7/05/2017, 22:40
Una de las mujeres, y al parecer, la más inteligente, en vez de meterse en el berenjenal de pegarse con un shinobi de Uzushiogakure se fue directa al chaval y le ofreció una tarjeta de su establecimiento y de sus servicios.
— S-Si, vamonos de aquí.
El nene me siguió obedientemente y nos alejamos de la muchedumbre en dirección al castillo que ocupaba buena parte de la ciudad, era el mejor sitio para estar un poco más tranquilos.
— Esto... Gracias por la ayuda. Casi te metes en una buena por defenderme. Soy Juro.
— No te preocupes, pero la proxima vez tendrás que defenderte tú solito.
Le estreché la mano al entrañable chaval.
— Yo soy Senju Nabi, encantado.
— Por cierto, una de las mujeres me dio esto. ¿Es alguna clase de bar donde trabajan o algo así?
Ciertamente una pregunta complicada, tendría que buscar una tangente por la que escaparme. No tenía ni idea de cómo se trataban esas cosas con los chavales hoy en día, en los tiempos de guerra todo era más sencillos, los niños se morían antes de preguntar cosas.
— Juro-kun, lo que pasa en esta ciudad son cosas de mayores. Así que lo que esa mujer ofrece es compañia, porque a los hombres les gusta la compañía de las mujeres hermosas, ah, y alcohol, seguramente tambien te darían alcohol. Porque el alcohol hace que no te preocupe nada en la vida y te deja el cerebro hecho trizas y el corazón negro. Así que no puedes ir a ese lugar, aún eres demasiado joven para esas cosas.
Estaba a punto de tener la charla con un niño que acababa de conocer, de ahí a ser padre hay un paso y ese paso incluye otra charla incomoda sobre sexualidad, así que dejemoslo estar por ahora. Ya habiamos dejado atrás la zona principal de la ciudad que incluia clubs de alterne y otros negocios sucios, ahora estabamos en la parte milenaria de la misma, con ese enorme castillo y demás estructuras más antiguas.
— ¿Y has venido solo, Juro-kun? ¿Tienes que ir a algún sitio o encontrarte con alguien?
— S-Si, vamonos de aquí.
El nene me siguió obedientemente y nos alejamos de la muchedumbre en dirección al castillo que ocupaba buena parte de la ciudad, era el mejor sitio para estar un poco más tranquilos.
— Esto... Gracias por la ayuda. Casi te metes en una buena por defenderme. Soy Juro.
— No te preocupes, pero la proxima vez tendrás que defenderte tú solito.
Le estreché la mano al entrañable chaval.
— Yo soy Senju Nabi, encantado.
— Por cierto, una de las mujeres me dio esto. ¿Es alguna clase de bar donde trabajan o algo así?
Ciertamente una pregunta complicada, tendría que buscar una tangente por la que escaparme. No tenía ni idea de cómo se trataban esas cosas con los chavales hoy en día, en los tiempos de guerra todo era más sencillos, los niños se morían antes de preguntar cosas.
— Juro-kun, lo que pasa en esta ciudad son cosas de mayores. Así que lo que esa mujer ofrece es compañia, porque a los hombres les gusta la compañía de las mujeres hermosas, ah, y alcohol, seguramente tambien te darían alcohol. Porque el alcohol hace que no te preocupe nada en la vida y te deja el cerebro hecho trizas y el corazón negro. Así que no puedes ir a ese lugar, aún eres demasiado joven para esas cosas.
Estaba a punto de tener la charla con un niño que acababa de conocer, de ahí a ser padre hay un paso y ese paso incluye otra charla incomoda sobre sexualidad, así que dejemoslo estar por ahora. Ya habiamos dejado atrás la zona principal de la ciudad que incluia clubs de alterne y otros negocios sucios, ahora estabamos en la parte milenaria de la misma, con ese enorme castillo y demás estructuras más antiguas.
— ¿Y has venido solo, Juro-kun? ¿Tienes que ir a algún sitio o encontrarte con alguien?
—Nabi—
![[Imagen: 23uv4XH.gif]](https://i.imgur.com/23uv4XH.gif)