22/04/2017, 18:35
(Última modificación: 29/07/2017, 02:11 por Amedama Daruu.)
—Chicos, no es momento para jugar —les regañó Kori.
Daruu se dio la vuelta, limpiándose todavía la baba de caballo con la cara más asquerosa que os podáis imaginar.
—¡Intenté advertirla, Kori-sensei! —dijo, y se dio la vuelta hacia Ayame con un puchero—. ¿Ves? Te dije que no lo tocaras.
Como un niño pequeño, dijo "hmpf" y se alejó unos metros, todo lo que pudo sin alejarse demasiado del grupo.
—Ayame, Daruu-kun, viajaréis con este hombre sobre su carro y le protegeréis de cualquier amenaza que pueda surgir.
—¿Y qué pasa contigo?
—Yo viajaré por otros medios, pero me mantendré lo suficientemente cerca como para tener un ojo siempre encima de vosotros. ¿Entendido?
Daruu hizo "ok" con la mano derecha, discretamente, y se acercó al carro. Se subió a la derecha del hombre.
—Con permiso.
—¿Está bien así? Los chicos son jóvenes, pero son ninjas cualificados. Y de todas maneras yo estaré pendiente por si pudiera surgir cualquier imprevisto.
El transportista estaba confundido, porque evidentemente no entendía, como Ayame, cómo Kori iba a seguirles si no subía al carro.
—Sí, claro... Yo encantado. Además, el único peligro que suele haber por estos caminos es una pequeña banda de maleantes cobardes que no supondrían una amenaza para estos zagales. Una vez hasta me ocupé yo mismo de dos de ellos. —Hinchó el pecho con orgullo y se dio dos toquecitos en el centro con el dedo pulgar—. No solemos contratar escolta precisamente por eso. Pero quién sabe. Además, ya os he dicho que no me cuesta nada, sólo era el tema del espacio.
Se encogió de hombros, y le hizo una señal a Ayame.
—¡Vamos, zagala, a mi izquierda!
Daruu se dio la vuelta, limpiándose todavía la baba de caballo con la cara más asquerosa que os podáis imaginar.
—¡Intenté advertirla, Kori-sensei! —dijo, y se dio la vuelta hacia Ayame con un puchero—. ¿Ves? Te dije que no lo tocaras.
Como un niño pequeño, dijo "hmpf" y se alejó unos metros, todo lo que pudo sin alejarse demasiado del grupo.
—Ayame, Daruu-kun, viajaréis con este hombre sobre su carro y le protegeréis de cualquier amenaza que pueda surgir.
—¿Y qué pasa contigo?
—Yo viajaré por otros medios, pero me mantendré lo suficientemente cerca como para tener un ojo siempre encima de vosotros. ¿Entendido?
Daruu hizo "ok" con la mano derecha, discretamente, y se acercó al carro. Se subió a la derecha del hombre.
—Con permiso.
—¿Está bien así? Los chicos son jóvenes, pero son ninjas cualificados. Y de todas maneras yo estaré pendiente por si pudiera surgir cualquier imprevisto.
El transportista estaba confundido, porque evidentemente no entendía, como Ayame, cómo Kori iba a seguirles si no subía al carro.
—Sí, claro... Yo encantado. Además, el único peligro que suele haber por estos caminos es una pequeña banda de maleantes cobardes que no supondrían una amenaza para estos zagales. Una vez hasta me ocupé yo mismo de dos de ellos. —Hinchó el pecho con orgullo y se dio dos toquecitos en el centro con el dedo pulgar—. No solemos contratar escolta precisamente por eso. Pero quién sabe. Además, ya os he dicho que no me cuesta nada, sólo era el tema del espacio.
Se encogió de hombros, y le hizo una señal a Ayame.
—¡Vamos, zagala, a mi izquierda!