7/05/2017, 00:21
Una vez en el agua y considerando que no hubo comentarios ni nada similar, podía tranquilizarse de que no la molestarían ni nada similar por su cuerpo o lo que fuera. De cualquier manera, hasta que la chica no pudo aplastar su trasero en el fondo de las termas no pronunció palabra y tampoco se estuvo segura, pero una vez logrado ya podía relajarse.
—¿Segura? ¿No te daña los dientes? —Preguntó al verla tomar la botella para acercarla a su boca.
La de Kusa entendía lo que pretendía hacer, lo había hecho un buen par de veces pero siempre la regañaban afirmando que se dañaría los dientes aunque lo único realmente dañado de momento eran sus pulmones —lo mental no entra en cuestión— así que tampoco era que pudiese tomar realmente en serio ese tipo de comentarios.
Al final, la tapa de la botella cedió y ya la de Ame pudo degustar su bebida sin problemas, aunque por un instante Ritsuko creyó ver una mueca desaprobatoria por parte de la contraria.
—Imagino que muchos te habrían venido a acosar. —Respondió antes de soltar una ligera risa. —De todas formas estate atenta que seguro habrá alguien tratando de espiar, nunca faltan —afirmó un momento después ya retomando parcialmente la seriedad. —Imagina que incluso a mí me estuvieron espiando.
Y sí a ella la habían espiado, a Aiko seguramente la estarían acosando todo el jodido día, o eso era lo que Ritsuko suponía.
—¿Segura? ¿No te daña los dientes? —Preguntó al verla tomar la botella para acercarla a su boca.
La de Kusa entendía lo que pretendía hacer, lo había hecho un buen par de veces pero siempre la regañaban afirmando que se dañaría los dientes aunque lo único realmente dañado de momento eran sus pulmones —lo mental no entra en cuestión— así que tampoco era que pudiese tomar realmente en serio ese tipo de comentarios.
Al final, la tapa de la botella cedió y ya la de Ame pudo degustar su bebida sin problemas, aunque por un instante Ritsuko creyó ver una mueca desaprobatoria por parte de la contraria.
—Imagino que muchos te habrían venido a acosar. —Respondió antes de soltar una ligera risa. —De todas formas estate atenta que seguro habrá alguien tratando de espiar, nunca faltan —afirmó un momento después ya retomando parcialmente la seriedad. —Imagina que incluso a mí me estuvieron espiando.
Y sí a ella la habían espiado, a Aiko seguramente la estarían acosando todo el jodido día, o eso era lo que Ritsuko suponía.