9/05/2017, 21:46
—Riko... espera...
El Senju hizo caso omiso a las palabras de la pelirroja, estaba intentando no salir corriendo de allí, y eso le ocupaba gran parte del cerebro, por lo que prefirió seguir avanzando, con decisión, hacia la puerta que se había abierto mágicamente tras el reto de Aiko al supuesto fantasma.
Y un pasillo, un pasillo larguísimo, demasiado incluso, apenas podían ver el final, también porque solo estaba iluminado por un ventanal situado en el centro del mismo, por lo que el final del pasillo estaba a oscuras casi por completo. Y, por lo que parecía, el fantasma quería guiarlos hacia un lugar en concreto, pues, justo frente a la ventana podrían vislumbrar una puerta que se encontraba abierta, invitándoles a pasar por ahí. ¿Y qué decir de las armaduras de samurais que se encontraban en el lado izquierdo del pasillo? Típicas armaduras que cobraban vida cuando pasabas y te pillaban desprevenido.
—Ps... sí que se están currando la broma ésta, ¿no?
Definitivamente, aquella chica no tenía miedo, y, aunque a veces eso es bueno, otras veces es difícil distinguir entre valientes e insensatos.
— Los pasillos largos, estrechos, mal iluminados y con armaduras a los lados, déjame decirte, que no me dan buena espina, y menos teniendo en cuenta lo que está pasando aquí... — Y cuando miró a la chica, vio que estaba encaramada a una de las armaduras, mirando su interior. — ¡Pero deja eso! ¿Estás loca o qué? Sigamos hacia delante y ya, no quiero que alguna de estas... cosas cobre vida.
El Senju hizo caso omiso a las palabras de la pelirroja, estaba intentando no salir corriendo de allí, y eso le ocupaba gran parte del cerebro, por lo que prefirió seguir avanzando, con decisión, hacia la puerta que se había abierto mágicamente tras el reto de Aiko al supuesto fantasma.
Y un pasillo, un pasillo larguísimo, demasiado incluso, apenas podían ver el final, también porque solo estaba iluminado por un ventanal situado en el centro del mismo, por lo que el final del pasillo estaba a oscuras casi por completo. Y, por lo que parecía, el fantasma quería guiarlos hacia un lugar en concreto, pues, justo frente a la ventana podrían vislumbrar una puerta que se encontraba abierta, invitándoles a pasar por ahí. ¿Y qué decir de las armaduras de samurais que se encontraban en el lado izquierdo del pasillo? Típicas armaduras que cobraban vida cuando pasabas y te pillaban desprevenido.
—Ps... sí que se están currando la broma ésta, ¿no?
Definitivamente, aquella chica no tenía miedo, y, aunque a veces eso es bueno, otras veces es difícil distinguir entre valientes e insensatos.
— Los pasillos largos, estrechos, mal iluminados y con armaduras a los lados, déjame decirte, que no me dan buena espina, y menos teniendo en cuenta lo que está pasando aquí... — Y cuando miró a la chica, vio que estaba encaramada a una de las armaduras, mirando su interior. — ¡Pero deja eso! ¿Estás loca o qué? Sigamos hacia delante y ya, no quiero que alguna de estas... cosas cobre vida.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»