3/05/2017, 23:38
(Última modificación: 4/05/2017, 00:08 por Umikiba Kaido.)
Mientras Kagetsuna se acomodaba, Kaido lo hizo también.
Kurozuchi, sin mediar palabra, dejó la habitación; y detrás suyo una inmensa puerta de metal se cerró también. Entonces el galpón quedó habitado tan sólo por los dos genin, que tendrían que convivir durante aproximadamente 6 horas hasta que al amanecer tocara a sus puertas.
Sin embargo, y aunque no hubiesen pasado siquiera un par de minutos desde que les abrazara la más ínfima soledad; la curiosidad tomó protagonismo y obligó al escualo a compartir sus preocupaciones.
—Mierda. La logística de estos idiotas es una completa mierda de perro. ¿En que cabeza cabe dejar a dos jóvenes, curiosos e inmaduros; a proteger algo desconocido? —se interrogó a sí mismo, en voz alta—. y además, ¿proteger de qué? ¿quién demonios va a entrar a ésta puta habitación?
Bufó, con tedio.
—Creo que el único peligro que acecha a esa cosa allí dentro, es mi curiosidad.
Kurozuchi, sin mediar palabra, dejó la habitación; y detrás suyo una inmensa puerta de metal se cerró también. Entonces el galpón quedó habitado tan sólo por los dos genin, que tendrían que convivir durante aproximadamente 6 horas hasta que al amanecer tocara a sus puertas.
Sin embargo, y aunque no hubiesen pasado siquiera un par de minutos desde que les abrazara la más ínfima soledad; la curiosidad tomó protagonismo y obligó al escualo a compartir sus preocupaciones.
—Mierda. La logística de estos idiotas es una completa mierda de perro. ¿En que cabeza cabe dejar a dos jóvenes, curiosos e inmaduros; a proteger algo desconocido? —se interrogó a sí mismo, en voz alta—. y además, ¿proteger de qué? ¿quién demonios va a entrar a ésta puta habitación?
Bufó, con tedio.
—Creo que el único peligro que acecha a esa cosa allí dentro, es mi curiosidad.