11/05/2017, 21:28
(Última modificación: 11/05/2017, 23:54 por Uzumaki Eri.)
A la joven se le rompió un pedazo de su pequeño corazón al escuchar las palabras del niño. Se sintió apenada por haber afirmado su condición de kunoichi, pero por otra parte, aquel era su deber: ayudar a los demás. Por ello no debería sentirse mal. Miró a Karamaru, que pensaba exactamente lo mismo que ella, para luego agregar:
—Pero si esta es la casa de Yamamoto, debemos ayudar. ¿Quedo muy mal si golpeo de nuevo?
La chica pareció pensárselo antes de contestar.
— Creo que será lo mejor, quizá si intentamos decírselo de otra manera...
«¿Dónde estará Yamamoto?»
Se llevó una mano a la nuca y rascó su cuello, pensativa, ¿dónde podría encontrarse? En casa, sí; pero también podían toparse con el chico que había cerrado la puerta en sus narices de nuevo y quizá eso enfadaría al señor dueño de los cultivos. ¡Los cultivos! ¡Claro! ¡Él podría estar allí!
— ¡También podríamos ver si se encuentra en los cultivos! — Exclamó. — Si no sale ahora, podríamos ir allí... ¿Qué te parece?
—Pero si esta es la casa de Yamamoto, debemos ayudar. ¿Quedo muy mal si golpeo de nuevo?
La chica pareció pensárselo antes de contestar.
— Creo que será lo mejor, quizá si intentamos decírselo de otra manera...
«¿Dónde estará Yamamoto?»
Se llevó una mano a la nuca y rascó su cuello, pensativa, ¿dónde podría encontrarse? En casa, sí; pero también podían toparse con el chico que había cerrado la puerta en sus narices de nuevo y quizá eso enfadaría al señor dueño de los cultivos. ¡Los cultivos! ¡Claro! ¡Él podría estar allí!
— ¡También podríamos ver si se encuentra en los cultivos! — Exclamó. — Si no sale ahora, podríamos ir allí... ¿Qué te parece?