25/02/2017, 01:23
El mentado tipo de piel azulada aparentemente no se tomó muy bien la reacción de Kagetsuna. Se molestó y bastante. Curioso, primera vez que Kagetsuna le lograba causar malestar a alguien sin esforzarse en hacerlo.
—Qué pasa, tuerto de mierda. ¿Nunca habías visto a un hombre azul?
—Fuera del circo no.— Respondió alzando la ceja. Si bien nunca había asistido a un circo, daba por seguro que ese sería el lugar adecuado para el espécimen marino-humanoide que tenía frente a él.
—La próxima que me veas así te escuezo el trasero a patadas, capullo. Y no lo hago ahora mismo porque tengo que ir a recibir mi jodida misión.
—Y luego dicen que yo tengo mal carácter— Pensó en voz alta para luego suspirar mientras se cruzaba de brazos y echaba a andar.
Él también tenía que ir a una misión, no podía detenerse a pelear. Bueno, en teoría si podía, pero era contraproducente. Simplemente se echó a andar con paso lento y pesado hacía el interior del recinto, donde había varias personas esperando. Entre ellas, llamaba la atención un muchacho enmascarado, cuya silueta y ropajes se le hicieron familiares. ¿Era él aquel cuervo? Fuese como fuese, alcanzó a escuchar las últimas palabras de la recepcionista.
—...¡Uchiha Reiji, aquí está uno de los miembros de tu equipo! —les señaló, a ambos. Y luego apuntó a la puerta, por la que habían entrado ambos—. y... allí está. El tercer y último.
—¿Perdón?— Fingió voz de indignación —Vine para una misión, no para una audición de fenómenos.— Remató mordaz, aunque su única intención era fastidiar al de pelo azul.
—Qué pasa, tuerto de mierda. ¿Nunca habías visto a un hombre azul?
—Fuera del circo no.— Respondió alzando la ceja. Si bien nunca había asistido a un circo, daba por seguro que ese sería el lugar adecuado para el espécimen marino-humanoide que tenía frente a él.
—La próxima que me veas así te escuezo el trasero a patadas, capullo. Y no lo hago ahora mismo porque tengo que ir a recibir mi jodida misión.
—Y luego dicen que yo tengo mal carácter— Pensó en voz alta para luego suspirar mientras se cruzaba de brazos y echaba a andar.
Él también tenía que ir a una misión, no podía detenerse a pelear. Bueno, en teoría si podía, pero era contraproducente. Simplemente se echó a andar con paso lento y pesado hacía el interior del recinto, donde había varias personas esperando. Entre ellas, llamaba la atención un muchacho enmascarado, cuya silueta y ropajes se le hicieron familiares. ¿Era él aquel cuervo? Fuese como fuese, alcanzó a escuchar las últimas palabras de la recepcionista.
—...¡Uchiha Reiji, aquí está uno de los miembros de tu equipo! —les señaló, a ambos. Y luego apuntó a la puerta, por la que habían entrado ambos—. y... allí está. El tercer y último.
—¿Perdón?— Fingió voz de indignación —Vine para una misión, no para una audición de fenómenos.— Remató mordaz, aunque su única intención era fastidiar al de pelo azul.