11/06/2015, 00:55
Podría haber usado aquella sucia treta y utilizar el kunai oculto. De hecho con aquello habría impresionado al examinador que por su parte yacía en uno de los laterales, observando desde la distancia aquellos primeros compases, en ocasiones incluso se acariciaba la barbilla que lucía aquella pequeña barba de dos días mal afeitada.
Pero no lo hice. Por muy rival que fuese ne aquellos instantes, usar un arma blanca para herirle carecía de sentido común alguno así que por el momento, si las cosas no se caldeaban, mantendría la cabeza fría y usaría como armas mis extremidades, e las cuales tenía fe ciega; y en mis ojos, por supuesto.
Así pues, emprendimos un pequeño vuelo producte de aquel choque violento que ambos forzamos con la mala fortuna que en mi aterrizaje lo primero que impacto con el suelo fue mi cabeza en un golpe seco y doloroso. Un gemido se escapó de mis labios. Rápidamente devolví la mirada a la posición en al que el mellizo debía estar o la que suponía en la que estaría. Para mi desgracia pude ver como se erguía a gran velocidad y volvía hacia mí, dispuesto a arremeter de nuevo, seguramente con más taijutsu.
*Joder*
De un solo salto me pusé de pie, ayudado por mi brazo derecho, sin quitarle la vista de encima al peliblanco pero no tuve más remedio que recibirle y prepararme para simplemente defenderme. Con las palmas de las manos aniertas fui bloqqueando sus puños hasta que una de ellas impacto en barriga provocando un ligero quejido, nada importante que no pudiese soportar, preciso momento, el del golpe asestado, que diese una falsa sensación de ventaja para entonces lanzar yo mis puñetazos, primero lancé el derecho hacia su hombro buscando crear una mera distracción, sabía que aquel golpe iba a ser bloqueado, pero justo en ese preciso instante lancé un par más, otro al pecho con mi zurda para seguidamente buscar un gancho que impactase en su mandíbula inferior con la diestra.
Di un paso atrás, buscando un espacio de seguridad.
-Eres una caja de sorpresas, hermanito. Lo de antes estuvo bastante bien, pero sé que no has enseñado todas tus cartas, no aún. ¿Quñe tal si empezamos a impresionar al examinador?-
Pregunté entre bufidos, recuperando el aliento del fragor de la batalla.
-Pongámonos serios de verdad-
Pero no lo hice. Por muy rival que fuese ne aquellos instantes, usar un arma blanca para herirle carecía de sentido común alguno así que por el momento, si las cosas no se caldeaban, mantendría la cabeza fría y usaría como armas mis extremidades, e las cuales tenía fe ciega; y en mis ojos, por supuesto.
Así pues, emprendimos un pequeño vuelo producte de aquel choque violento que ambos forzamos con la mala fortuna que en mi aterrizaje lo primero que impacto con el suelo fue mi cabeza en un golpe seco y doloroso. Un gemido se escapó de mis labios. Rápidamente devolví la mirada a la posición en al que el mellizo debía estar o la que suponía en la que estaría. Para mi desgracia pude ver como se erguía a gran velocidad y volvía hacia mí, dispuesto a arremeter de nuevo, seguramente con más taijutsu.
*Joder*
De un solo salto me pusé de pie, ayudado por mi brazo derecho, sin quitarle la vista de encima al peliblanco pero no tuve más remedio que recibirle y prepararme para simplemente defenderme. Con las palmas de las manos aniertas fui bloqqueando sus puños hasta que una de ellas impacto en barriga provocando un ligero quejido, nada importante que no pudiese soportar, preciso momento, el del golpe asestado, que diese una falsa sensación de ventaja para entonces lanzar yo mis puñetazos, primero lancé el derecho hacia su hombro buscando crear una mera distracción, sabía que aquel golpe iba a ser bloqueado, pero justo en ese preciso instante lancé un par más, otro al pecho con mi zurda para seguidamente buscar un gancho que impactase en su mandíbula inferior con la diestra.
Di un paso atrás, buscando un espacio de seguridad.
-Eres una caja de sorpresas, hermanito. Lo de antes estuvo bastante bien, pero sé que no has enseñado todas tus cartas, no aún. ¿Quñe tal si empezamos a impresionar al examinador?-
Pregunté entre bufidos, recuperando el aliento del fragor de la batalla.
-Pongámonos serios de verdad-
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa