7/05/2017, 01:06
La menor no quiso soltar prenda hasta una vez el agua tapó la mayor parte de su cuerpo. Al igual que Aiko, se sentó en el suelo rocoso, en pos de relajarse y disfrutar del baño. Viendo ésta que la mayor iba a abrir la botella con un bocado, le soltó que si estaba segura, pues eso podía quizás dañarle los dientes. Razón no le faltaba a Ritsuko, pero... ¿Qué mas le daba? Aunque perdiese un par de dientes, al día siguiente estaría como nueva.
—Bueno... eso dicen. Pero, también dicen que lo que no te mata, te hace mas fuerte.
Tras contestar a la chica, sonrió, haciendo ver que bromeaba con el hecho. Había dejado la botella a un lado, pero no tardó en volver a tomarla. De nuevo, le propinó un buen trago, ésta vez algo mas agradecido. Entre tanto, Ritsuko soltó unas extrañas palabras, que en un principio la mayor no supo interpretar del todo bien. Incluso advirtió que debía tener cuidado, porque incluso siendo el baño únicamente para chicas, seguro alguien podía observar o espiar. No tardó en aclarar que incluso a ella la habían espiado.
¿Era una maníaca? ¿Qué le habría pasado?
Aiko dejó de nuevo reposar la botella a su vera, y de nuevo volvió su mirada hacia Ritsuko. —No creo que sea para tanto... quizás solo te encontraste con un pervertido. Igual, no todos los hombres son así de salidos, no se puede vivir con el miedo de ser espiada en cualquier baño...
»¿Puedo preguntarte qué te pasó? Casi pareces tener un trauma, chica...
—Bueno... eso dicen. Pero, también dicen que lo que no te mata, te hace mas fuerte.
Tras contestar a la chica, sonrió, haciendo ver que bromeaba con el hecho. Había dejado la botella a un lado, pero no tardó en volver a tomarla. De nuevo, le propinó un buen trago, ésta vez algo mas agradecido. Entre tanto, Ritsuko soltó unas extrañas palabras, que en un principio la mayor no supo interpretar del todo bien. Incluso advirtió que debía tener cuidado, porque incluso siendo el baño únicamente para chicas, seguro alguien podía observar o espiar. No tardó en aclarar que incluso a ella la habían espiado.
¿Era una maníaca? ¿Qué le habría pasado?
Aiko dejó de nuevo reposar la botella a su vera, y de nuevo volvió su mirada hacia Ritsuko. —No creo que sea para tanto... quizás solo te encontraste con un pervertido. Igual, no todos los hombres son así de salidos, no se puede vivir con el miedo de ser espiada en cualquier baño...
»¿Puedo preguntarte qué te pasó? Casi pareces tener un trauma, chica...