28/02/2017, 17:40
Su plan para fastidiar al peliazul y tocarle la venita dolorosa había salido tal y como lo esperaba. De hecho resultó ser mucho más fácil de lo que pensaba, casi decepcionante, pues creía que era alguien de carácter recio, pero terminó siendo bastante volátil y fácil de picar. Sin embargo un tercero se dio por aludido, atrapando la piedra metafórica que Kagetsuna había lanzado y poniéndose de parte del escualo parlante. El enmascarado no tardó en soltar una bravuconada mientras adoptaba una forma lupina que pretendía ser amenazante.
"Confirmado. Él es el cuervo, además veo que puede transformarse en otros animales."
Más no tenía tiempo para seguir dilucidando. El par acababa de confabularse para partirle toda la jeta. Aparentemente los dos habían olvidado que se encontraban en al dependencia de la máxima autoridad de Amegakure. Eso, o simplemente se iban a pasar ese hecho por la raja del culo. ¿Se atreverían a cumplir su amenaza a sabiendas de eso? Pues parecía que sí. Ni lento ni perezoso el dientes de piraña se le intentó tirar encima.
—Tsk.— Chasqueó la lengua.
No se iba a amedrentar. Adoptó postura defensiva por acto de reflejo, llevándose la mano diestra al portaobjetos, más no para buscar un objeto punzo-cortante, sino para sacar una pequeña esfera. Aunque al final, aquello fue totalmente innecesario. Un hombre uniformado se interpuso entre ambos genin, evitando así que empezara la riña.
—¿Huh?— Alzó la vista para distinguir al hombre.
Se trataba de un sujeto peculiar, entre lo formal y lo vulgar debido al contraste de las ropas oficiales con los demás detalles de su indumentaria. El pelimorado soltó un silbido mientras contemplaba los tatuajes en los brazos de aquel hombre, olvidándose por completo de que hace apenas un par de segundos habían intentado atacarle.
—Y, ¿usted es...?— Preguntó mientras devolvía la bomba sonora al portaobjetos y recuperaba su postura erguida.
"Confirmado. Él es el cuervo, además veo que puede transformarse en otros animales."
Más no tenía tiempo para seguir dilucidando. El par acababa de confabularse para partirle toda la jeta. Aparentemente los dos habían olvidado que se encontraban en al dependencia de la máxima autoridad de Amegakure. Eso, o simplemente se iban a pasar ese hecho por la raja del culo. ¿Se atreverían a cumplir su amenaza a sabiendas de eso? Pues parecía que sí. Ni lento ni perezoso el dientes de piraña se le intentó tirar encima.
—Tsk.— Chasqueó la lengua.
No se iba a amedrentar. Adoptó postura defensiva por acto de reflejo, llevándose la mano diestra al portaobjetos, más no para buscar un objeto punzo-cortante, sino para sacar una pequeña esfera. Aunque al final, aquello fue totalmente innecesario. Un hombre uniformado se interpuso entre ambos genin, evitando así que empezara la riña.
—¿Huh?— Alzó la vista para distinguir al hombre.
Se trataba de un sujeto peculiar, entre lo formal y lo vulgar debido al contraste de las ropas oficiales con los demás detalles de su indumentaria. El pelimorado soltó un silbido mientras contemplaba los tatuajes en los brazos de aquel hombre, olvidándose por completo de que hace apenas un par de segundos habían intentado atacarle.
—Y, ¿usted es...?— Preguntó mientras devolvía la bomba sonora al portaobjetos y recuperaba su postura erguida.