7/05/2017, 10:27
De vuelta de su pequeña visita a Yachi, Eri y Ryu caminaban tranquilamente hacia Uzushiogakure, cargados de una nueva aventura. Eri le contaba las anécdotas de sus viajes y misiones mientras paseaban por aquel camino de pequeñas piedras claras y cada vez el sol apretaba más, y más. Suspiró, cansada, una vez terminado su pequeño discurso, cuando el joven divisó un pequeño cartel:
— Mira, Eri, pronto estaremos en Minori, ¿te apetece parar allí un poco?
— Claro, algo fresco no me vendrá nada mal.
Minori era conocido por su agricultura, los paisajes llenos de plantaciones eran típicos del lugar, con las casas bajas y los agricultores aprovechando las altas horas para la cosecha. Eri sonrió nada más pisar el pequeño lugar, y corrió hacia las casas para buscar un sitio donde tomar algo fresco. Pero algo, un cartel más bien llamó su atención.
Se busca: Yuichi Amano
Crimen cometido: Arruinar la mitad de los campos de cultivo del señor Yamamoto.
Recompensa: Yamamoto ofrece parte de sus cosechas a quien lo encuentre.
La joven arqueó una ceja mientras Ryu la esperaba tranquilamente detrás, luego se encogió de hombros al adivinar sus pensamientos.
— Puede ser peligroso, ¿sabes?
— Bueno... — Dijo no muy convencida para luego girarse hacia su hermano. — ¿No tenías que hacer unos recados por aquí? Mientras que los haces, déjame investigar...
Ryu meditó por unos segundos. — Bien, vale, ¡pero ten cuidado!
Y así fue como la kunoichi se dirigió a los cultivos del señor Yamamoto.
— Mira, Eri, pronto estaremos en Minori, ¿te apetece parar allí un poco?
— Claro, algo fresco no me vendrá nada mal.
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Minori era conocido por su agricultura, los paisajes llenos de plantaciones eran típicos del lugar, con las casas bajas y los agricultores aprovechando las altas horas para la cosecha. Eri sonrió nada más pisar el pequeño lugar, y corrió hacia las casas para buscar un sitio donde tomar algo fresco. Pero algo, un cartel más bien llamó su atención.
Se busca: Yuichi Amano
Crimen cometido: Arruinar la mitad de los campos de cultivo del señor Yamamoto.
Recompensa: Yamamoto ofrece parte de sus cosechas a quien lo encuentre.
La joven arqueó una ceja mientras Ryu la esperaba tranquilamente detrás, luego se encogió de hombros al adivinar sus pensamientos.
— Puede ser peligroso, ¿sabes?
— Bueno... — Dijo no muy convencida para luego girarse hacia su hermano. — ¿No tenías que hacer unos recados por aquí? Mientras que los haces, déjame investigar...
Ryu meditó por unos segundos. — Bien, vale, ¡pero ten cuidado!
Y así fue como la kunoichi se dirigió a los cultivos del señor Yamamoto.