27/04/2017, 21:11
La otra pelirroja aguardó con paciencia el regreso de Aiko, que lamentablemente quizás se había demorado mas de lo debido a causa de la cerveza y los halagos del tendero. Fuera de ello, la chica tampoco lo había hecho a propósito, tenía en mente esa demora cervecil desde hacía ya demasiados días. Fuese como fuese, inquirió a la chica que la acompañaría, pues podía mas o menos guiarla, además de que si dentro dejaban beber... pues como que sería el mejor baño termal del maldito mundo.
Ritsuko agradeció el hecho, y confesó que de no hacerlo seguramente hasta se lo pasaba de largo. Ésto era algo curioso, mas que nada porque tras unas indicaciones en una aldea no era del todo fácil perderse, pero bueno, quizás no era demasiado atenta para seguir indicaciones.
Mientras comenzaban a salir del local, la menor, que parecía haberse fijado en el símbolo del hombro de Aiko, preguntó sin tapujos si ésta era de Amegakure o bien tenía el símbolo como decoración. Aiko realmente no tenía problemas para reconocer qué era —kunoichi de Amegakure.— pero sí que antes debía hacer algo.
—Gracias. —Pronunció sin demasiada demora al haber pasado por el umbral de la puerta, la cual sostenía Ritsuko. —Si, soy genin de Amegakure.
»Pero que eso no te preocupe, como ves, en lo que menos ando pensando ahora mismo es en trabajo. Además de kunoichi, una es persona... Si no diferenciamos entre tiempo libre, y trabajo, acabaríamos como una cabra... ¿no crees?
Entre tanto, comenzaron a andar por las calles de la aldea. Siguiendo las instrucciones del tendero, no tardarían en dar con el local. Giraron a la izquierda, de nuevo a la izquierda, y comenzaron a avanzar hasta pasar un par de calles de donde había comprado el alcohol. Tras ello, giraron a la derecha, y avanzaron no mas de 50 metros hasta que al flanco derecho conseguirían ver un gran cartel que daba la bienvenida al "silo del descanso". Las paredes del edificio eran color verde, por lo tanto quizás ese era el lugar mencionado. Aiko echó un vistazo alrededor, y no consiguió ver otro de características similares.
—Creo que es aquí, Ritsuko. —Comentó a la chica. —Por aquí cerca no hay mas edificaciones de color verde. Quizás habría sido buena idea preguntar el nombre del local al chico ese... en fin. Entramos y vemos si es aquí, ¿no?
Ritsuko agradeció el hecho, y confesó que de no hacerlo seguramente hasta se lo pasaba de largo. Ésto era algo curioso, mas que nada porque tras unas indicaciones en una aldea no era del todo fácil perderse, pero bueno, quizás no era demasiado atenta para seguir indicaciones.
Mientras comenzaban a salir del local, la menor, que parecía haberse fijado en el símbolo del hombro de Aiko, preguntó sin tapujos si ésta era de Amegakure o bien tenía el símbolo como decoración. Aiko realmente no tenía problemas para reconocer qué era —kunoichi de Amegakure.— pero sí que antes debía hacer algo.
—Gracias. —Pronunció sin demasiada demora al haber pasado por el umbral de la puerta, la cual sostenía Ritsuko. —Si, soy genin de Amegakure.
»Pero que eso no te preocupe, como ves, en lo que menos ando pensando ahora mismo es en trabajo. Además de kunoichi, una es persona... Si no diferenciamos entre tiempo libre, y trabajo, acabaríamos como una cabra... ¿no crees?
Entre tanto, comenzaron a andar por las calles de la aldea. Siguiendo las instrucciones del tendero, no tardarían en dar con el local. Giraron a la izquierda, de nuevo a la izquierda, y comenzaron a avanzar hasta pasar un par de calles de donde había comprado el alcohol. Tras ello, giraron a la derecha, y avanzaron no mas de 50 metros hasta que al flanco derecho conseguirían ver un gran cartel que daba la bienvenida al "silo del descanso". Las paredes del edificio eran color verde, por lo tanto quizás ese era el lugar mencionado. Aiko echó un vistazo alrededor, y no consiguió ver otro de características similares.
—Creo que es aquí, Ritsuko. —Comentó a la chica. —Por aquí cerca no hay mas edificaciones de color verde. Quizás habría sido buena idea preguntar el nombre del local al chico ese... en fin. Entramos y vemos si es aquí, ¿no?