16/05/2017, 15:52
Mientras hablaban, ambos continuaban el camino. Juro, sin mucho a donde ir, seguía por completo al joven rubio, quien parecía saber a donde iba. O al menos lo aparentaba.
— Oh, no, para nada. Solo hago lo que creo que hay que hacer, aunque la mayoria de las veces acabo metiendome en problemas. Imaginate que en vez de un sequito de mujeres que no habían peleado en su vida me hubieran rodeado unos mercenarios. Entonces sí que hubieramos tenido problemas y muy serios.
"Tiene razón. Pero eso también entra en el perfil de heroe" — reflexionó para sí.
Juro sonrió, satisfecho, cuando Nabi se mostró de acuerdo con su intención, casi infantil, de ir al castillo. Incluso mencionó algo de comida. La verdad es que no había comido en todo el día. No es que las tripas le rugieran, pero no le importaría tomar algo.
Por otro lado, la respuesta acerca de su deseo de escuchar sus aventuras fue algo extraña.
— No tengo mucho que contarte, la verdad, aunque te parezca un shinobi hecho y derecho aún no he vivido casi nada. Lo más interesante que puedo contarte es sobre aquella vez que me encontré un shinobi de Amegakure que experimentaba con ranas o cuando casi me rompí un brazo en los Grandes Juegos de Uzushiogakure.
Juro frunció el ceño. Nunca había visto a un ninja de Amegakure —y tenía que admitir que eso de que experimentaba con ranas era curioso —, pero lo segundo que mencionó le recordó a alguna clase de evento de aldea. Que él supiese, en Kusagakure no habían hecho nada así.
— Cuéntame acerca de lo segundo — terminó por decir —. ¿Los Grandes Juegos de Uzushiogakure? ¿Es alguna clase de prueba de nivel para los ninja que hacéis por ahí?
A Juro casi le brillaban los ojos de la emoción. Le encantaba saber cosas. Desde que Furui le leía cuentos, de pequeño. A su manera de ver esto no era muy diferente.
— Oh, no, para nada. Solo hago lo que creo que hay que hacer, aunque la mayoria de las veces acabo metiendome en problemas. Imaginate que en vez de un sequito de mujeres que no habían peleado en su vida me hubieran rodeado unos mercenarios. Entonces sí que hubieramos tenido problemas y muy serios.
"Tiene razón. Pero eso también entra en el perfil de heroe" — reflexionó para sí.
Juro sonrió, satisfecho, cuando Nabi se mostró de acuerdo con su intención, casi infantil, de ir al castillo. Incluso mencionó algo de comida. La verdad es que no había comido en todo el día. No es que las tripas le rugieran, pero no le importaría tomar algo.
Por otro lado, la respuesta acerca de su deseo de escuchar sus aventuras fue algo extraña.
— No tengo mucho que contarte, la verdad, aunque te parezca un shinobi hecho y derecho aún no he vivido casi nada. Lo más interesante que puedo contarte es sobre aquella vez que me encontré un shinobi de Amegakure que experimentaba con ranas o cuando casi me rompí un brazo en los Grandes Juegos de Uzushiogakure.
Juro frunció el ceño. Nunca había visto a un ninja de Amegakure —y tenía que admitir que eso de que experimentaba con ranas era curioso —, pero lo segundo que mencionó le recordó a alguna clase de evento de aldea. Que él supiese, en Kusagakure no habían hecho nada así.
— Cuéntame acerca de lo segundo — terminó por decir —. ¿Los Grandes Juegos de Uzushiogakure? ¿Es alguna clase de prueba de nivel para los ninja que hacéis por ahí?
A Juro casi le brillaban los ojos de la emoción. Le encantaba saber cosas. Desde que Furui le leía cuentos, de pequeño. A su manera de ver esto no era muy diferente.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60