27/04/2017, 16:18
La reacción del amenio no se hizo esperar, se movió, seguido de cerca por Riko que, en aquella situación, no pretendía quedarse solo, al menos, no sin saber a que se estaban enfrentando. Seguidamente el hombre escualo le dio unas instrucciones al Senju, por señas para que el inesperado visitante no se enterara, señas que Riko entendió perfectamente, por lo que solo faltaba esperar, esperar que el hombre estuviera a tiro para poner en marcha su plan.
Esto no se hizo esperar, el silencio que los dos jóvenes mantenían y la concentración que atesoraban les ayudó a calcular aproximadamente la distancia que separaba al hombre de donde ellos se encontraban según el ruido de sus pisadas, por lo que, cuando ambos vieron que el hombre se asomaba ligeramente, se lanzaron hacia él, Riko hacia sus piernas, más concretamente a la altura de las rodillas, y rodeó ambas con sus brazos, evitando que moviera sus piernas mientras Kaido lo tiraba.
— !Toma ya, hijo de puta!
Aquel muchacho era quizás demasiado efusivo, pero era normal teniendo en cuenta que podría ser una persona que fuera a por él. Riko, por su parte, sacó un kunai y lo agarró apuntándolo hacia el hombre que yacía tirado en el suelo.
— ¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? — Quizás fuera algo tonto preguntar eso, pero, en ese momento, la mente del Senju no era lo suficientemente clara como para pensar demasiado
Esto no se hizo esperar, el silencio que los dos jóvenes mantenían y la concentración que atesoraban les ayudó a calcular aproximadamente la distancia que separaba al hombre de donde ellos se encontraban según el ruido de sus pisadas, por lo que, cuando ambos vieron que el hombre se asomaba ligeramente, se lanzaron hacia él, Riko hacia sus piernas, más concretamente a la altura de las rodillas, y rodeó ambas con sus brazos, evitando que moviera sus piernas mientras Kaido lo tiraba.
— !Toma ya, hijo de puta!
Aquel muchacho era quizás demasiado efusivo, pero era normal teniendo en cuenta que podría ser una persona que fuera a por él. Riko, por su parte, sacó un kunai y lo agarró apuntándolo hacia el hombre que yacía tirado en el suelo.
— ¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? — Quizás fuera algo tonto preguntar eso, pero, en ese momento, la mente del Senju no era lo suficientemente clara como para pensar demasiado
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»