18/06/2015, 08:10
Ayame siguió intentando frenar la desesperación de la chica, y esta, se ponía aun más nerviosa cada vez que ella hablaba. Escuchó como decía que su madre estaba viva y que no le habían hecho nada, pero las muecas de la duda surgieron en su rostro, no le creía.
Aun así, su rostro mostró una exclamación de sorpresa cuando Ayame soltó el caramelo. Parecía reconocerlos.
Con un movimiento de brazo, guardó la cosa metálica en su bolsillo trasero. Parecían estar consiguiendo que se calmase. A pesar de ello, aun tenía la mano izquierda cercana al bolsillo...Ayame pronunció nuevas promesas, incluso le dió su nombre, pero esto no pareció arreglar la situación. Después de unos tensos segundos de silencio, donde Juro se mantuvo a su lado, habló.
— Esos caramelos son de mi madre — indicó, totalmente quieta. Parecía calmarse poco a poco. Pero una sonrisa cruel asomó por su rostro — Pero...¿Como voy a saber que no les habeis hecho nada? Probad uno y entonces me fiare.
Con esas palabras, pareció indicar algo totalmente asqueroso. Pero a ella le daba igual, con la mano derecha removió sus cabellos, hasta echarlos de su cara, con gesto airado. Parecía no fiarse, o parecía querer hacerles sufrir. Miro a Ayame, quien sabía que no tenía mucha estima a esos caramelos.
— ¿Quieres que lo haga yo? — le susurró, con voz temblorosa. No es que le hiciese mucha gracia, pero tenían que hacerlo.
Aun así, su rostro mostró una exclamación de sorpresa cuando Ayame soltó el caramelo. Parecía reconocerlos.
Con un movimiento de brazo, guardó la cosa metálica en su bolsillo trasero. Parecían estar consiguiendo que se calmase. A pesar de ello, aun tenía la mano izquierda cercana al bolsillo...Ayame pronunció nuevas promesas, incluso le dió su nombre, pero esto no pareció arreglar la situación. Después de unos tensos segundos de silencio, donde Juro se mantuvo a su lado, habló.
— Esos caramelos son de mi madre — indicó, totalmente quieta. Parecía calmarse poco a poco. Pero una sonrisa cruel asomó por su rostro — Pero...¿Como voy a saber que no les habeis hecho nada? Probad uno y entonces me fiare.
Con esas palabras, pareció indicar algo totalmente asqueroso. Pero a ella le daba igual, con la mano derecha removió sus cabellos, hasta echarlos de su cara, con gesto airado. Parecía no fiarse, o parecía querer hacerles sufrir. Miro a Ayame, quien sabía que no tenía mucha estima a esos caramelos.
— ¿Quieres que lo haga yo? — le susurró, con voz temblorosa. No es que le hiciese mucha gracia, pero tenían que hacerlo.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60