7/05/2017, 06:53
Mirogu soltó sonriente y conciliador a los muchachos, y se postró frente a Riko. Le tomó la mano, se la estrechó y le miró fijamente a los ojos.
Parpadeó un par de veces, y habló.
—H-e-c-h-o
—Pero primero lo primero. Agua, mucha agua. Y comida, que es lo que menos se merece nuestro colega aquí presente —le señaló con su azulada mano—. unos dangos. Frutas. Lo que sea que tengas en ésta pocilga, ¿por favor?
Kaido buscó acomodo en uno de los taburetes más cercanos, y la gente comenzó a esparcirse en sus propios deberes. Hoshu probablemente habría ido a tomarse una ducha, y Mirogu-san se fue con su gente a planificar lo que sería el asalto al jodido escorpión gigante.
Sin rastros de Yarou-dono, y con algo de tiempo antes de embarcarse en tan peligrosa tarea; Kaido creyó conveniente fraternizar un poco con el peliblanco. Tan sólo conocía su nombre, y si iban a morir intentando derrotar a la aberrante criatura del desierto, querría hacerlo sabiendo un poco más de su colega.
—Oye Riko, cuéntame una cosa. ¿Qué edad tienes? ¿llevas mucho siendo genin?
Parpadeó un par de veces, y habló.
—H-e-c-h-o
—Pero primero lo primero. Agua, mucha agua. Y comida, que es lo que menos se merece nuestro colega aquí presente —le señaló con su azulada mano—. unos dangos. Frutas. Lo que sea que tengas en ésta pocilga, ¿por favor?
Kaido buscó acomodo en uno de los taburetes más cercanos, y la gente comenzó a esparcirse en sus propios deberes. Hoshu probablemente habría ido a tomarse una ducha, y Mirogu-san se fue con su gente a planificar lo que sería el asalto al jodido escorpión gigante.
Sin rastros de Yarou-dono, y con algo de tiempo antes de embarcarse en tan peligrosa tarea; Kaido creyó conveniente fraternizar un poco con el peliblanco. Tan sólo conocía su nombre, y si iban a morir intentando derrotar a la aberrante criatura del desierto, querría hacerlo sabiendo un poco más de su colega.
—Oye Riko, cuéntame una cosa. ¿Qué edad tienes? ¿llevas mucho siendo genin?