20/04/2017, 20:09
La mas joven de las pelirrojas confirmó que sería totalmente agradecida si su antagonista realizaba la pregunta al tendero, no tardó en afirmar que por el camino había visto varios baños termales, pero que en todos y cada uno de los que había preguntado, resultó que eran baños mixtos. Quizás la chica se avergonzaba un poco de lo que pudiese suceder, pero hasta en esos baños mixtos era mas que frecuente un biombo para separar los sexos. ¿Quizás la chica pensaba que esos en esas balsas termales entraban chicos y chicas sin filtro?
Fuese como fuese, tampoco había mal en buscar un baño en que solo se permitiese un único sexo, casi que daba mas comodidad. La solución era fácil, esa respuesta sin duda alguna se la podría facilitar alguien residente de la aldea, alguien que llevase allí unos cuantos años al menos, alguien como el hombre que estaba tras la barra sirviendo.
—No hay problema, preguntaré entonces. —Respondió Aiko.
Con las mismas, se dio la media vuelta y se dirigió sin vacilar hacia la barra. Alzó la mano, buscando llamar la atención del hombre que estaba tras la barra, y cuando éste se dio cuenta, se acercó hacia la chica. Llevaba una jarra entre manos, que estaba terminando de secar con un paño, pero ese detalle quizás no es realmente importante como para destacarlo.
—¿Quería algo, señorita?
La chica cruzó los brazos, y dejó apoyado su peso sobre éstos en la barra. —Pues verás, tenía dos preguntas realmente importantes. La primera es... ¿Tienen una buena cerveza? y la segunda, y no por ello menos importante... ¿Sabes de unos buenos baños termales que no sean mixtos?
—Pues tengo que avisarte que nuestra cerveza destilada artesanalmente es de lo mejorcito de la aldea, pero su porcentaje de alcohol es bastante alto... si la bebes, te aviso que debes tener cuidado. Con respecto a los baños termales, hay uno que está situado una calles atrás de aquí, y recto hacia la derecha. Es un local verde, bastante grande, situado a la falda de la montaña casi, donde dicen las mujeres de la aldea que está el mejor baño de Onindo. No sé porque lo dirán, pero tampoco creo que pueda descubrirlo, pues es solo para chicas. —Contesto raudo y veloz el hombre.
»Espero haberte sido de ayuda, guapa. Si puedo ayudarte en algo mas, tan solo dilo, soy todo oídos.
La chica sonrió al hombre ante tan buena e importante cordialidad, era todo un placer poder hablar con alguien con tan buena actitud. —Pues quisiera un par de botellas de esa cerveza tan curiosa que me has dicho, y si puede ser, también un par de vasos. Por cierto, ¿cuanto es?
Ni lento ni perezoso, el hombre bajó la vista y flexionó levemente las rodillas para alcanzar las botellas, las cuales guardaba bajo la barra. Tan pronto como las tomó, las sacó y las puso frente a la pelirroja. Las botellas eran blancas y opacas, que impedían ver el contenido, no tenían ningún tipo de identificación, de un litro aproximadamente cada una, y que únicamente estaban protegidas al derrame por un improvisado corcho.
—Pues aquí tienes, guapa, aunque lo siento mucho... no puedo ofrecerte vasos, es una norma del establecimiento. —Respondió el camarero. —Serán 50 ryos por el par de botellas.
La pelirroja sacó su monedero con forma de cara de zorro chibi, y tomó los 50 ryos. Los dejó en la barra, acercandolos al hombre, y sonrió de nuevo. —No importa, muchas gracias de todos modos.
Agarró el par de botellas, una en cada mano, y comenzó a andar hacia la otra pelirroja.
—Me dijo que hay un baño termal muy bueno y exclusivo para chicas, vente que te acompaño, mas o menos se donde cae.
Tras ello, pondría marcha hacia el baño termal si es que la chica aceptaba su compañía, total, tampoco había hecho nada raro como para caerle mal. Sin prisa pero sin pausa, seguiría el itinerario que el tendero le había facilitado.
Fuese como fuese, tampoco había mal en buscar un baño en que solo se permitiese un único sexo, casi que daba mas comodidad. La solución era fácil, esa respuesta sin duda alguna se la podría facilitar alguien residente de la aldea, alguien que llevase allí unos cuantos años al menos, alguien como el hombre que estaba tras la barra sirviendo.
—No hay problema, preguntaré entonces. —Respondió Aiko.
Con las mismas, se dio la media vuelta y se dirigió sin vacilar hacia la barra. Alzó la mano, buscando llamar la atención del hombre que estaba tras la barra, y cuando éste se dio cuenta, se acercó hacia la chica. Llevaba una jarra entre manos, que estaba terminando de secar con un paño, pero ese detalle quizás no es realmente importante como para destacarlo.
—¿Quería algo, señorita?
La chica cruzó los brazos, y dejó apoyado su peso sobre éstos en la barra. —Pues verás, tenía dos preguntas realmente importantes. La primera es... ¿Tienen una buena cerveza? y la segunda, y no por ello menos importante... ¿Sabes de unos buenos baños termales que no sean mixtos?
—Pues tengo que avisarte que nuestra cerveza destilada artesanalmente es de lo mejorcito de la aldea, pero su porcentaje de alcohol es bastante alto... si la bebes, te aviso que debes tener cuidado. Con respecto a los baños termales, hay uno que está situado una calles atrás de aquí, y recto hacia la derecha. Es un local verde, bastante grande, situado a la falda de la montaña casi, donde dicen las mujeres de la aldea que está el mejor baño de Onindo. No sé porque lo dirán, pero tampoco creo que pueda descubrirlo, pues es solo para chicas. —Contesto raudo y veloz el hombre.
»Espero haberte sido de ayuda, guapa. Si puedo ayudarte en algo mas, tan solo dilo, soy todo oídos.
La chica sonrió al hombre ante tan buena e importante cordialidad, era todo un placer poder hablar con alguien con tan buena actitud. —Pues quisiera un par de botellas de esa cerveza tan curiosa que me has dicho, y si puede ser, también un par de vasos. Por cierto, ¿cuanto es?
Ni lento ni perezoso, el hombre bajó la vista y flexionó levemente las rodillas para alcanzar las botellas, las cuales guardaba bajo la barra. Tan pronto como las tomó, las sacó y las puso frente a la pelirroja. Las botellas eran blancas y opacas, que impedían ver el contenido, no tenían ningún tipo de identificación, de un litro aproximadamente cada una, y que únicamente estaban protegidas al derrame por un improvisado corcho.
—Pues aquí tienes, guapa, aunque lo siento mucho... no puedo ofrecerte vasos, es una norma del establecimiento. —Respondió el camarero. —Serán 50 ryos por el par de botellas.
La pelirroja sacó su monedero con forma de cara de zorro chibi, y tomó los 50 ryos. Los dejó en la barra, acercandolos al hombre, y sonrió de nuevo. —No importa, muchas gracias de todos modos.
Agarró el par de botellas, una en cada mano, y comenzó a andar hacia la otra pelirroja.
—Me dijo que hay un baño termal muy bueno y exclusivo para chicas, vente que te acompaño, mas o menos se donde cae.
Tras ello, pondría marcha hacia el baño termal si es que la chica aceptaba su compañía, total, tampoco había hecho nada raro como para caerle mal. Sin prisa pero sin pausa, seguiría el itinerario que el tendero le había facilitado.