7/04/2017, 01:46
Ritsuko suponía que el tal Kaido la dejaría irse sin más, pero un silbido le indicó lo contrario y mientras se daba la vuelta para volver a mirarle, escuchó aquella propuesta que le resultó imposible tomarse en serio, aunque la expresión estupefacta de la kunoichi seguramente dejaba en claro la respuesta a aquella pregunta.
Pero luego de pensarlo un segundo, ya que le estaban vacilando de tal manera, decidió hacer exactamente lo mismo y con una sonrisa algo pícara respondió.
—Me caso contigo si llegamos vivos a los veinte. Y claro, si es que te acuerdas para entonces. —Fueron las palabras maliciosas de la chica que no esperaba que alguna de esas cosas fuese a cumplirse jamás.
Siendo así, la chica ya no tenía más motivos para seguir allí, se había despedido y no planeaba seguir perdiendo el tiempo bajo semejante tormenta para luego pescarse algún resfriado.
—Nos vemos. —Saludó por segunda vez antes de girarse nuevamente dispuesta a irse, de nuevo.
Pero luego de pensarlo un segundo, ya que le estaban vacilando de tal manera, decidió hacer exactamente lo mismo y con una sonrisa algo pícara respondió.
—Me caso contigo si llegamos vivos a los veinte. Y claro, si es que te acuerdas para entonces. —Fueron las palabras maliciosas de la chica que no esperaba que alguna de esas cosas fuese a cumplirse jamás.
Siendo así, la chica ya no tenía más motivos para seguir allí, se había despedido y no planeaba seguir perdiendo el tiempo bajo semejante tormenta para luego pescarse algún resfriado.
—Nos vemos. —Saludó por segunda vez antes de girarse nuevamente dispuesta a irse, de nuevo.