Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#1
No dejé de viajar, iba y venia por todas partes. Después de visitar algunos lugares del país de la Espiral, me decanté más por visitar el oeste y ver un poco el país de la Tierra, que era el origen de mis antepasados y lugar donde nacieron mis habilidades. Por lo que no perdí más tiempo, agarré todo lo necesario para el viaje y comencé mi travesía que no sabía a ciencia cierta cuando tendría fin.

Uno de los elementos más importantes para llevar a cabo mi viaje, era sin lugar a dudas mi mapa. En donde tracé a grosso modo la trayectoria que llevaría a cabo para llegar hasta mi destino sin desorientarme demasiado. Ese trayecto me hizo atravesar parte del famoso paraje del Bambú, algo que me trajo recuerdos de infancia pero tenía claro el motivo por el que estaba aquí y continué sin entretenerme. Si hubiera continuado hacía el suroeste habría acabado en la frontera con el país de la Tormenta pero, continué hacía el oeste hasta llegar al puente Tenchi, que me brindaría acceso al país de la Tierra.

"Bueno ya estoy aquí, veamos a donde puedo ir" Pensé mientras cruzaba el puente. pude observar que había un camino que llevaba directo a la capital, la ciudad se llamaba Notsuba y seguro que allí debería haber el castillo del Señor Feudal de la Tierra, algo digno de ver. Solo tenía que seguir el camino que había ante mí para llegar, pero algo me llamó enormemente la atención.

Un extraño edificio que sobresalía por el horizonte. "¿Que porras será? Pensé intrigado. Se veía una especie de torre destartalada, constituida por tablones de madera. Quizás fuera una antigua edificación abandonada por el paso del tiempo en el que solo se podía apreciar la estructura. Además conforme me adentraba más y más en el país de la Tierra, podía apreciar como quedaba atrás el denso bosque, el paisaje se tornó árido, por lo menos para mí, casi rozaba lo desértico.

Al cabo de pocos minutos llegué hasta la base de aquella siniestra torre, que tendría la altura de un edificio de tres plantas, mas o menos, en la cima había un tablón muy largo colocado horizontalmente que bien se podría subir hasta el y observar el horizonte maravillosamente. Y así fue, subí sin dificultades, las maderas estaban colocadas de tal forma que apenas me supuso un esfuerzo alcanzar la cima a base de un puñado de saltos mientras canalizaba algo de chakra en mis píes para sujetarme a los tablones. Desde la cima pude ver una inmensa extensión de terreno y una serie de cadenas montañosas, la verdad que todo se veía tan lejos que intimidaba un poco.

Pero hubo algo que me llamó la atención por encima de todo, alguien se acercaba hacía mí. Una persona venía desde las lejanías quizás atraído al igual que yo por esta extraña torre abandonada.
Responder
#2
Para la kunoichi de Amegakure, estar en una tierra en la cual parecía quen o llovía en meses era algo bastante extraño. Aún más lo era ver con tanta claridad aquella gran bola brillante llamada Sol que tan sólo había contemplado tras un tupido cortinaje de nubes. Además, había que sumar a todo aquello, que la temperatura era bastante más cálida que el País de la Tormenta. Así que la Uchiha se había visto obligada a dejar su capa y su sombrero, fieles compañeros contra la lluvia, en un recodo del camino. Ocultos en el hueco de un árbol, en la frontera con el País de la Tierra. Ataviada tan solo con una pantalón negro corto, que caía levemente bajo sus rodillas, unas tabi del mismo color y una camiseta sin mangas de cuello alto, negras también. Como medida para el calor, también se había recogido el cabello en una cola de caballo, aunque su flequillo seguía cayendo sobre su bandana.

La chica no se había adentrado demasiado en aquel país cuando divisó una extraña torre construída con maderos, no parecía muy sofisticada desde la lejanía. Era una torre bastante primitiva, nada que ver con los grandes edificios que componían su villa. Aún así la joven pensó que sería un buen punto para observar los alrededores y determinar si adentrarse un poco más en aquel país o regresar antes de que aquel calor terminase por derretirla.

Tomoe no tardó más de un par de horas en llegar hasta la base de la torre, donde para su desgracia pudo ver desde la distancia que había alguien y que este la estaba observando.

"Vaya racha que llevo... no hay manera... en todas partes me encuentro con gente" se lamento la chica que lo último que le apetecía era encontrarse con alguien de su propia especie. Aún así siguió aproximándose sin ningún miedo, confiaba plenamente en sus habilidades.

La pelinegra siguió aproximándose sin prestar demasiada atención al chico que parecía pendiente de su aproximación, ella se centro en observar desde más cerca aquella primitiva estructura de tamaño colosal. Evaluando cual sería el trayecto más rápido para llegar a su cúspide
Responder
#3
Aquella silueta se acercó hasta el píe de la torre sin preocuparse lo más mínimo por mi presencia, es entonces cuando se me pasó por la cabeza de que sería alguien igual que yo, es decir, un shinobi.

"¿Quién será, tengo curiosidad?"

La cosa era que tenía pinta que tenía intención de subir, por lo que esperaría a que eso ocurriera para saciar mi curiosidad. Pues siempre era interesante conocer a otros shinobi. En el hipotético caso de que lo fuera.

"Mentira"

No pude esperar, llevaba ya unos días de viaje y necesitaba imperiosamente relacionarme con un ser vivo. Como ya no había mucho que ver desde aquella torre, decidí bajar a ver a la persona en cuestión. Empleé la misma técnica para el descenso que la que utilicé para subir, y resultó una tarea relativamente sencilla. Cuando me acerqué lo suficiente a aquella persona, me dí cuenta de que se trataba en realidad de una chica que rondaría mi edad más o menos.

"Ala...si es muy guapa..."

Aquella chica era sin duda una preciosidad, no era capaz de recordar la última vez que vi a un muchacha tan hermosa, es más, diría que jamás había visto nada igual. Tenía unas facciones delicadas, de tez muy clara y un hermoso cabello largo y oscuro, además me llamó mucho la atención el color de sus ojos, que tenían una tonalidad violácea que jamás había visto antes.

Tanto admiré a aquella chica, que ocasionó que en el último tramo de descenso de la torre cometiera un paso en falso, provocando que cayera boca abajo al suelo. Por fortuna la distancia no fue mucha, y apenas quedó la cosa en más que un susto.

-Ouch! Me quejé tras el golpe.

Me levante como alma que lleva el diablo, me atusé las ropas que quedaron un poco sucias de polvo a causa de la caída y a continuación me presenté con una reverencia.

-Hola preciosa, me llamo Bakuhatsu Yoshimitsu. Estoy a tu disposición para lo que gustes...
Responder
#4
La Uchiha notó que el chico que estaba encaramado a la torre procedía a descender, además parecía que se aproximaba en su dirección. Al parecer ese día tampoco se iba a librar de compañía no deseada. El escalador pareció distraerse con algo, lo que terminó por provocar que perdiese el control del descenso y terminase estampandose con el suelo

"Con un poco de suerte se ha matado..." pensó la chica que ni siquiera desvió la mirada de la torre, no le importaba lo más mínimo lo que le hubiese ocurrido al pelirrojo que besaba el suelo "Bueno, creo que ya se por donde subir..." Sin embargo sus intenciones se verían abortadas por el aprendiz de salto base que comenzaba a reaccionar y a incorporarse, incluso parecía querer recuperar parte de la dignidad perdida. Tomoe le miró de reojo "Se ve que los kimonos están de moda..." fue lo primero que pensó al fijarse mejor en aquel tipo. Últimamente todo el mundo con el que se encontraba llevaba ropa de ese estilo, aunque había que reconocer que ese chico tenía un gusto un tanto excéntrico y particular pues su ropa estaba totalmente salpicada de colores bastante llamativos.

El melenudo se sacudió su ropa y habló como si de un galán de obra de teatro se tratase, aquello no agradó en exceso a la Uchiha.

—Vuelve a llamarme preciosa y te haré besar el suelo de nuevo— gruñó la pelinegra mientras apartaba la mirada y la devolvía hacia la torre, sin más dio un gran salto para comenzar a escalar la torre. Quedando de pie sobre el primer gran travesaño que la conformaba, donde se detuvo para poder sacar de su portaobjetos su pequeño frasco anaranjado repleto de píldoras. Tomoe lo desenroscó suavemente y vertió las pastillas sobre su mano izquierda, volvió a tapar el bote con cuidado y lo depósito de nuevo en su lugar de origen [color=blueviolet"Es más alta de lo que parece desde abajo..."[/color] pensó mientras observaba la estructura de nuevo
Responder
#5
"Hmm...sabía que diría algo así. Que cosas...Al parecer el refrán era cierto, ese que dice que las verdades ofenden" Pensaba sin demasiada preocupación mientras observaba impasible a aquella chica mientras subía la torre.

Desde luego tendría que ser por mi carácter, pero siempre que me topaba con alguien por un motivo u otro, lo ofendía. Y no existía nada que me desagradara más que los mal entendidos, por lo que decidí subir de nuevo para hablar con aquel ángel con malas pulgas para disculparme.

"Que menos que una disculpa"

Subí nuevamente de la misma forma que lo hice la primera vez, pero esta vez tomé la prudencia de mantener la concentración para evitar nuevos tropiezos. Subí prácticamente detrás de aquella chica, que gracias a mi inusual velocidad la pillé infraganti con lo que parecía ser una pastillas en su mano.

-Te pido disculpas por lo de antes, fue algo involuntario. Tienes que entender que no todos los días se ve a alguien como tu. Me sinceré.

"Como sea tan fuerte como preciosa, podría asegurar que estoy delante de la Diosa de la destrucción, sin duda"

Ahora que había logrado apaciguar mis instintos primarios, pude observar que detrás del flequillo de la muchacha, tenía lo que debería ser un hitai-ate, pero no había manera de ver el símbolo de este a causa del pelo.
Responder
#6
El chico lejos de desistir se encaramó, justo detrás de ella, al mismo travesaño. La Uchiha ladeó levemente la cabeza para dedicarle una fugaz mirada de desaprobación pues la chica pensaba que se había librado de él. Por su parte, el de kusagakure, trató de arreglar las cosas con una disculpa y un halago. La kunoichi devolvió la mirada hacia las alturas de la torre algo exasperada por la insistencia de aquel extraño.

—Yo sí que veo mucha gente como tu todos los días— se quejó la muchacha agriamente —Últimamente no tengo suerte...— dijo más para sí que para el chico que la miraba fijamente

La chica volvió a saltar hacia arriba poniendo un par de travesaños entre ella y el pelirrojo, no tenía ninguna intención de perder el tiempo con un desconocido

"Será pesado..." se dijo así misma mientras esperaba que no la siguiese
Responder
#7
No pude evitar reírme de forma socarrona cuando aquella muchacha se dejó asesorar por su ignorancia, asegurando que veía gente como yo todos los días. Aún así supuse que se refería a gente que se sentía embriagada por su exuberante belleza, aún así, quise abrirle los ojos y demostrarle cuán equivocada estaba.

-Ja ja Ja ja, ¿Gente como yo? Permíteme que lo dude. Le contesté mientras alcé mis manos hacía ella, para poder mostrarle las grotescas y sonrientes bocas de las palmas de mis manos, enseñando con ello sus prominentes, blanquecinos e inmaculados dientes.

"Si la impresiono, aunque solo sea un poco, quizás pueda llamar su atención. Tiene pinta de ser una chica dura como el acero"

-Por favor, no me menosprecies tan a la ligera, soy el favorito del honorable Morikage. He sido entrenado por shinobis de élite, ANBU para que te hagas una idea. Acompañé mis palabras con semblante serio.

-¿Dices que no estás de suerte? Déjame ayudarte para que cambie. No tenía me quedó muy claro que trataba de decirme con lo de que no tenía mucha suerte. Pero una kunoichi así no se merecía tener la suerte en su contra.
Responder
#8
Aquel chico parecía tener el ego bastante subido, además de una moral aprueba de bombas pues a pesar del evidente rechazo por parte de Tomoe, seguía insistiendo a forzar una conversación. Decidido a llamar la atención de la chica, decidió mostrarle las palmas de sus manos mientras se burlaba de las palabras de la Kunoichi.

La pelinegra que estaba apunto de saltar se quedó un momento parada mirándolas, en sus palmas tenía dos bocas de buen tamaño de las cuáles el pelirrojo se veía bastante orgulloso

"¿Qué diablos? Tiene bocas en las manos...eso explica por que es tan bocazas" pensó la mucha mientras el shinobi seguía con su fanfarronería. Al parecer era no sólo el favorito del Morikage si no que además había sido entrenado por shinobis de élite. Tomoe no pudo más que esbozar una ligera sonrisa al escuchar aquello, ella también había sido entrenada por miembros de los cuerpos de élite de Amegakure y la primera norma era el silencio

—Así que tengo delante a la mascota favorita del Morkage, que honor...— se burló la chica, que apoyo su mano derecha sobre su cadera en una postura un tanto despreocupada —Deberías volver bajo su falda, seguro que debe de estar muy preocupado por ti— La chica aireó su cabello con ayuda de sus manos en un gesto un tanto despreciativo hacia su interlocutor
Responder
#9
"Será grosera...pero es que es tan guapa que no me puedo enfadar con ella...que cosas..."

-¿No crees que estás siendo muy grosera? Pero no tengo más remedio que perdonarte. Afirmaba mientras me encogía de hombros con aire despreocupado. -En otras circunstancias, si fueras otra persona..."No tan agraciada" te hubiera dado un correctivo sin dudarlo.

Es decir, lo que vendría siendo una paliza de las gordas, de esas que luego no te reconocería ni tu ser más querido. Era una lastima, demasiado hermosa para dejarla escapar, pero si no tenía intención ni de darme siquiera su nombre. No pintaba nada aquí en absoluto.

-Seguro que se preocupa, pero quizás de forma diferente a la que tu piensas. Teme por los demás que se encuentran conmigo. Pero oye! hago esfuerzos por ser una persona sociable y todo eso. Diría para justo después volver a descender la torre pero antes. -Un placer haberte conocido como quiera que te llames. Por lo menos un placer para mis ojos, estoy agradecido por ello.

Descendí la torre con la intención de continuar mi marcha, pero antes, abrí mi mapa y comencé a estudiar la ruta que me llevaría a mi siguiente destino. Había tantos sitios que visitar.

"¿Escaleras al cielo? allá vamos!"
Responder
#10
El chico parecía molesto con la actitud de la plinegra, y la verdad es que era para estarlo, pues tratar con Tomoe nunca era fácil y menos si eras un desconocido y para colmo de una aldea diferente. Sin embargo, el chico, dijo perdonarla por alguna extraña razón pues más tarde afirmó que a otra persona en cualquier en las mismas circunstancias la habría machacado.

La Uchiha no pudo evitar dejar escapar una sonrisa de incredulidad, pues le parecía que aquel chico de tres bocas no era más que eso... un bocazas al cubo. El pelirrojo por su parte siguió tratando de impresionarla con su supuesta peligrosidad antes de despedirse airadamente.

"Vaya bocazas esta hecho..." se dijo para sí misma alegrándose de que el moscón hubiese elegido dejarla en paz por fin.

La chica observó como el chico descendía rápidamente ya al llegar al suelo, desplegaba un mapa.

"¿Tiene un mapa?" fue lo siguiente que apareció en su mente "Si tuviese uno, no tendría que estar vagando de un sitio a otro..." la pelinegra no tardó mucho en descender hasta el último travesaño que la dejaba a unos dos metros sobre el suelo "Debo conseguir que me lo deje..." la Uchiha se sentó sobre la viga dejando sus piernas colgando, tragó saliva y con ella un buen trago de ego y orgullo a partes iguales.

—...Me dejas... echarle un vistazo al mapa...— dijo secamente, aunque su intención no era aquella, intentaba ser amable pues era lo que el resto de personas solía hacer para obtener cosas de los demás. Sin embargo, para Tomoe, era una de las pocas veces en que había pedido ayuda en toda su vida y no se sentía precisamente cómoda. Trato con todas sus fuerzas añadir un por favor final, pero su boca no se movió un ápice. No podía tragar más orgullo de un solo trago
Responder
#11
"Escaleras al cielo, suena un poco pretencioso que unas escaleras sean capaces de llegar hasta el mismísimo cielo, supongo que no será para tanto. De todos modos, las visitaré para comprobarlo en primera persona"

De repente, me percaté que aquella chica comenzó a descender de nuevo, claramente en mi busca. Me imaginé que no se habría tomado bien mis palabras y vendría a decirme otra grosería. O incluso me atacaría, pero no fue así, la muchacha se sentó en un tablón no muy lejos del suelo donde me encontraba y me pidió dubitativa, que le dejara mi mapa.

Comencé a plegar mi mapa con mi nuevo destino en mente cuando de repente, me percaté que aquella chica comenzó a descender de nuevo, claramente en mi busca. Me imaginé que no se habría tomado bien mis palabras y vendría a decirme otra grosería. O incluso me atacaría, pero no fue así, la muchacha se sentó en un tablón no muy lejos del suelo donde me encontraba y me pidió dubitativa, que le dejara mi mapa. Su tono de voz había cambiado. No hizo falta averiguar que sus intenciones eran diferentes, las tornas habían cambiado para bien o para mal.

"Ahora es mi oportunidad"

Conservando aún el mapa plegado en mi mano diestra, llevé mi mano libre a la barbilla, quedándome pensativo por un instante. -Hmmm, ¿Quieres ver mi mapa? ¿Porqué no? Pero primero te pediré algo a cambio, creo que es un trato más que justo.

No quería hacerme el duro con ella, a pesar de que me faltó el respeto en varias ocasiones. Estaba acostumbrado a ser mal interpretado casi todas las ocasiones que me relacionaba con gente que no me conoce demasiado. Por lo que no tenía intención de tomarla con ella.

-Bueno, será mejor empezar de nuevo. Saludos, mi nombre es Bakuhatsu Yoshimitsu, genin de Kusagakure. ¿Y tu?¿Cómo te llamas? Acompañe mi segunda presentación con una reverencia cordial.

No era nada del otro mundo, yo no era nadie para juzgar el comportamiento de aquella chica, pues yo tampoco era trigo limpio, y ciertamente no me gustaba ser un hipócrita. Pero si que deseaba saber su nombre, en ésta ocasión más que nunca.

-Creo que no es pedir demasiado, solo quiero saber tu nombre ¿No crees?. Dije convencido
Responder
#12
El pelirrojo se lo pensó por un instante, mientras guardaba el mapa, para al final responder de forma afirmativa... pero no iba a ser tan fácil. El chico quería algo a cambio y no tardó mucho en desvelar que era. La petición consistía en comenzar de nuevo el encuentro, pero esta vez quería que la kunoichi le desvelase su nombre. Al parecer era todo lo que pedía

"Parece demasiado fácil..." la chica dudó un instante, pero al final acepto a regañadientes y se decidió a dar su nombre

—Puedes llamarme Tomoe...— tras sus palabras la hinchó un poco sus mofletes en señal de que no le gustaba nada aquello, de que lo había aceptado por que no le quedaba más remedio —¿Me dejas el mapa ahora?— preguntó a continuación pues no quería alargar aquello más de lo justo y necesario

"No entiendo por qué a los demás le gusta perder el tiempo en conversaciones inútiles..." pensaba la chica mientras balanceaba suavemente sus pies en el aire esperando la respuesta de su interlocutor
Responder
#13
-Con que Tomoe ¿eh? bonito nombre. Contesté satisfecho. -¿Ves? No era para tanto.

Por fin aquella chica que se hacía la dura soltó prenda y reveló su nombre. Por desgracia, no por méritos propios, en esta ocasión el mapa que siempre llevaba conmigo fue clave en esta situación tan particular. Y ahora la pregunta era.

"¿Cómo una chica como Tomoe podía ser tan grosera y malhumorada?"

Quizás eso significaría ahondar mucho en la vida de Tomoe, de la que solo conocía su nombre y nada más. Seguro que sus motivos tendría. Pero a pesar de ello, tenía la necesidad de ayudar a aquella muchacha, ese estilo de vida era muy poco saludable, ir todo el día con un humor de perros.

-Claro que te lo dejo, faltaría más. Aseguré sonriente. -Ven tómalo tu misma. Extendí mi brazo con el mapa, esperando a que bajara de donde se encontraba y lo agarrara ella misma.

Tenía una idea maliciosa, una estratagema para poner a prueba los sentimientos de Tomoe. Intentar averiguar el por qué de su malhumorado carácter. En el fondo sabía que se lo tomaría a mal, pero ya había tomado la decisión de hacerlo. Aunque quizás en el fondo, sabía que era más por mí que por ella.

"Seguro que pica el anzuelo jiji"
Responder
#14
—Si tu lo dices— respondió la chica ante aquel intento nuevo intento de alago del pelirrojo, que ahora le tendía el mapa. La pelinegra se dejó caer desde el tablón, recuperándose grácilmente de la caída.

Clavó su mirada en el chico que parecía tenderle el mapa sin ninguna reserva, aún así la joven seguía sin terminar de confiar en las buenas intenciones de un desconocido.

"No pierdo nada por intentarlo..." se dijo mientras avanzaba un par de pasos hasta estar lo suficientemente cerca para agarrar el mapa. Se detuvo frente al estrambótico extraño y alargó la mano hasta agarrar el mapa "Todo esta siendo demasiado fácil..."

La chica comenzó a tirar del mapa con la intención de arrebatarlo de las manos del buen samaritano, aunque la chica seguía aún totalmente en guardia pues no confiaba en lo más mínimo en la buena voluntad de su interlocutor
Responder
#15
"Bien, bien, un poco más cerca y..."

Que desconfiada era la condenada, se acercaba cómo si el suelo se fuera a venir abajo y fuera a caer sobre lava ardiente. Aún así quería intentarlo. Parecía que había pasado una eternidad desde que decidió bajar y venir a por el condenado mapa que le tendí delante suya con una radiante sonrisa, como si jamás hubiera roto un plato, y en verdad, se me daba bastante bien poner esa cara, en más de aprieto me había sacado, a pesar que solo era fachada, pues el sentimiento no era reciproco.

Pero por fin lo agarró. "Bien, ahora es mi turno" Con la velocidad de la que hago gala, saqué mi otro brazo de debajo de mi túnica y la agarré de la cadera, y la empujé con fuerza hacía mi, aprovechando que no se imaginaría mi estratagema, tenía bastantes posibilidades de salirme con la mía. La inercia hizo que se viera atraída hacía mi y que chocara contra mi pecho, y después cuando estuvo a mi alcance, le asesté un beso en su mejilla. Después dije muy satisfecho.

-He cambiado de idea, creo que así es más justo, vaya que si lo es.

En el fondo sabía que se lo tomaría a mal, pero me daba absolutamente igual. Sabía que si se molestaba mucho, es por que en realidad le había gustado. No me puse en guardia por si recibía una respuesta poco amable, lo que si hice, es preparar mis piernas para apartarme de lo que pudiera pasar, aunque a lo mejor no haría falta.
Responder



This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.