24/03/2017, 17:54
Shiona escuchó el relato aparentemente sin inmutarse, pero por dentro estaba bullendo de pura ira. Apretó los puños, y los dientes, cerrando la mandíbula con fuerza. Espero a que ambos genin hubieran acabado, y después, con un quedo hilo de voz, pidió:
—Acompañadme al despacho, por favor.
Shiona se acomodó en el sillón e instó a los genin a que hicieran lo mismo, señalando con la mano a dos sillas apartadas en un rincón de la sala.
—Sentáos, por favor.
Una vez los jóvenes hubieron tomado asiento, Shiona intervino por fin:
—Takeuchi Iwara, traidor a Uzushiogakure. Enviamos un comando especial de ANBU cerca del cráter de Konohagakure y les dijimos que fingieran ser una secta que veneraba la antigua aldea. Iwara pensaba reunir a unos cuantos hombres y asesinarme, tomar el control de la villa. Como comprenderéis, eso ocasionaría una guerra civil. No podíamos permitírnoslo. Sus camaradas han sido enviados a otra misión falsa. A estas alturas ya deberían de estar muertos.
»A veces hay que hacer el trabajo de forma sucia, deshonrosa, para eliminar a alguien que ha faltado al honor. Sois muy pequeños para comprenderlo, pero algún día lo haréis. Los amigos y familiares de Iwara, que no tienen la culpa de nada, no estarían muy contentos si lo ejecutase públicamente. Es mejor así.
Shiona se agachó y sacó de debajo de la mesa un par de bricks de batido de chocolate, para sorpresa de los genin y en contraste con su aspecto, siempre formal, muy serio.
—Lo siento mucho, chicos. No quería que os involucrárais en estas cosas. Me alegro que no haya pasado algo peor. No os preocupéis, Iwara morirá muy pronto.
»En cuanto a ese chico de Amegakure... Esto no puede quedar así. Os voy a encargar una misión importante.
—Acompañadme al despacho, por favor.
···
Shiona se acomodó en el sillón e instó a los genin a que hicieran lo mismo, señalando con la mano a dos sillas apartadas en un rincón de la sala.
—Sentáos, por favor.
Una vez los jóvenes hubieron tomado asiento, Shiona intervino por fin:
—Takeuchi Iwara, traidor a Uzushiogakure. Enviamos un comando especial de ANBU cerca del cráter de Konohagakure y les dijimos que fingieran ser una secta que veneraba la antigua aldea. Iwara pensaba reunir a unos cuantos hombres y asesinarme, tomar el control de la villa. Como comprenderéis, eso ocasionaría una guerra civil. No podíamos permitírnoslo. Sus camaradas han sido enviados a otra misión falsa. A estas alturas ya deberían de estar muertos.
»A veces hay que hacer el trabajo de forma sucia, deshonrosa, para eliminar a alguien que ha faltado al honor. Sois muy pequeños para comprenderlo, pero algún día lo haréis. Los amigos y familiares de Iwara, que no tienen la culpa de nada, no estarían muy contentos si lo ejecutase públicamente. Es mejor así.
Shiona se agachó y sacó de debajo de la mesa un par de bricks de batido de chocolate, para sorpresa de los genin y en contraste con su aspecto, siempre formal, muy serio.
—Lo siento mucho, chicos. No quería que os involucrárais en estas cosas. Me alegro que no haya pasado algo peor. No os preocupéis, Iwara morirá muy pronto.
»En cuanto a ese chico de Amegakure... Esto no puede quedar así. Os voy a encargar una misión importante.