19/06/2015, 22:22
Nada más mencionar el problema, Ayame no se lo pensó dos veces. Echó a correr,hablando prácticamente a la nada, esperando que le siguiera. La chica tenía un grave problema de comunicación, o eso le estaba pareciendo...
Juro mantuvo su carrera, con las mismas ansias que ella. Había mencionado un tal Kori, quizás fuese su padre. Era normal que no viajara sola, a pesar de estar prácticamente en su país. Juro se preguntó si cuando tuviera un par de años, podría viajar solo.
Desvariándose de tema, fue normal que al principio no entendiera lo que sus ojos veían, al atravesar la última resistencia de árboles puesta por la naturaleza, y llegar a la ladera.
Al principio no lograba entender quien eran dos de las tres figuras que se alzaban, cercanas a la cascadas. Estaban reunidas, como si estuviesen hablando. A una la conocía, su figura esbelta, su chaqueta de cuero y su camisa blanca, sus ojos verdes, su larga melena negra, su posición impaciente...Era su hermana.
Pero había más. Al poner atención, pudo recordar a la segunda figura. No era nada más y nada menos que la madre de la hija que acababan de ver hace escasos momentos. El estampado y el bastón la delataban. Por último, había otra persona. A ese no lo conocía. Era una persona esbelta, en eso se parecía a Katsue. Tenía la piel pálida, y el pelo blanquecino, igual que la nieve. Sus ropas eran iguales, también.
—...Pelo negro, ojos marrones, camiseta verde.. .— su corazón dio un vuelco, agudizando el oido, y por su posición cercana, podía escuchar parte de esa conversación. Al parecer, no les habían visto aún, estaban de espaldas. Se dió cuenta de que su hermana hablaba de él.
— Ahh, ya veo — la mujer empezó a hablar, con su tono agradable, y su cara que no contrastaba para nada con ese rasgo — antes he visto a dos chicos, uno era como le describías, otra era una chica, de pelo negro, y ropajes azules. Se fueron por el bosque, hacía alguna parte — por un momento, Juro pensó que les señalaría, pero al parecer, o no se acordaba, o se estaba haciendo la loca — la chica llevaba un recipiente que apestaba a alcohol, no se que andarán haciendo.
Katsue entrecerró los ojos, bastante sorprendida de lo que la mujer decía. Incluso miro dubitativamente al tercer anfitrión, intentando adivinar que estaba pasando.
Curiosamente, su hija no andaba por ahí. Quizás no quisiese ver a su madre aún, o se hubiese perdido. Igualmente, tampoco entendía porque decía esas cosas. Se horrorizó cuando escuchó lo que decía, sus palabras hacían que sonara...Incriminador.
De un momento a otro, Juro sintió incluso vergüenza de bajar ahí...
Juro mantuvo su carrera, con las mismas ansias que ella. Había mencionado un tal Kori, quizás fuese su padre. Era normal que no viajara sola, a pesar de estar prácticamente en su país. Juro se preguntó si cuando tuviera un par de años, podría viajar solo.
Desvariándose de tema, fue normal que al principio no entendiera lo que sus ojos veían, al atravesar la última resistencia de árboles puesta por la naturaleza, y llegar a la ladera.
Al principio no lograba entender quien eran dos de las tres figuras que se alzaban, cercanas a la cascadas. Estaban reunidas, como si estuviesen hablando. A una la conocía, su figura esbelta, su chaqueta de cuero y su camisa blanca, sus ojos verdes, su larga melena negra, su posición impaciente...Era su hermana.
Pero había más. Al poner atención, pudo recordar a la segunda figura. No era nada más y nada menos que la madre de la hija que acababan de ver hace escasos momentos. El estampado y el bastón la delataban. Por último, había otra persona. A ese no lo conocía. Era una persona esbelta, en eso se parecía a Katsue. Tenía la piel pálida, y el pelo blanquecino, igual que la nieve. Sus ropas eran iguales, también.
—...Pelo negro, ojos marrones, camiseta verde.. .— su corazón dio un vuelco, agudizando el oido, y por su posición cercana, podía escuchar parte de esa conversación. Al parecer, no les habían visto aún, estaban de espaldas. Se dió cuenta de que su hermana hablaba de él.
— Ahh, ya veo — la mujer empezó a hablar, con su tono agradable, y su cara que no contrastaba para nada con ese rasgo — antes he visto a dos chicos, uno era como le describías, otra era una chica, de pelo negro, y ropajes azules. Se fueron por el bosque, hacía alguna parte — por un momento, Juro pensó que les señalaría, pero al parecer, o no se acordaba, o se estaba haciendo la loca — la chica llevaba un recipiente que apestaba a alcohol, no se que andarán haciendo.
Katsue entrecerró los ojos, bastante sorprendida de lo que la mujer decía. Incluso miro dubitativamente al tercer anfitrión, intentando adivinar que estaba pasando.
Curiosamente, su hija no andaba por ahí. Quizás no quisiese ver a su madre aún, o se hubiese perdido. Igualmente, tampoco entendía porque decía esas cosas. Se horrorizó cuando escuchó lo que decía, sus palabras hacían que sonara...Incriminador.
De un momento a otro, Juro sintió incluso vergüenza de bajar ahí...
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60