Será un honor que me partas la cara entonces joder...quiero ver tu magia. Bueno magia no tenía, pero si una maldición. Cuando peleaba solía perder el control...bueno más bien lo perdía siempre...
-Solo te advierto que suelo emocionarme mucho en los combates...a veces se me va la olla y esas cosas sabes...lo malo de un pasado jodido...No lo puedo evitar...por el momento...Pero les diré a las damiselas que están aún en el tatami que nos echen un ojo por si la cosa se desmadra que nos separen ¿Ok? Que a lo mejor me partes la cara y aquí no pasa nada, pero por si las moscas... Me sinceré ante Haskoz para que estuviera prevenido.