22/06/2015, 12:05
"Bien, bien, un poco más cerca y..."
Que desconfiada era la condenada, se acercaba cómo si el suelo se fuera a venir abajo y fuera a caer sobre lava ardiente. Aún así quería intentarlo. Parecía que había pasado una eternidad desde que decidió bajar y venir a por el condenado mapa que le tendí delante suya con una radiante sonrisa, como si jamás hubiera roto un plato, y en verdad, se me daba bastante bien poner esa cara, en más de aprieto me había sacado, a pesar que solo era fachada, pues el sentimiento no era reciproco.
Pero por fin lo agarró. "Bien, ahora es mi turno" Con la velocidad de la que hago gala, saqué mi otro brazo de debajo de mi túnica y la agarré de la cadera, y la empujé con fuerza hacía mi, aprovechando que no se imaginaría mi estratagema, tenía bastantes posibilidades de salirme con la mía. La inercia hizo que se viera atraída hacía mi y que chocara contra mi pecho, y después cuando estuvo a mi alcance, le asesté un beso en su mejilla. Después dije muy satisfecho.
-He cambiado de idea, creo que así es más justo, vaya que si lo es.
En el fondo sabía que se lo tomaría a mal, pero me daba absolutamente igual. Sabía que si se molestaba mucho, es por que en realidad le había gustado. No me puse en guardia por si recibía una respuesta poco amable, lo que si hice, es preparar mis piernas para apartarme de lo que pudiera pasar, aunque a lo mejor no haría falta.
Que desconfiada era la condenada, se acercaba cómo si el suelo se fuera a venir abajo y fuera a caer sobre lava ardiente. Aún así quería intentarlo. Parecía que había pasado una eternidad desde que decidió bajar y venir a por el condenado mapa que le tendí delante suya con una radiante sonrisa, como si jamás hubiera roto un plato, y en verdad, se me daba bastante bien poner esa cara, en más de aprieto me había sacado, a pesar que solo era fachada, pues el sentimiento no era reciproco.
Pero por fin lo agarró. "Bien, ahora es mi turno" Con la velocidad de la que hago gala, saqué mi otro brazo de debajo de mi túnica y la agarré de la cadera, y la empujé con fuerza hacía mi, aprovechando que no se imaginaría mi estratagema, tenía bastantes posibilidades de salirme con la mía. La inercia hizo que se viera atraída hacía mi y que chocara contra mi pecho, y después cuando estuvo a mi alcance, le asesté un beso en su mejilla. Después dije muy satisfecho.
-He cambiado de idea, creo que así es más justo, vaya que si lo es.
En el fondo sabía que se lo tomaría a mal, pero me daba absolutamente igual. Sabía que si se molestaba mucho, es por que en realidad le había gustado. No me puse en guardia por si recibía una respuesta poco amable, lo que si hice, es preparar mis piernas para apartarme de lo que pudiera pasar, aunque a lo mejor no haría falta.