7/05/2017, 15:47
Ritsuko cambió rápidamente su rostro, tornando quizás algo enfadada. Replicó a la mayor, inquiriendo que ésta no sabía recibir una broma tan siquiera, y terminó por desviarle la mirada incluso. La chica quedó mirando a su lado contrario, seca, y afligida según daba a entender. ¿Tanto le había afectado? La pelirroja estuvo a punto de pedirle perdón a su reciente "amiga", pero hubo algo que aún le dolió mas a la pequeña que el mero pésimo sentido del humor de ésta, y fue el hecho de mencionar si estaba traumada por algún tipo de pervertido. Enfadada, claramente enfadada, tomó su berrinche como escudo y espada, y se lanzó al abismo de ignorar a Aiko.
Por un momento, la mayor quedó pensando en qué decir, o cómo actuar para pedirle perdón por su actitud tan seca y descortés. Pero, no se el ocurría nada en ese momento. Quizás tanto estrés de los últimos tiempos le habían provocado un cambio de humor algo desagradable, justo al contrario de como solía ser...
Sin previo aviso, se dejó llevar. Sigilosa como un ave rapaz, se deslizó por el estrecho tramo que las separaba, y sin mas, la abrazó por la espalda. Sus pechos intentaban mantener las distancias para con la chica, pero la pelirroja no se amedrentó. Con delicadeza, eso si.
—Lo siento... no era mi intención enfadarte, de verdad. —confesó.
»Verás, llevo un tiempo que estoy realmente estresada, y no se me está dando demasiado bien encajarlo. No supe interpretar la broma... lo siento mucho. Porfa, no te enfades... ¿vale? Estamos aquí para relajarnos, ¿no? Disfrutemos y dejemos de lado el resto.
Tras esas palabras, y no antes, dejaría escapar de su abrazo a la chica. Una sonrisa de lo mas sincera se dibujaría en su rostro. ¿Interpretaría mal la chica el abrazo?
—¿Un trago para hacer las paces? —sugirió la mayor. —¿O aún no bebes?
Por un momento, la mayor quedó pensando en qué decir, o cómo actuar para pedirle perdón por su actitud tan seca y descortés. Pero, no se el ocurría nada en ese momento. Quizás tanto estrés de los últimos tiempos le habían provocado un cambio de humor algo desagradable, justo al contrario de como solía ser...
Sin previo aviso, se dejó llevar. Sigilosa como un ave rapaz, se deslizó por el estrecho tramo que las separaba, y sin mas, la abrazó por la espalda. Sus pechos intentaban mantener las distancias para con la chica, pero la pelirroja no se amedrentó. Con delicadeza, eso si.
—Lo siento... no era mi intención enfadarte, de verdad. —confesó.
»Verás, llevo un tiempo que estoy realmente estresada, y no se me está dando demasiado bien encajarlo. No supe interpretar la broma... lo siento mucho. Porfa, no te enfades... ¿vale? Estamos aquí para relajarnos, ¿no? Disfrutemos y dejemos de lado el resto.
Tras esas palabras, y no antes, dejaría escapar de su abrazo a la chica. Una sonrisa de lo mas sincera se dibujaría en su rostro. ¿Interpretaría mal la chica el abrazo?
—¿Un trago para hacer las paces? —sugirió la mayor. —¿O aún no bebes?