27/04/2017, 16:11
La presencia de Mogura había sido notada por el monje rubio y calvo. En el instante en que sus miradas podrían llegar a cruzarse, el joven médico de cabello azabache haría una respetuosa reverencia digna de un dojo, apoyándose sus manos ligeramente en la colchoneta e inclinando su torso hacía delante, sin dejar de mirar a los ojos del cenobita.
El respeto es lo que mantiene la paz entre las tres grandes naciones ninja, no hay razón para no aplicar lo mismo en la gran Amegakure.
Pensaba el chico en momentos como ese.
Entre un par de cosas que se dijeron, Karamaru se excusaría de cualquier daño que podría hacer Keisuke a lo que se encontraba ahí, dejandole a su suerte con los costos de reparaciones. El médico por su parte reclamaría elegir un lugar donde no hubiese necesidad de contenerse la próxima vez.
¿Estás queriendo hacer uso del Okasho en un compañero de aldea, Inoue Keisuke? Eso es un demasiado... si me lo preguntas...
No pudo evitar delinear una ligera sonrisa en su rostro al pensar en aquello, quizás la inmadurez del chico no le dejaba ver lo peligroso que podía ser utilizar una técnica como esa tan a la ligera.
Sin mucha demora el combate ya había iniciado, armas arrojadizas volando en dirección al calvo y la promesa de un intercambio de golpes.
Mogura se mantenía expectante a todo.
El respeto es lo que mantiene la paz entre las tres grandes naciones ninja, no hay razón para no aplicar lo mismo en la gran Amegakure.
Pensaba el chico en momentos como ese.
Entre un par de cosas que se dijeron, Karamaru se excusaría de cualquier daño que podría hacer Keisuke a lo que se encontraba ahí, dejandole a su suerte con los costos de reparaciones. El médico por su parte reclamaría elegir un lugar donde no hubiese necesidad de contenerse la próxima vez.
¿Estás queriendo hacer uso del Okasho en un compañero de aldea, Inoue Keisuke? Eso es un demasiado... si me lo preguntas...
No pudo evitar delinear una ligera sonrisa en su rostro al pensar en aquello, quizás la inmadurez del chico no le dejaba ver lo peligroso que podía ser utilizar una técnica como esa tan a la ligera.
Sin mucha demora el combate ya había iniciado, armas arrojadizas volando en dirección al calvo y la promesa de un intercambio de golpes.
Mogura se mantenía expectante a todo.
Hablo - Pienso