1/03/2017, 23:40
Frente a las carcajadas de Diamondog, Ralexion esbozó una sonrisa algo nerviosa. Seguía sin saber muy bien qué rollo llevaba el hombre de color, pero acalló a su sentido común y se limitó a escuchar la petición que formuló poco después. Quería que llevara un paquete de un lugar a otro. Nada complicado, a simple vista. En su interior, el genin se sintió aliviado. «Si solo se trata de eso, no creo que tenga problemas».
Extendió la mano, tomando el paquete. Quiso preguntar qué era un homie, pero finalmente consideró que era mejor idea no hacerlo. Supuso que se refería a algún tipo de persona. Se llevó la cajita bajo el brazo, listo para ponerse en marcha.
—¡Estaré de vuelta en un momento, Inu-san! —afirmó con cordialidad, alzando la mano libre al estilo del saludo militar.
Trotando de una manera que podría considerarse como cómica puso rumbo al Estado de Celebraciones.
¿Qué le esperaría al pobre muchacho?
Extendió la mano, tomando el paquete. Quiso preguntar qué era un homie, pero finalmente consideró que era mejor idea no hacerlo. Supuso que se refería a algún tipo de persona. Se llevó la cajita bajo el brazo, listo para ponerse en marcha.
—¡Estaré de vuelta en un momento, Inu-san! —afirmó con cordialidad, alzando la mano libre al estilo del saludo militar.
Trotando de una manera que podría considerarse como cómica puso rumbo al Estado de Celebraciones.
¿Qué le esperaría al pobre muchacho?