3/02/2017, 20:31
Karamaru estuvo a punto de esbozar una sonrisa al ver la estupidez de ese hombre. Le había dicho claro como el agua que se meta en sus asuntos, que no le molestase pero, así y todo, ese shinobi tenía ganas de hablar y hacer amigos. Se contuvo la sonrisa, manteniendo su soberbia sin mostrar, y esperó en silencio a que terminase con su pequeño pero interminable discursito.
Está bien, los nervios de la primera misión son algo que nos sucede a todos.
«¿Qué no se quiere callar? ¿De donde saca que yo tenga misiones? Como si alguna vez en mi vida vaya a cumplir con una de esas mierdas...»
"Oonindo es un lugar peligroso, y más para los shinobi como nosotros." ¿Acaso el hombre creía parecía tener alguna similitud con Karamaru? Cada vez más aumentaban las ganas de reírse del pobre hombre charlatán. Solo habían unos segundos de su charla y lo empezaba considerar una de las personas más insoportables de todo el continente. Pero así y todo seguía dándole a la lengua a pesar de que el morocho lo ignoraba.
¡Vaya, discúlpame, shinobi-kun, pero se me ha olvidado tu nombre!
Estoy seguro de que coincidimos en clase, ¿no es que te graduaste en la promoción del doscientos dieciséis?
¿Qué-Te-Importa? ¿Acaso deberías de saber mi nombre?
Volviendo a repetir sus palabras, esta vez acentuadas un poco más, mostraba de nuevo su voz cortante y sus pocas ganas de una charla. Tanto así que ni sus ojos se movieron de su lugar en el momento en el que habló, manteniendo los ojos en la puerta y nunca en el shinobi que tenía al lado.
Está bien, los nervios de la primera misión son algo que nos sucede a todos.
«¿Qué no se quiere callar? ¿De donde saca que yo tenga misiones? Como si alguna vez en mi vida vaya a cumplir con una de esas mierdas...»
"Oonindo es un lugar peligroso, y más para los shinobi como nosotros." ¿Acaso el hombre creía parecía tener alguna similitud con Karamaru? Cada vez más aumentaban las ganas de reírse del pobre hombre charlatán. Solo habían unos segundos de su charla y lo empezaba considerar una de las personas más insoportables de todo el continente. Pero así y todo seguía dándole a la lengua a pesar de que el morocho lo ignoraba.
¡Vaya, discúlpame, shinobi-kun, pero se me ha olvidado tu nombre!
Estoy seguro de que coincidimos en clase, ¿no es que te graduaste en la promoción del doscientos dieciséis?
¿Qué-Te-Importa? ¿Acaso deberías de saber mi nombre?
Volviendo a repetir sus palabras, esta vez acentuadas un poco más, mostraba de nuevo su voz cortante y sus pocas ganas de una charla. Tanto así que ni sus ojos se movieron de su lugar en el momento en el que habló, manteniendo los ojos en la puerta y nunca en el shinobi que tenía al lado.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘