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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#28
Kori pareció acceder al comentario de Daruu sobre buscar alojamiento. El muchacho asintió, sonriendo. Era de buen juicio pasar la noche en algún lugar más cálido. A pesar de la capa, el País de la Tormenta no daba mucha tregua y todavía estaban empapados de pies a cabeza. Los habitantes de estas tierras son por lo general bastante resistentes a las bajas temperaturas, y a las extremas condiciones climatológicas: tormentas, ventiscas... Pero nadie está a salvo de la hipotermia. No por mucho tiempo.

El trío de ninjas atravesó el puente y comenzó a dejar atrás las casitas de Yukio. A Daruu siempre le había gustado aquella ciudad. Era enorme, pero no tan industrializada como Amegakure. Al ver la luz del fuego a través de las ventanas empañadas de los hogares y las chimeneas por las que salía un humo denso y gris, sintió un nuevo escalofrío y se deseó al lado de la hoguera ya en el hotel. Pero aún quedaba un rato más. Ayame se acercó a él, con sus habituales pisadas de cervatillo y preguntó, con un tinte de nerviosismo en su voz:

—¿Daruu-san, estás seguro sobre ir tú solo al encuentro del cliente? Sé que es lo que especifica la misión, ¿pero y si...? ¿Y si ocurre algo malo o es una trampa o...?

Daruu se acarició la barbilla y bajó la mirada.

—Mmh... —meditó—. Tienes razón. Será mejor que vayamos todos. Pero sólo yo entraré a la tienda. Así cumpliremos la parte de la misión que exige que no sepáis de qué se trata el ingrediente.

—Además, creo que Kori-sensei debería llevar la caja de f... del ingrediente. No me he traído los...

Negó con la cabeza.

—¡Bueno, basta ya, que al final os lo cuento! Mañana iremos allí, entraré, compraré lo que tenga que comprar y volveremos a Amegakure.

Casi por inercia, habían ido a parar a una callecita sin salida en cuyo final se erigía una pequeña posada de aspecto acogedor, el tejado de un color verde un poco desgastado por el clima. El letrero rezaba "El Patito Frío", y estaba parcialmente cubierto de una fina capa de nieve. Daruu se acercó y, con la mano, apartó un poco la nieve para revelar la imagen de un pato con un copo de nieve a su lado. Los trazos eran irregulares, como si lo hubiera dibujado un niño pequeño:


[Imagen: U7l0ilU.png]


—Espero que la cena y las camas sean mejores que el cartel, porque si no...

Los tres ninjas entraron en El Patito Frío. Al contrario de lo que su nombre pudiera sugerir, se trataba de un lugar cálido al abrigo de una gran chimenea central. Al fondo, habían unas escaleras que posiblemente llevasen al piso superior, a las habitaciones. A la derecha había un salón con varias mesas y sillas, y a la izquierda el mostrador de la entrada, que estaba vacío y cuya superficie habitaba un timbre con pulsador de color bronce. Una puerta allá conducía a las cocinas, en la misma recepción, por lo que un olorcillo agradable llegó a sus fosas nasales en cuanto pusieron el pie dentro. El estómago de Daruu rugió como un león furioso.

—Ay, ay, ay... —gimió—. Sé que llevamos provisiones, pero no me importaría llevarme algo calentito a la boc... AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA.

Daruu señalaba un cartelito de pizarra que colgaba del techo, al lado de la puerta de las cocinas. Se podía leer, marcado en tiza de color blanco: "Noches de Kazeyōbi: Pizza carbonara".
[Imagen: K02XwLh.png]

No hay marcas de sangre registradas.
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Mensajes en este tema
(D) El ingrediente secreto - por Aotsuki Ayame - 4/04/2017, 19:54
RE: (D) El ingrediente secreto - por Amedama Daruu - 7/05/2017, 23:00


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