18/06/2015, 23:41
El joven marionetista logró su objetivo. El secretario se fue con viento fresco del lugar. No supo hacia donde se dirigió y le dio exactamente igual. En cuanto se fue, depósito el libro entre medio de ambos, mientras Kota se acomodaba para facilitar la lectura. Sin que ninguno tuviera que decir mucho más de lo que dijo Kota, ambos empezaron a leer.
La historia tenía su punto. Un elegido con increíbles poderes de viento, proveniente de un templo, y unos ninjas le buscaban, quizá en busca de poder, quizás en busca de riquezas o simplemente, por envidia. Tuvo que admitir que no había leído muchos así. Podría pasar horas incluso, si daba de si tal libro. La letra era casi perfecta, narración más que decente. Incluso las descripciones eran de su gusto, se explicaban pero tampoco eran excesivas.
Si su acompañante no hubiera dado un suspiro, seguramente seguiría metido en ese mundo. Como si de un sueño se tratase, se encontraba adormilado. No pudo evitar rascarse los ojos, mientras le preguntaba.
- Si, es verdaderamente increíble - contestó, aún terminando de despabilarse - no se mucho del tema, en realidad, pero mi hermana sabrá. Ya se le preguntare, aunque dudó que exista algo así. O al menos, que continúe existiendo por nuestros días. Quizá incluso murió con la aldea...
Probablemente se reiria de el, pero le daba igual. En realidad, ella tampoco sabía mucho de la aldea de la arena o del país del viento, pero desde luego, mejor idea que el tendría.
La historia tenía su punto. Un elegido con increíbles poderes de viento, proveniente de un templo, y unos ninjas le buscaban, quizá en busca de poder, quizás en busca de riquezas o simplemente, por envidia. Tuvo que admitir que no había leído muchos así. Podría pasar horas incluso, si daba de si tal libro. La letra era casi perfecta, narración más que decente. Incluso las descripciones eran de su gusto, se explicaban pero tampoco eran excesivas.
Si su acompañante no hubiera dado un suspiro, seguramente seguiría metido en ese mundo. Como si de un sueño se tratase, se encontraba adormilado. No pudo evitar rascarse los ojos, mientras le preguntaba.
- Si, es verdaderamente increíble - contestó, aún terminando de despabilarse - no se mucho del tema, en realidad, pero mi hermana sabrá. Ya se le preguntare, aunque dudó que exista algo así. O al menos, que continúe existiendo por nuestros días. Quizá incluso murió con la aldea...
Probablemente se reiria de el, pero le daba igual. En realidad, ella tampoco sabía mucho de la aldea de la arena o del país del viento, pero desde luego, mejor idea que el tendría.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60