Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Ante sus palabras, el shinobi médico llevó una de sus manos a su portaobjetos, de él sacó un pequeño frasco que le resultaba tremendamente familiar.
—Un segundo, kunoichi-dono.
Ella esperó, hasta que el chico se lo tendió en la mano. Ésta lo tomó y lo observó durante unos segundos.
—En el interior de este contenedor hay una considerable cantidad de Gas lacrimógeno. Irrita tanto la respiración como la vista —explicó el médico —. Quien sea que se encuentre en el interior de esa cueva saldrá corriendo al sentir los síntomas del gas.
—Comprendo... —miró el frasco con detenimiento, ideando algún que otro plan que pudiese resultar satisfactorio —. Crearé un clon y haré que se infiltre en la cueva donde tirará el Gas Lacrimógeno y la bomba de humo, cuando salgan tendremos que dejarlos fuera de combate —explicó su estrategia —. Yo me encargaré del primero que salga, shinobi-san, serás el encargado de noquear al segundo —señaló —. Y si hay más... Habrá que o pelear o huir, no sé, no soy buena estratega...
Se encogió de hombros.
—¿Tiene alguna idea mejor?
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
25/02/2018, 22:15 (Última modificación: 25/02/2018, 22:16 por Manase Mogura.)
—Comprendo...
Contestó la kunoichi, dando a entender que había comprendido lo que él había dicho.
—. Crearé un clon y haré que se infiltre en la cueva donde tirará el Gas Lacrimógeno y la bomba de humo, cuando salgan tendremos que dejarlos fuera de combate
Explicó, planteando una estrategia similar a la que había intentado usar él anteriormente pero con un objetivo un poco diferente. El médico asintió ligeramente con un gesto de su cabeza a las palabras de la fémina.
—. Yo me encargaré del primero que salga, shinobi-san, serás el encargado de noquear al segundo. Y si hay más... Habrá que o pelear o huir, no sé, no soy buena estratega...
Se encogió de hombros después de decir aquello, a lo que el shinobi contestó con un gesto de su mano, abanicando con su palma de lado a lado.
—¿Tiene alguna idea mejor?
Y fue ahí cuando su palma se cerró y solo quedó un dedo arriba, el indice. Manase Mogura tenía un punto para marcar.
—Sería prudente mantener una reserva entre estos arboles, en caso de que haya más bandidos de los que esperamos.
Tomó entonces un nuevo frasco del interior de su portaobjetos y llevó el contenido del mismo a su boca, realizó unos sellos y, después de hacer un pequeño tubo con su mano, comenzó a soplar como si estuviese inflando un globo. El globo comenzaría a crecer en tamaño hasta tener la altura de Mogura y al estallar, una pequeña nube de humo se manifestaría para revelar dos replicas idénticas de él. Los tres médicos se mantendrían atentos a los movimientos de la kunoichi.
Estado de Mogura
PV:
100/100
– CK:
160/250
–
-70
–
Reg. dividida 1/4
– Byakugō no In:
40/100
–
Acumulando
–
• Bandana ninja [Atada en la frente]
• Kit médico [Lado derecho de la cadera junto al portaobjetos]
• Portaobjetos básico [Lado derecho de la cadera] [10/10]
Veneno genérico
Dulces sueños
Mordisco de serpiente
Gas lacrimógeno
Picadura de mosquito
Gotas de valor
Veneno común
Veneno común mejorado
Tela y etiqueta de sellado
Antídoto
• Chaleco militar [5/5]
Makimono
Makimono [Uchigatana sellada]
Píldora estimuladora de sangre básica
Píldora de soldado básica
Paquete de 5 senbon
• Hane[Lado izquierdo de la cintura]
¤ Hane ¤ Pluma - Tipo: Arma de filo - Requisitos: Se adapta a la Fuerza y Destreza del que la empuña - Precio: Objeto especial (Botín on-rol) - Daño: 12 PV/golpe con mango o vaina, 18 PV/corte superficial, 22 PV/corte, 30 PV/penetración - Efectos adicionales: (ver descripción)
Katana de un filo cuya hoja mide 45 cm, hecha de metal. Es muy manejable, y está en compromiso de manejabilidad/daño entre un tantō y una shinobigatana. Es capaz de parar otro tipo de armamento más contundente, como armas grandes de largo alcance (fuuma shuriken).
Esta Wakizashi personalizada perteneció a Hozuki Marun, miembro de los Kajitsu Hozuki. Su filo es negro como la noche, y tiene inscrito el kanji de "Pluma" (羽) en ambas partes, en la base. La espada se adapta a la fuerza y la habilidad de su propietario, obteniendo el peso adecuado y corrigiendo la trayectoria de los cortes mal dirigidos para mejorar su precisión.
Si el usuario concentra chakra Fuuton o Raiton en la hoja, se generará una capa de chakra que aumentará el daño de todos sus ataques en 20 PV (divide regen. de chakra, si el ataque da en el blanco, hay que volver a pagar para mantener la capa activa). La capa de chakra hace que el kanji cambie de forma al de "Ala" (翼), pues con cada ataque, la hoja deja un rastro que parecen multitud de plumas hechas del elemento que se le ha infundido.
Moderada (Crear), Muy rápida (Estallar) (multiplicado x2)
- Alcance y dimensiones: El clon no puede alejarse más de 20 metros del usuario
La niebla tóxica se extenderá hasta 1 metro a la redonda
La niebla tóxica se extenderá hasta 2 metros a la redonda (multiplicado x2)
Similar a la técnica de clonación estándar, esta técnica crea clones del usuario. Sin embargo, estos clones son copias idénticas, no ilusiones ni imágenes. En su interior poseen una gran cantidad de niebla tóxica y poseen una fracción del poder del original. Pueden realizar tareas de todo tipo pero no cuentan con ningún tipo de arma y sus golpes solo infligirán la mitad de daño. El clon no puede realizar técnicas. El usuario los crea llevando su mano hasta su boca y soplará como si estuviese inflando un globo de su tamaño, el tiempo que demore variará de la cantidad de niebla tóxica que vaya a contener el clon. Cuando el clon se desvanece, la sustancia en su interior se libera al instante en forma de una niebla tóxica de color morado que se extiende en un radio variable y que envenena al oponente en caso de inhalarla, por muy poco que sea. Ya que esta técnica combina Ninjutsu, conocimientos médicos y químicos, requiere de un exacto control del chakra.
El fin del clon es de servir como distracción y, en caso de ser necesario, asistir en combate.
Valor de chakra estimativo después de haber usado las técnicas a lo largo de la trama
—Sería prudente mantener una reserva entre estos arboles, en caso de que haya más bandidos de los que esperamos.
Ella asintió, y de pronto el desconocido comenzó a hacer... ¿Qué hacía? ¿Pompas? No, era... ¿Humanos? ¿Se clonaba así? Qué cosa más rara... La kunoichi frunció el ceño, claramente incapaz de entender cómo alguien podía clonarse a sí mismo así, pero de todas maneras, cuatro eran mejor que dos, o...
La joven hizo una secuencia de sellos y rápidamente creó un clon idéntico a ella, que se quedó mirándola con gesto serio. Ella sonrió y le tendió tanto la bomba de humo como el Gas Lacrimógeno que el shinobi de la Lluvia le había dado.
—Ya sabes lo que tienes que hacer —alegó, y su clon se marchó rápidamente —. Más nos vale estar preparados... —murmuró, adoptando una pose defensiva.
Un sonoro sonido se escuchó dentro de la cueva, y una nube de humo se podía divisar a lo lejos. El clon acababa de explotar, y junto a él la bomba de humo y el Gas Lacrimógeno. ¡Perfecto! Solo faltaba...
—¡Malditos, cof, cof, ninjas! —se escuchó maldecir, y Eri, rápidamente, tomó una piedra y la lanzó hacia su contrincante, hizo el sello del carnero y rápidamente intercambió su cuerpo con el de la piedra, atizándole una patada de lado al bandido que había reconocido por la voz.
El segundo no hizo de esperar, sin embargo justo después de que saliese, de sobre los árboles de arriba de Mogura salió la figura de lo alto de los árboles con su Kusarigama. Estaba totalmente cubierto por telas oscuras, menos sus ojos, de un color atigrado.
—¿Tenemos visita? Se debe llamar a la puerta antes de entrar, ¿es que no os enseñan modales en vuestras villas?
Estado de Eri
PV:
210/210
– CK:
156/170
– -
14
–
- Hitai-ate [En la frente]
- Guardabrazos [Equipados en ambos antebrazos]
- Portaobjetos básico [5/10] [Cintura, parte derecha]
¤ Bunshin no Jutsu ¤ Técnica de Clonación - Tipo: Apoyo - Rango: E - Requisitos: Ninjutsu 10 - Gastos: 3 CK/clon (máx. 1 por cada 10 de Inteligencia) - Daños: - - Efectos adicionales: - - Sellos: Carnero → Serpiente → Tigre - Velocidad: Instantánea
Un Ninjutsu que crea una copia intangible del cuerpo del usuario, sin ningún tipo de sustancia ni solidez. Puesto que el clon, por sí mismo, no tiene la habilidad de atacar, y sólo puede utilizarse pues para confundir al enemigo, normalmente empleado en combinación con otro tipo de Ninjutsu o tácticas. Es una técnica muy básica, pero con ingenio puede utilizarse de forma efectiva. Los clones se disipan cuando entran en contacto con cualquier cosa. Pueden ser fácilmente diferenciados de una persona por usuarios de Dōjutsu. Un usuario con ojos normales puede también distinguir los clones del original, puesto que éstos no tienen sombra y no causarán perturbaciones en el área que les rodea (no levantarán polvo, aplastarán la hierba, etc).
¤ Kawarimi no Jutsu ¤ Técnica del Reemplazo de Cuerpos - Tipo: Apoyo - Rango: E - Requisitos: Ninjutsu 25 - Gastos: 11 CK - Daños: - - Efectos adicionales: Cada uso restará 10 puntos de aguante durante los próximos 5 turnos - Sellos: Carnero → Jabalí → Buey → Perro → Serpiente (Carnero/una mano, a partir de Ninjutsu 60) - Velocidad: Instantánea
Con esta técnica, el usuario reemplaza su propio cuerpo con cualquier otro objeto del área, generalmente con un bloque de madera o una roca, en el momento en el que un ataque da en el objetivo. Esto crea una conveniente ilusión óptica, pues hace pensar al enemigo que el ataque ha sido todo un éxito. Entonces, el usuario puede utilizar la pérdida de atención del enemigo para atacarle desde otro punto (no es posible aparecer a sus espaldas, pues te reemplazas por un objeto del campo de batalla que puede estar en cualquier sitio) o huir del campo de batalla. Pueden añadirse sellos explosivos al reemplazo para incluir una última sorpresa. Es un Ninjutsu básico que se enseña en la mayoría de las academias ninja, pero muy pocos novatos salen de la academia sabiendo usarlo perfectamente.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Comentó y la replica de la kunoichi se alejó con las herramientas en su poder.
—Más nos vale estar preparados...
Agregó cambiando de guardia. Tanto el médico como sus replicas asintieron con un gesto de su cabeza, se ocultaron tan bien como pudieron detrás de los troncos de los arboles y se mantuvieron alerta a lo que pudiese llegar a pasar.
Se escuchó a un hombre salir de la cueva mientras escupía maldiciones. Pero la atención de uno de los clones fue llamada por la actitud de la kunoichi.
«¿Una piedra?»
¿Planeaba partirle la cabeza de un piedrazo al sujeto?
No tardó en echar por tierra aquella teoría cuando vio a la fémina hacer un uso ejemplar de la técnica de sustitución con aquella roca. Uno de los clones se lanzó a la carrera en cuanto pudo ver que otro bandido salía de la cueva.
«Era de esperar que esto sucediera.»
Pensó el médico original cuando vio al tercero manifestarse. Parecía un poco más ducho en el tema del combate táctico, su vestimenta y armamento al menos lo delataban como alguien informado.
—¿Tenemos visita? Se debe llamar a la puerta antes de entrar, ¿es que no os enseñan modales en vuestras villas?
En la que se había terminado metiendo, por ayudar a una desconocida a salvar una ardilla.
—¡Vaya...! ¡Pensé que mi escondite era perfecto...!
Contestó Mogura, con un tono bastante jocoso, a las palabras de aquel bandido. Una de sus manos descansaba sobra la empuñadura de su espada mientras que su mirada y la de su clon se clavaron en la del sujeto.
—¡Pero ahora que me has encontrado a lo mejor me podrás comentar para que quieren esa ardilla...!
Estado de Mogura
PV:
100/100
– CK:
165/250
–
+5
–
Reg. dividida 1/4
– Byakugō no In:
40/100
–
Acumulando
–
• Bandana ninja [Atada en la frente]
• Kit médico [Lado derecho de la cadera junto al portaobjetos]
• Portaobjetos básico [Lado derecho de la cadera] [10/10]
Veneno genérico
Dulces sueños
Mordisco de serpiente
Gas lacrimógeno
Picadura de mosquito
Gotas de valor
Veneno común
Veneno común mejorado
Tela y etiqueta de sellado
Antídoto
• Chaleco militar [5/5]
Makimono
Makimono [Uchigatana sellada]
Píldora estimuladora de sangre básica
Píldora de soldado básica
Paquete de 5 senbon
• Hane[Lado izquierdo de la cintura]
¤ Hane ¤ Pluma - Tipo: Arma de filo - Requisitos: Se adapta a la Fuerza y Destreza del que la empuña - Precio: Objeto especial (Botín on-rol) - Daño: 12 PV/golpe con mango o vaina, 18 PV/corte superficial, 22 PV/corte, 30 PV/penetración - Efectos adicionales: (ver descripción)
Katana de un filo cuya hoja mide 45 cm, hecha de metal. Es muy manejable, y está en compromiso de manejabilidad/daño entre un tantō y una shinobigatana. Es capaz de parar otro tipo de armamento más contundente, como armas grandes de largo alcance (fuuma shuriken).
Esta Wakizashi personalizada perteneció a Hozuki Marun, miembro de los Kajitsu Hozuki. Su filo es negro como la noche, y tiene inscrito el kanji de "Pluma" (羽) en ambas partes, en la base. La espada se adapta a la fuerza y la habilidad de su propietario, obteniendo el peso adecuado y corrigiendo la trayectoria de los cortes mal dirigidos para mejorar su precisión.
Si el usuario concentra chakra Fuuton o Raiton en la hoja, se generará una capa de chakra que aumentará el daño de todos sus ataques en 20 PV (divide regen. de chakra, si el ataque da en el blanco, hay que volver a pagar para mantener la capa activa). La capa de chakra hace que el kanji cambie de forma al de "Ala" (翼), pues con cada ataque, la hoja deja un rastro que parecen multitud de plumas hechas del elemento que se le ha infundido.
Mientras Eri peleaba con el hombre a quien había soltado una patada —el cuál debería haber estado retorciéndose en el suelo de puro dolor—, el clon de Mogura había ido a enfrentar al segundo hombre, quien se mantenía más reacio a luchar, manteniendo una distancia más prudente con el clon.
Mogura, por su parte, se encontraba cara a cara con el que parecía ser el más experimentado de los tres.
—¡Vaya...! ¡Pensé que mi escondite era perfecto...!
Aquel comentario no le había hecho ninguna gracia al desconocido, quien miraba al chico de Amegakure con ojos enfadados.
—¡Pero ahora que me has encontrado a lo mejor me podrás comentar para que quieren esa ardilla...!
—¿Tanto revuelo por una simple ardilla? ¿Es que los ninjas de hoy en día no tenéis nada mejor que hacer que ayudar a pobres e indefensos animalillos? —se mofó el bandido —. La verdad es que nada, ahora que se ha escapado no sabemos dónde podría estar, por eso... Estábamos esperando a recuperarnos... Ya sabes, para irnos —levantó ambas manos, en un símbolo claro de que le daba igual —. Pero vosotros estáis impidiendo que podamos abandonar estas tierras, ¿qué os pasa? ¿Queréis arrestarnos?
La verdad es que aquello de la palabrería parecía dársele bien. Mientras tanto, Eri comenzaba a impacientarse, incapaz de virar su vista un momento para ver en qué estaba metido su nuevo compañero. Maldijo cuando el hombre le concedió un suave puñetazo en el estómago —que de suave no tenía nada— y volvió a la carga. ¡Si tan solo fuese más fuerte!
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
El clon del médico que se encontraba cercano a la desconocida kunoichi notaba en su propio oponente una conservadora actitud, no parecía demasiado dispuesto a intercambiar golpes o brindar particular asistencia a su compañero. Y como ciertamente había poco que aquella replica de Mogura pudiese hacer sin comprometer el accionar de la fémina, se limitó a corresponder los movimientos del bandido. Mantener la distancia sin perder la amenaza sobre el otro.
—No baje la guardia, kunoichi-dono.
Mientras tanto, en un árbol no muy lejos de aquel lugar.
Manase Mogura, el original y una copia, levantaban su mirada en dirección a un enfadado y aparentemente experimentado bandido.
—¿Tanto revuelo por una simple ardilla? ¿Es que los ninjas de hoy en día no tenéis nada mejor que hacer que ayudar a pobres e indefensos animalillos?
Se burló el hombre, menospreciando el accionar de los ninjas.
—La verdad es que nada, ahora que se ha escapado no sabemos dónde podría estar, por eso... Estábamos esperando a recuperarnos... Ya sabes, para irnos. Pero vosotros estáis impidiendo que podamos abandonar estas tierras, ¿qué os pasa? ¿Queréis arrestarnos?
El shinobi llevó una mano hasta su cabeza con un poco de cuidado, evitando provocar que la acción escalase de manera excesiva de un segundo a otro, y acomodó su peinado.
—Las ardillas son bastante necesarias para esta clase de entornos, la caza indiscriminada de esos roedores seguro tendría efectos en el medio ambiente.
Apresuró a contestar el clon que acompañaba al médico.
—Si te conoces a ti mismo pero no al enemigo, por cada victoria también sufrirás una derrota.
Comentó entonces el médico original, el mejor de Amegakure.
—No es sabio para ninguno de los dos enfrentarnos en esta situación.
Agregó, mirándolo fijamente a los ojos, con la mirada seria con la que miraba tanto a sus compañeros como a su propio kage.
Eri luchaba con el hombre aquel quién no parecía querer darle tregua alguna, el otro agresor simplemente observaba a Mogura —en este caso, a su clon— ya que sabía que aquel chaval había sido el causante de su desmayo, por lo cual no estaba del todo seguro si podría atacarle o recibiría otra vez de aquel veneno.
Mientras tanto, el Mogura original hablaba con el hombre que no paraba de soltar aquella verborrea que a él ni le importaba, hasta que por fin le tocó su turno.
—Las ardillas son bastante necesarias para esta clase de entornos, la caza indiscriminada de esos roedores seguro tendría efectos en el medio ambiente.
—Bueno, pero no hemos cazado nada, así que no hemos dañado ni el entorno ni el medio ambiente, puedes estar tranquilo.
Aunque en su tan profunda conversación, algo estaba claro: parecía que ninguno de los dos quería luchar con el otro. Uno porque seguramente lo veía una pérdida de tiempo, el otro por las pocas ganas que tenía de aguantar a un par de críos creyéndose héroes por salvar a un animal. Así que...
—Chaval, tu ganas esta batalla, pero no la guerra —alegó, encogiéndose de hombros, luego levantó la mano derecha con suavidad y chascó sus dedos, haciendo desaparecer a sus dos compañeros en una nube de humo —. No estoy de humor hoy, pero sé que nos volveremos a ver... Hasta entonces.
Una ráfaga de viento se lo llevó, dejando a ambos chicos reales y al par de clones allí, soportando la brisa que había dejado tras su marcha. Eri estaba confusa, ¿qué había ocurrido para que todo se hubiera solucionado tan de repente? Se acercó corriendo al desconocido y no pudo evitar preguntar:
—¿Qué ha pasado Shinobi-san?
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Para bien y para mal, la cosa se resolvió sin que ninguno de los dos tuviese necesidad de echar mano al metal.
—No estoy de humor hoy, pero sé que nos volveremos a ver... Hasta entonces.
Una ráfaga de viento se llevaría al hombre y le obligaría en mayor o menor medida a apartar la mirada un segundo. Los clones del médico buscarían apartarse de quien fuese posible dañar y se desvanecerían, después de todo, ya no serían de mayor necesidad.
Manase Mogura se puso de pie y llevó una mano hasta su cabeza para acomodar su peinado.
—¿Qué ha pasado Shinobi-san?
Preguntaría una confundida kunoichi de pelo rojo volviendo de su enfrentamiento.
—Se acabó la pelea, kunoichi-dono. Los bandidos se marcharon.
Contestó el shinobi mirándola fijamente a los ojos. Ya no había nada que hacer en aquel lugar.
—Es peligroso encontrarte con alguien en estos caminos, pero así como aplica para nosotros, también para ellos.
Ninguna de las partes sabía contra que se estaba por enfrentar, buscar una salida inteligente a aquel conflicto resultaría lo mejor, al menos por el momento.
—Deberíamos volver al camino.
Invitó entonces con un gesto de su mano a que la chica comenzase a caminar en la dirección inicial. Con su otra mano se hizo de su maleta.
Tras una confusa retirada de los bandidos, a Eri no le quedó otra que acudir con el que no sabía que era su superior para preguntarle el por qué de aquella extraña situación. El desconocido, por su parte, parecía de lo más tranquilo posible, la verdad era que, tras esas escasas dos horas que había pasado con él, no había parecido alarmarse en ningún momento... Nunca imaginó conocer a alguien tan pétreo como él.
—Se acabó la pelea, kunoichi-dono. Los bandidos se marcharon.
La chica asintió. No estaba feliz por haber ganado pues aquello no se veía como una victoria, pero tampoco sentía que estaba del todo mal salvar a un animal indefenso.
—Es peligroso encontrarte con alguien en estos caminos, pero así como aplica para nosotros, también para ellos.
—Sabias palabras, shinobi-san.
La verdad es que aquel chico parecía un hombre inteligente, casi podía llegar a admirarle, casi.
Invitó más tarde a que ambos volviesen al camino que les guiaría hasta la Villa de las Aguas Termales, y ella, junto a aquel chico, comenzó a caminar hasta por fin volver al camino de pequeñas piedras, algo de grava y barro, donde a lo lejos se veían los edificios de la villa.
—Por cierto, disculpa mis modales, soy Uzumaki Eri, genin de Uzushiogakure no Sato, gracias por haberme ayudado.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
La dupla comenzó a guiar sus pasos nuevamente sobre el camino adecuado, y en la dirección deseada. Los bandidos se habrían retirado y la ardilla habría huido, todo estaba como al principio. La grava mezclada con un poco de barro se comprimía bajo las pisadas de sus botas y el calzado de la kunoichi, a lo lejos la Villa de las Aguas Termales comenzaba a asomar.
—Por cierto, disculpa mis modales, soy Uzumaki Eri, genin de Uzushiogakure no Sato, gracias por haberme ayudado.
Uzumaki, como la difunta amiga de la Arashikage, y también como si difunta hija. Pero también se llamaba Eri, como la kunoichi que había sido envenenada por aquel extravagante sapo en el Valle del Fin.
—Uzumaki Eri, será difícil olvidar ese nombre.
Comentó el shinobi.
—Mi nombre es Manase Mogura, chuunin de Amegakure no sato.
Se presentó entonces, levantando ligeramente la mano con la que sostenía su paraguas. En el puño de la camisa, a modo de botón, el médico llevaba una chapa un poco más pequeña con el símbolo que lo reconocía como ninja medio.
—Soy yo quien está agradecido por haber tenido la oportunidad de asistirla, Uzumaki-dono.
Agregó mientras bajaba la mano a su postura inicial. La Villa cada vez estaba más cerca y probablemente el punto de separación de aquellos dos se encontraría no muy lejos de la entrada del lugar, pero hasta llegado ese punto tenían unos minutos para compartir.
—Eso espero, Shinobi-san, me gustaría que algún día se me reconociese como Uzumaki Eri, un nombre digno de recordar.
Y a poder ser, que fuese recordada de una buena manera... Quizá por su modo de hacer sonar las melodías que tocaba con la flauta, o con la destreza que tenía en combate. Esperaba que algún día al menos mucha gente conociese su nombre.
—Mi nombre es Manase Mogura, chuunin de Amegakure no sato.
«¿¿Chu-Chuunin?!»
La joven parpadeó varias veces, sin creérselo. Todo aquel tiempo había estado hablando de forma descuidada con un desconocido de otra aldea que era un rango superior a ella. ¿Dónde habían quedado todos sus modales aprendidos en Uzushiogakure? ¡Tendría que hacer horas extra de trabajo social y de entrenamiento cuando volviese solo para redimir su error!
—¡U-un placer, Manase-san! —«¿Cómo debería llamarlo? ¿Manase-sama sonaría mejor?» —. Yo tampoco me olvidaré de su nombre.
—Soy yo quien está agradecido por haber tenido la oportunidad de asistirla, Uzumaki-dono.
—Dudo mucho que me hubiera ido tan bien sin usted, ha sido de gran ayuda... —elogió ella rascándose la nuca.
Unos minutos más tarde, ambos ya habían llegado a las puertas de la Villa de las Aguas Termales. Obviamente, su hermano no se encontraba allí para recibirla, así que le tocaría buscarle para continuar con su viaje o al menos descansar en el mismo lugar.
—Creo que es mi momento de decir adiós, Manase-san, tengo que buscar a mi hermano para continuar nuestro viaje... —empezó la kunoichi, jugando con sus manos —. De nuevo, muchas gracias por su ayuda, no sé qué hubiera hecho sin usted... —volvió a agradecer —. Tenga cuidado al volver a su villa y mucha suerte.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
La joven kunoichi tenía entre sus objetivos ser una persona famosa, reconocia por muchos gracias a sus habilidades. Mogura empatizaba con esa clase de objetivos, buscar el reconocimiento del colectivo como prueba de que estaba haciendo las cosas de forma sobresaliente. Eso era bueno.
Uzumaki no estaba cayendo en cuenta de que la persona con la que había trabajado era un shinobi de un rango mayor que ella, casi que eso le había condicionado la forma en la que se dirigía hacía su persona, pues el cambio fue notable en su forma de hablar.
—¡U-un placer, Manase-san! Yo tampoco me olvidaré de su nombre.
El shinobi realizó una ligera reverencia en cuanto escuchó las palabras de la chica. Si tan solo la mitad de la gente que le hablaba se dirigiese a él de la misma manera... nadie tendría la necesidad de terminar sellado en el fondo del lago de Amegakure.
—Dudo mucho que me hubiera ido tan bien sin usted, ha sido de gran ayuda...
Comentó mientras se frotaba la nuca.
—Está siendo humilde, Uzumaki-dono. A lo mejor le dolería un poco la cabeza en este momento, pero lo habría logrado.
Contestó el médico realizando una pequeña reverencia nuevamente. Seguramente la kunoichi no había tenido oportunidad de demostrar su verdadero potencial en aquella riña.
La Villa se mostró frente a ellos después de un poco más de caminata, el punto de separación de aquellos dos había llegado. La kunoichi se despidió cuidando las formas, reiterando su agradecimiento y deseando un buen viaje al chuunin.
—Tenga un buen viaje, Uzumaki-dono. Espero llegar a escuchar sobre sus hazañas en el futuro.
Dijo el médico para luego realizar una marcada reverencia. El camino de los ninjas se separaría en el ingreso de la Villa de las Aguas Termales, pese a que ambos estarían cruzando por el lugar, posiblemente sería difícil que se cruzasen en el interior del lugar.
—Está siendo humilde, Uzumaki-dono. A lo mejor le dolería un poco la cabeza en este momento, pero lo habría logrado.
Eri poco a poco intuía por qué aquel hombre había sido ascendido a chuunin. Parecía muy educado y sabía llevar las riendas de la situación, por muy difícil que fuera, por eso quizá sentía algo de envidia hacia su comportamiento, pues ella parecía más imprudente en sus actos.
Y allí es donde tenían que volver a separarse sus caminos, justo en la puerta de la Villa de las Aguas Termales. La joven hizo una breve reverencia tras su despedida, y el médico contestó.
—Tenga un buen viaje, Uzumaki-dono. Espero llegar a escuchar sobre sus hazañas en el futuro.
—Muchas gracias, Manase-san, ojalá nuestros caminos se crucen de nuevo en un futuro.
Otra reverencia, un movimiento leve de su mano izquierda a modo de despedida y se dio la vuelta. No sabía a dónde ir, pero tenía que encontrar a su hermano y volver a su cometido de aquel viaje, pensando en que, la verdad era que aquellos que había ido conociendo en sus pequeños viajes habían hecho pequeña mella en ella de la forma más improbable. Recordó a Ayame, seguramente Manase Mogura y ella se conociesen de algo
Y esperó poder cruzarse con ellos de nuevo, no ahora, ni en su actual viaje, pero sí en los siguientes que viniesen.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100