3/05/2017, 10:59
Los siguientes momentos al encuentro con el joven se basarían en una ligera explicación, quizás para poner en contexto a Kaido y a Riko, o quizás únicamente para advertirles de que aquelo no iba a ser tarea fácil, algo que al joven Senju no le hacía demasiada gracia, pero al parecer ya estaba metido en esto, así que haría todo lo posible para salir lo más rápido de allí, ayudaría al amenio a encontrar a quien quiera que tuviera que encontrar y luego seguiría con lo suyo.
—Entonces, supongo que no podemos llegar hasta allá fácilmente, ¿verdad? y si nos arriesgamos a movernos de aquí, incluso si llegamos a estar cerca, con que nos vean por la zona cercana ya podrían sacar conclusiones. Me cago en tus muertos, Hoshu.
Las conclusiones del hombre-escualo, a pesar de ser bastante acertadas a ojos del peliblanco, no eran en absoluto conciliadoras, por lo que Riko, que aún no había tenido que entablar combate con nadie, veía próximo su primera batalla y eso no le hacía demasiada gracia, teniendo en cuenta lo lejos que estaba de casa.
—Te equivocas, Kaido-san. Son mis muertos los que nos han dejado una alternativa para nuestro dilema. Hay un tunel secreto, no muy lejos de aquí; que nos lleva directamente al otro lado. Ese es nuestro camino, pero sé que la entrada está custodiada por cuatro tipos. Si podemos encargarnos de ellos sin llamar la atención, podemos llegar a salvo al refugio de Mirogu-san, y del viejo Yarou.
El de ojos violetas escuchó a Hoshu atentamente, palabra a palabra y, al parecer, no era tan complicado como parecía, solo tenían que llegar hasta la entrada y ocuparse de los guardas.
— Bueno, pues no hay más que hablar, vamos hacia ese túnel secreto, ya se nos ocurrirá algo para deshacernos de los guardias, ¿vale? — El muchacho parecía decidido, pero en sus adentros los nervios estaban haciendo estragos.
—Entonces, supongo que no podemos llegar hasta allá fácilmente, ¿verdad? y si nos arriesgamos a movernos de aquí, incluso si llegamos a estar cerca, con que nos vean por la zona cercana ya podrían sacar conclusiones. Me cago en tus muertos, Hoshu.
Las conclusiones del hombre-escualo, a pesar de ser bastante acertadas a ojos del peliblanco, no eran en absoluto conciliadoras, por lo que Riko, que aún no había tenido que entablar combate con nadie, veía próximo su primera batalla y eso no le hacía demasiada gracia, teniendo en cuenta lo lejos que estaba de casa.
—Te equivocas, Kaido-san. Son mis muertos los que nos han dejado una alternativa para nuestro dilema. Hay un tunel secreto, no muy lejos de aquí; que nos lleva directamente al otro lado. Ese es nuestro camino, pero sé que la entrada está custodiada por cuatro tipos. Si podemos encargarnos de ellos sin llamar la atención, podemos llegar a salvo al refugio de Mirogu-san, y del viejo Yarou.
El de ojos violetas escuchó a Hoshu atentamente, palabra a palabra y, al parecer, no era tan complicado como parecía, solo tenían que llegar hasta la entrada y ocuparse de los guardas.
— Bueno, pues no hay más que hablar, vamos hacia ese túnel secreto, ya se nos ocurrirá algo para deshacernos de los guardias, ¿vale? — El muchacho parecía decidido, pero en sus adentros los nervios estaban haciendo estragos.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»