14/05/2017, 20:14
Dudo que ese tipo de provocaciones tenga algún efecto en mi, Inoue Keisuke.
"Esta vez no era una provocación..." Me dije en silencio mientras me incorporaba.
Esperé unos segundos a la respuesta del cenobita, pero éste nunca emitió palabras hacia mi, ¿acaso estaba resentido? Era un combate de entrenamiento y fue en serio, solo recibió un corte en el tórax, no entendí aquella actitud tan orgullosa..
Bueno, parece que ya es momento de retirarse. Mi oferta sigue en pie. Pero será necesario que hagas las pases con tu compañero si quieres aceptar mis términos.
Ciertamente no era el único que se iría, mi presencia en aquel lugar ya no tenía ningún objetivo. Moguro volvió a realizar su invitación pero no tendría respuesta alguna de mi parte, ya había dicho lo suficiente, y no tenía intenciones de hacer equipo con aquel calvo, que de paso estaba sobre exagerando todo sus síntomas, podía ver como trataba de dar lástima con aquellos movimientos; tan solo con observarle me irritaba.
—Mogura ¿Me ayudas? No puedo ir a mi casa solo en este estado.—
—No me esperes.— Emití, mi decisión estaba tomada ¿Cómo iba a hacer pareja con una persona que no podía aguantar tan siquiera un corte en el tórax? Sí estuviese sangrando podría entenderle, pero ya estaba controlada la hemorragía, sería cuestión de horas para que se recuperase de la pérdida de sangre.
—De nada Karamaru.— Expresé ante el ficticio agradecimiento que yo mismo cree en mi mente, no obstante se pudo notar el tono chocante con el cual le dirigí aquellas palabras. Ciertamente fui yo quien le causó aquella herida, pero me encargué de dejar todo en orden, mi deuda la había saldado, así que no terminada de entender su actitud.
Recogí mis armas, las que salieron a relucir a la hora de la batalla y sí no ocurría nada más saldría de escena, realmente no me importaba sí Mogura llevaba al Calvo a su casa o no, no era mi responsabilidad.
"Esta vez no era una provocación..." Me dije en silencio mientras me incorporaba.
Esperé unos segundos a la respuesta del cenobita, pero éste nunca emitió palabras hacia mi, ¿acaso estaba resentido? Era un combate de entrenamiento y fue en serio, solo recibió un corte en el tórax, no entendí aquella actitud tan orgullosa..
Bueno, parece que ya es momento de retirarse. Mi oferta sigue en pie. Pero será necesario que hagas las pases con tu compañero si quieres aceptar mis términos.
Ciertamente no era el único que se iría, mi presencia en aquel lugar ya no tenía ningún objetivo. Moguro volvió a realizar su invitación pero no tendría respuesta alguna de mi parte, ya había dicho lo suficiente, y no tenía intenciones de hacer equipo con aquel calvo, que de paso estaba sobre exagerando todo sus síntomas, podía ver como trataba de dar lástima con aquellos movimientos; tan solo con observarle me irritaba.
—Mogura ¿Me ayudas? No puedo ir a mi casa solo en este estado.—
—No me esperes.— Emití, mi decisión estaba tomada ¿Cómo iba a hacer pareja con una persona que no podía aguantar tan siquiera un corte en el tórax? Sí estuviese sangrando podría entenderle, pero ya estaba controlada la hemorragía, sería cuestión de horas para que se recuperase de la pérdida de sangre.
—De nada Karamaru.— Expresé ante el ficticio agradecimiento que yo mismo cree en mi mente, no obstante se pudo notar el tono chocante con el cual le dirigí aquellas palabras. Ciertamente fui yo quien le causó aquella herida, pero me encargué de dejar todo en orden, mi deuda la había saldado, así que no terminada de entender su actitud.
Recogí mis armas, las que salieron a relucir a la hora de la batalla y sí no ocurría nada más saldría de escena, realmente no me importaba sí Mogura llevaba al Calvo a su casa o no, no era mi responsabilidad.